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Cuando Renjun despertó, vio varias llamadas perdidas de Jeno y Haechan, y la respuesta de Yangyang a su mensaje de la noche anterior.

Cuando Renjun despertó, vio varias llamadas perdidas de Jeno y Haechan, y la respuesta de Yangyang a su mensaje de la noche anterior

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Abrazó con más fuerza su Moomin antes de levantarse. Cuando llegó al comedor, se encontró con Lucas escondiendo su rostro entre sus brazos. Estaba completamente solo, con una taza vacía a su lado, ¿había hablado con Kun?

Pero antes de poder decir buenos días, su hermano apareció, haciéndole señas a Renjun. No lo recuerda. Kun continuó su camino y Renjun observó a Lucas. Estúpido, pensó. Y como si pudiera leer su mente, Lucas levantó su mirada hacia él. Estaba destruido.

—No quiero imaginar la resaca que tienes —comentó Renjun, elevando su voz lo suficiente para darle dolor de cabeza a Lucas, pero que parezca accidental.

El resto del día, Kun se mantuvo distante de Yukhei, y él lo notó, incluso con el dolor punzante en su cabeza que apenas lo dejaba pensar. Y Renjun se encargaba de vengar a su hermano haciendo más ruido con todo lo que podía.

Mientras tanto, él envió unos cuantos mensajes a sus amigos para avisar que estaba bien, pero estaba ocupado para hablar o contestar llamadas, y con esa excusa los ignoró durante todo el día.

En el silencio de su habitación y después de haber estado horas recordando y reviviendo lo que ocurrió con Jaemin, una idea cruzó su mente. ¿Y si, por rechazarlo, lo delataba frente a Jeno diciendo que había querido engañarlo? ¿O tal vez guardaría silencio y volvería a intentar algo con él? ¿Y si todo fue un plan de Jeno para probar su fidelidad?

Dejó caer su cabeza en la cama y suspiró, exhausto. Se levantó y salió de su habitación solo porque moría de hambre, pues él prefería quedarse encerrado todo el día. Pero tuvo suerte y encontró la distracción perfecta. Lucas estaba con su teléfono, extrañamente tranquilo. Renjun pasó a su lado para prepararse un sándwich.

—¿Y Kun? —preguntó con voz elevada, pero no hubo reacción del mayor.

—Salió a comprar.

Maldición, la resaca había desaparecido de Lucas y ya no le molestaba su voz.

—¿Notaste a Kun algo extraño?

—¿Por qué lo dices? —tomó asiento frente a Lucas, intentando ocultar su sonrisa. Tal vez tenía una nueva forma de divertirse.

—Parece nervioso... Normalmente toma descansos para escuchar música o usar su teléfono, pero hoy no frenó ni para almorzar.

—Tal vez sea por el beso.

—¿El beso? ¿Qué beso?

—Oh, no lo sabes... —Renjun sonrió por dentro—. Vi a mi hermano besarse con alguien. Y creo que es la primera vez que lo veo con una persona desde que vinimos de China.

—¿Pero quién era?

—No lo sé, pero se veía bastante feliz. Pensándolo un poco, creo que tuvieron que separarse porque Kun debía encargarse de ti.

Mi Pasado y Mi Futuro (#5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora