Capitulo 34

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THEODORE

-Al fin te dignas a dar la cara -espeto furioso

Ella se da la vuelta y me dedica una sonrisa deslumbrante. Debo reconocer que su descaro es increíble, tomando en cuenta que sólo estuvo evitándome todo este tiempo.

-Me alegre cuando llamaste -dice ella sin inmutarse ante mi expresión.

¿Cómo puede comportarse así?

No necesito mirarme al espejo para darme cuenta de que he adoptado la misma mirada de perdonavidas mi querido padre. Esa mirada que dejaba a cualquier persona estática y con un miedo irracional en su mente y cuerpo.

Una mirada que violaba hasta el alma si pudiera.

-Has estado evitándome todo estés tiempo -digo serio -¿Por qué?

Ella me mira como si supiera la respuesta. Una respuesta que hubiese practicado mucho tiempo, pero su mirada me sorprende, es la misma mirada de ella misma. Una mirada que me invade de la nada.

Pero que me esta pasando...

-Yo... - dice temblando con la voz -yo... sólo creí molestarte si me acercaba, además no tenia el valor de enfrentarte y tal ves no lo hubiera tenido nunca si no me llamabas esta noche

Por el maldito y santo infierno. Espero que no sea lo que estoy pensando.

-Eso no viene al tema -reacciono bruscamente tomándola de los hombros y estrellándola contra el muro de concreto. - ¿Quién te envío a secuestrar a Angie?

-¿Qué..? -Ella me mira consternada -¿Me puedes decir de que hablas?

-¡Habla ahora! -Grito perdiendo la poca paciencia que guardo y apretando sus brazos fuertemente -¿Quién esta detrás de todo esto?

-¿Acaso has enloquecido Theo? -me espeta furiosa forcejeando para liberarse -¿Sabes? Ya vete

Ella se nota irritada y me mira como si fuera un gusano con pelos muy desagradable. Es como si realmente no supiera de que hablo, lo cual no tiene nada de sentido empezando por la forma tan extraña que me mira.

-Sabes muy bien de lo que hablo -continuo ignorando la incomodidad de su cercanía -¡Tú me llamaste hace unas noches! -grito cerca de ella -¡Dijiste que la tenías! ¡Es más, dijiste que podía ser muy tarde! Incluso oí su llanto y sus gritos.

Ella evalúa alrededor como si buscará interferencia divina. Eso no la salvará de mi ira, menos cuando estoy a poco de que ella confiese y hable lo que sabe.

-Theo llámame -me indica de la nada. Entrecierro los ojos con sospecha. ¿Qué planea ahora? -Theo llámame -exige.

Yo tomó mi teléfono móvil y marcó su numero que suena pero no se pre cerca, la llamada entra pero no se oye el sonido del teléfono en ningún lugar.

-Theo -me explica con calma -me robaron el celular la vez que nos reunimos. Esa noche que intente decirte...

Recuerdo esa noche, ella iba a confesarme quien le gustaba. Aunque viendo el reciente suceso...

Creo deducir quien es el afortunado.

-¿Estas diciendo que no lo tienes?

-Te digo que fui asaltada.

-¿Sabes quien lo hizo?

-desde luego Theo -se burla ella -le perdí su identificación antes de entregarle mi móvil.

Se que es una pregunta estúpida.

- ¿ Vas a escucharme ahora? - pregunta ella mirandome fijamente -del collar de perlas que llevaba se lleva mi celular ¿No te parece sospechoso?

La Maldición de los GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora