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—¿Estás seguro? —era la tercera vez que Doyoung le hacía esa pregunta, pero desconfiaba de que la respuesta de Kun sea sincera.

—Estoy bien, no necesitas quedarte por mí. Estoy seguro que Jungwoo está esperándote.

Jeno y Jaemin se quedarían con Renjun así que no tenía que preocuparse por su hermanito, podía concentrar toda su atención en el restaurante que debía abrir en poco tiempo. Doyoung observó a su amigo que mantenía su mente ocupada en leer y releer la información de un paquete de condimentos. Desvió su vista a Lucas, quieto y silencioso en un rincón. La mirada cargada de culpa y arrepentimiento era similar a la que tenían los novios de Renjun: no saber qué hacer por la persona que amaban. Doyoung suspiró con fuerza y se acercó a Kun, quitándole de las manos lo único que lograba mantener las lágrimas en su lugar.

—Lucas, ¿podrías decirle a los demás empleados que tienen el día libre? Y coloca un cartel en la puerta avisando que por hoy permanecerán cerrados.

Obedeció las órdenes de Doyoung sin cuestionar y desapareció de la habitación, dejando a Kun llorar entre los brazos de su amigo. Había pasado por demasiadas emociones para ignorarlas y seguir como si nada en menos de una hora. Arrastró a Kun hacia su habitación, donde poco a poco logró calmarse.

—Gracias por aparecer en el momento exacto —la voz rota de Kun era apenas audible.

—En el momento exacto no lo sé, si hubiéramos llegado antes tal vez evitábamos todo esto. Jeno me llamó y fui por nuestros padres lo más rápido que pude.

—Debería agradecerle a él también —murmuró, limpiando su rostro con un pañuelo que Doyoung acababa de darle—. Puedes irte, prometo no trabajar y descansar por hoy —la mirada sospechosa de su amigo lo hizo soltar una pequeña carcajada—. Estaré bien, de verdad. Lucas estará conmigo.

El rostro de Doyoung se relajó en un momento y asintió, poniéndose de pie. Como si hubiera estado coordinado y ensayado, Yukhei apareció en la habitación cuando Doyoung estaba por salir. Intercambiaron una pequeña sonrisa antes de seguir cada uno su camino.

Lucas se quedó de pie junto a Kun, con el nudo en la garganta doliéndole horrores. El mayor lo observó con una sonrisita que solo lo hacía sentir peor.

—Kun, lo siento. Renjun se escapó en un momento que me distraje y no sabía si meterme en la discusión y sacarlo de ahí o simplemente esperar. Lamento no hacer nada por ustedes, no sabía cómo actuar y-

Su discurso se vio interrumpido por el cálido abrazo que Kun le daba.

—Gracias por estar aquí siempre. Sin saber qué ocurría te metiste en medio para protegernos.

—Pero no hice nada-

—Hiciste todo lo que necesitaba —Kun elevó la mirada y tomó las mejillas de Lucas entre sus manos—. Agradezco que estés a mi lado ahora.

Y lo besó. Sentía dolor, tristeza, enojo, decepción, y tantas cosas negativas, pero también se sentía más libre y en paz. Podía besar y amar sin ataduras al pasado. No estaba todo resuelto, pero sí estaba decidido a cambiar su futuro.

—Yukhei... —sonrió viendo las orejas coloradas del más alto—, he intentado ocultar todo lo que siento durante mucho tiempo y tal vez no sea el momento más romántico, pero al fin estoy seguro de esto y no quiero esperar más. Te dejé en la incertidumbre durante meses así que se acabó, quiero preguntarte-

Lucas lo besó, interrumpiendo todo su discurso. Apoyó su frente sobre la del mayor y, sin abrir los ojos, murmuró.

—Si vas a preguntarme lo que creo que vas a preguntarme, no lo hagas. Yo quiero ser quien lo diga.

Mi Pasado y Mi Futuro (#5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora