A Renjun le extrañó bastante que Jeno lo tratara como si ese beso nunca hubiera ocurrido, y aunque sentía una pequeña molestia en el pecho, decidió ignorarlo. Eran vacaciones, pero no se veían mucho porque Renjun se dedicó a ser mesero en el restaurante de Kun. Lo bueno de vivir justo arriba, era que solo necesitaba prepararse unos minutos antes de abrir, lo malo era que debía quedarse a limpiar. No es que le molestara ayudar a Kun, pero era un adolescente que solo quería divertirse.
El regreso a clases iba a ser complicado, comenzaba su primer año en preparatoria y al menos conocía a Jeno, pero aún así estaba bastante ansioso. Ahora, como su horario escolar era más complejo, solo ayudaba los fines de semana a Kun, entonces tenía la semana libre para su tarea o juntarse con amigos. Si fuera por sí mismo, estaría solo con Jeno, pero la personalidad amigable y extrovertida de su amigo logró que su grupo social se ampliara. Chicos, chicas, incluso personas de años superiores, se reunían con ellos durante el almuerzo o planificaban una salida. Pero uno en particular se unía a ellos con bastante frecuencia, y Renjun sospechaba la razón.
Por otro lado, Kun se la pasaba haciendo cuentas y estaba cansado de los números en rojo. No tuvo más opción que contratar a un empleado. Su hermano lo ayudaba pero no podía tenerlo como un esclavo. Aun así, sus ganancias eran muy pocas y ya no sabía qué hacer.
—Buenos días, jefe.
Su empleado lo llamaba así para bromear y siempre sacaba una sonrisa en él, al menos le quitaba las preocupaciones por un momento.
—Buenos días, Ten.
El tailandés había sido recomendado por su amigo Doyoung. Tenían la misma edad, pero Chittaphon no se veía tan agotado como Kun. Ten se esforzaba mucho en su trabajo aunque no necesitara dinero. Más de una vez, Kun tuvo que guardar a escondidas la correspondiente mensualidad de su amigo en su bolso, porque él se negaba a aceptarla. Era un gran chico, pero no podía abusar de su amabilidad e ignorar todo el tiempo que trabajaba.
—Tengo algo para ti.
Kun tomó la carpeta que su amigo le tendía y suspiró, antes de abrirla. No sabía qué se encontraría, pero jamás se hubiera imaginado lo que estaba frente a sus ojos. Pasó hoja por hoja, analizando cada diseño de publicidad y cartelería, la combinación de colores, frases atrapantes, nombres y sus respectivos logos para el restaurante.
—¿Qué es esto?
—Aunque no lo creas, el diseño ayudaría muchísimo a tu negocio, así que estuve pensando ideas, haciendo bocetos y esas son algunas posibilidades que harían famoso este lugar. Tu comida es deliciosa, pero no puedes solo confiar del boca a boca de los ancianitos que visitan este lugar. Sí, eso es importante, pero necesitas llegar a más personas.
Kun se vio bastante interesado en ese asunto, así que se dedicó a escuchar todas las propuestas de su amigo.
...
Renjun no se sorprendió cuando Lucas se unió a él y Jeno en el camino a su casa. Era un año mayor que ellos y aún así estaban casi siempre juntos. Ese enorme chico se acercó a Ren por la emoción de encontrar otro chino en ese colegio. No es como si fueran los únicos, pero Lucas se acercaba a todos los de esa nacionalidad con la misma auténtica sonrisa. Excepto una vez, que su sonrisa se borró, pero sus ojos brillaron como si tuviera un universo frente a él. Y ocurrió cuando lo llevó a su casa y le presentó a su hermano mayor. Por esa misma razón, era un ritual que Lucas siempre lo acompañara a su casa.
—¡Kun! —Renjun cruzó la puerta del restaurante y gritó el nombre de su hermano creyendo que estaría en la cocina—. Oh, estás aquí. Hola, Ten —saludó a sus dos mayores que estaban con papeles esparcidos en la mesa entre ellos—. Jeno, Yukhei y yo estaremos en mi habitación.
Los mencionados saludaron con un movimiento de cabeza antes de seguir a Renjun escaleras arriba.
—¿Quién es ese chico?
Renjun rió. Esperaba esa pregunta, pero no tan pronto, apenas había cerrado la puerta que separaba su sala de las escaleras.
—Se llama Chi..., le decimos Ten, y es amigo y empleado de mi hermano.
Eso solo ocasionó que Lucas quisiera visitarlo más seguido y por más tiempo. Pero el restaurante poco a poco empezaba a recibir más visitantes, Renjun creía que se debía al nuevo cartel de la entrada, pero no se imaginaba que la causa era la publicidad masiva que tenía, hasta que la vio en sus redes sociales.
Durante meses, el restaurante vio un crecimiento de personas y de dinero que parecía sorprendente, incluso en varias ocasiones, Renjun debía socorrer a Ten y Kun que no daban abasto. Jeno también se sumaba a ayudar siempre que tenía oportunidad. Lucas, aunque quería hacerlo, debía dedicarse a estudiar para el colegio y la universidad. Estaba ya en su último año de preparatoria y no tenía tanto tiempo como antes para visitar a sus amigos.
Renjun y Jeno estaban en el anteúltimo año y Lucas no dejaba de recomendarles que descansen y disfruten de su último año de libertad. Pero la ausencia de su amigo hizo que la intimidad entre Jeno y Renjun fuera inevitable. Y volvió a ocurrir.
Aquella noche, después de haber cerrado el restaurante, los más pequeños se lanzaron sobre el sofá mientras Kun y Ten terminaban de limpiar. Jeno se dejó caer sobre el hombro de Renjun sin saber que eso alteraría el corazón de su amigo. Renjun apenas podía respirar del nerviosismo y se dedicó a observar sus manos para distraerse. Pero su mirada cayó sobre la mano de Jeno, cerca de la suya, y casi por instinto entrelazó sus dedos, acariciando su piel con el pulgar.
No fue consciente de su acción hasta que Jeno se alejó para observar su rostro. El calor comenzó a subir a sus mejillas y quiso apartarse, pero Jeno la sujeto con más firmeza mientras su mano libre tomaba su rostro. Esta vez, Renjun esperaba el beso, lo deseaba. Su primer beso había sido sorpresivo y rápido, pero este beso volvía loco su corazón incluso antes de que sus labios se tocaran; y fue más lento, delicado, cargado de sentimientos.

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Mi Pasado y Mi Futuro (#5)
Hayran KurguEncadenado a su pasado, intentaba hacer lo mejor para su hermano menor. Pero las cadenas tiraban y dolían; después de tanto, continuaba torturándolo. Sin memorias de su pasado, seguía adelante gracias a su hermano mayor. Pero la llegada de una perso...