Lucas sabía que algo había ocurrido entre sus amigos, evitaban la mirada del otro e intentaban ocultar las sonrisitas. No quería apresurarse a afirmar que eran pareja, así que se mantuvo en silencio, con un ojo sobre ellos. Renjun y Jeno no notaban que eran tan obvios, al menos para los ojos de Yukhei. Su relación seguía siendo amistosa, pero cuando estaban solos y a escondidas, no podían evitar besarse, tomarse de las manos y envolver al otro entre brazos. Pero a pesar de la inocencia de sus roces, las hormonas de la adolescencia eran incontrolables.
El año estaba llegando a su fin, y Mark, para festejar la graduación, hizo una fiesta. Por supuesto, Lucas estaba invitado y así Renjun y Jeno lograron asistir a la fiesta. Aunque conocían a casi todos los invitados, prefirieron mantenerse juntos, apartados de los demás, para evitar que les ofrecieran alcohol o los invitaran a bailar —pero sobre todo, para pasar tiempo juntos—.
Lucas había estado un momento con ellos, pero cuando fue a bailar con su mejor amiga, Jeno no pudo contenerse y besó a Renjun. El mayor lo apartó con rapidez, aterrado de que alguien pudiera verlos, entonces Jeno no tuvo más opción, tomó la mano de su amigo y lo arrastro hasta el primer lugar privado que encontró. Por suerte, nadie más tuvo la idea de esconderse en ese lugar.
Entraron en un pequeño depósito del jardín y Jeno trabó la puerta con ellos dentro. Apenas se colaba la luz por la ventana, y la música y los ruidos de la fiesta parecían lejanos. El más alto sujetó las mejillas de Ren y no se contuvo para besarlo. Estando en completa intimidad, el mayor no se resistiría a dejarse llevar por sus deseos. Jeno se atrevió a sujetar la cintura del contrario y pegarlo aún más a él, y su corazón saltó de emoción cuando Renjun envolvió sus brazos alrededor de su cuello.
Era la primera vez que se besaban de esa forma, tan profunda y desesperada. Poco a poco, los dedos fríos de Jeno lograron escabullirse entre la ropa del mayor y tocar la piel de su cintura, provocando suspiros en Renjun que erizaban el vello del más alto.
Se apartaron un momento y Jeno lo guió hacia un sillón bien cuidado al otro lado de la pequeña habitación. Se deshizo de su abrigo y lo acomodó para sentarse sobre él, se veía limpio, pero tal vez alguien más tuvo la misma idea que él. Acomodó a Renjun sobre sus piernas y volvió a devorar sus labios con ansias. Sujetó el trasero del mayor y lo atrajo más hacia él, haciendo que sus torsos estuvieran en total contacto. Se animó a meter por completo sus manos bajo la camisa de Renjun, acariciando su espalda con la punta de sus dedos haciendo que la piel del mayor se erizara y los suspiros se escaparan de su garganta.
Tal vez no era ni el lugar ni el momento, pero sus mentes no pensaban con claridad, cegados por el deseo del momento. Jeno dejó besos húmedos por todo el cuello de Renjun mientras sus manos temblorosas desprendían los botones de su camisa. Aun con la tela sobre los hombros pero totalmente desprendida, Jeno abrazó el torso desnudo del mayor, continuando los besos por su pecho.
Renjun estaba perdiendo la cabeza cuando volvió a conectar sus labios con los ajenos en un beso incluso más desesperado que antes. Sentía todo su cuerpo temblar pidiendo más caricias, más besos... simplemente más. Y Jeno parecía estar dispuesto a cumplir todos sus deseos.
Pero se vieron interrumpidos por el sonido del celular.
Renjun se sentía algo mareado por la intensidad del beso cuando Jeno lo apartó para contestar una llamada.
—¿Sí? —la voz del menor sonó más áspera y grave de lo normal, haciendo estremecer a Renjun—. De acuerdo, ¿dónde estás?
Después de intercambiar algunas palabras más, Jeno terminó la llamada y suspiró. Lucas los estaba buscando. La fiesta se estaba volviendo peligrosa y Yukhei le había prometido a Kun que regresaría a los menores a salvo. Después de acomodarse, salieron de su escondite con las mejillas rojas y una distancia razonable para calmar sus corazones. Atravesaron el jardín donde la fiesta se había convertido en una batalla campal, esquivando botellas voladoras, golpes y patadas al azar y gritos de borrachos.
Lucas y Jeno dejaron a Renjun en su casa, los menores se despidieron con miradas brillantes, sentimientos contenidos y un poco de vergüenza.
Durante el resto de las vacaciones, los besos y caricias seguían, pero la intensidad de aquel momento había quedado escondida.
Por el momento.
Bueno 🤭 esto es lo que pasó en la fiesta que se mencionaba en los primeros capítulos de la historia, así que no hay mucho más que contar del pasado...
¿O sí?... 👀
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Mi Pasado y Mi Futuro (#5)
Fiksi PenggemarEncadenado a su pasado, intentaba hacer lo mejor para su hermano menor. Pero las cadenas tiraban y dolían; después de tanto, continuaba torturándolo. Sin memorias de su pasado, seguía adelante gracias a su hermano mayor. Pero la llegada de una perso...