CAPITULO 5

30 4 1
                                    

XANDER

Observo como Itzel se abraza sus manos, me pregunto por qué no se habrá traído una chamarra o algo así. Me acerco hasta ella, después de todo, no puedo ver cómo se va a su casa de pie con tanto frío, además parece que va a llover, me quito mi abrigo y cuando estoy detrás de ella, se lo coloco, se sobresalta. Se gira y le sonrió.

—Espero que esto te abrigue —digo, mientras que Itzel sigue mirándome sorprendida, después añado—. No es mucho, espero te cubrirá lo suficiente.

—Xan-Xander, no es necesario.

<<Claro que sí>>, considero decirle, sin embargo, no me atrevo.

—Ponte bien el saco, no me gustaría que te resfríes.

—Pero... tú.

—Yo estaré perfecto, además ya debo irme, luego me devuelves el abrigo, nos vemos.

Me alejo de ella, dejándola ahí de pie, sé que me sigue con la mirada, hasta que doblo la esquina. Subo a mi auto y me dirijo a casa.

Supongo que después de un largo día me recostaré en mi cama y dormiré hasta mañana a las doce porque no tengo clase temprano. Mierda, olvidaba que Orlando está en mi habitación y aunque no duerme en mi cama, debe estudiar, porque según él tiene examen, yo los empiezo la próxima semana. Aun así será difícil poder dormir y no porque tenga la luz prendida, pero hace demasiado ruido cuando estudia.

Aunque viendo el lado positivo, siempre pone música clásica y me relaja tanto que me duermo, viéndolo de esa manera no es tan malo; solo espero no ponga rock. Porque si no mis planes en el reino de los sueños se desvanecería.

—¡Xander! — con efusividad Gema.

Mi madre sale de la cocina y me recibe con un abrazo y un beso.

—Gemita, ¿Cómo estás? —le digo a mi prima.

—Bien, creo que ya tengo la primera idea para mi futuro libro, así que mañana iré a un café o mejor aún, iré a alguna biblioteca, y pondré manos a la obra.

—Eso es grandioso, de hecho hay una biblioteca, que está muy cerca de aquí, podrías ir ahí.

—Lo tomaré en cuenta, gracias primito.

Arrugue la nariz, no me agradaba que me dijera primito, el hecho de que sea un mes mayor que yo no le da derecho a decirme primito ¿o sí?

●♡♡●

Los rayos del sol colaban por la ventana, escucho los gritos de mi madre, que me llaman desde el piso de abajo, tomo mi celular y puedo ver que son las once de la mañana y a esta hora mamá ya estaba en el trabajo, así que no debía ser ella, de seguro es Gema, me levanto de inmediato, quizás algo paso y yo estoy aquí acostado en la cama.

—Gema, ¿estás bien? —pregunto agitado, porque baje las escaleras demasiado rápido y por poco y me caigo.

—Ya está tu desayuno.

—No tenías que prepararlo, yo mismo podía hacerlo.

Comencé a comerme un pan tostado que estaba sobre la mesa.

—No lo hice porque sí. Primito.

Lo sabía, nada en este mundo es tan mágico, era de suponerse que no era de a gratis, dejo de comer y me limpio la boca.

—Quiero que me acompañes a comprar ropa y también quiero que me cubras este fin de semana, quede de verme con alguien, solo no le digas a mi tía.

—¿De verdad es obligatorio que yo te acompañe a comprar ropa?

Por lo regular suelo ser muy impaciente con respecto a eso. A las chicas les gusta tardarse horas escogiendo una prenda, además de que presiento que cuando se prueban alguna prenda se quedan más tiempo de lo habitual haciendo poses extrañas para ver si se les ve bien o no —eso es lo que yo me imagino—; Simplemente deberían escoger la ropa con la que se sientan cómodas y listo.

—Sí bobo, si no eres tú, ¿Quién más?

—Está bien, tú ganas.

Ella se alegra y ríe, en fin. Antes tenía que acompañar a mamá a comprarse ropa, ¿Por qué? Porque sí. Aunque viéndolo del lado positivo, también aprovecharé para comprarme ropa.

De acuerdo, pero que sea el sábado, hoy tengo varias clases en la tarde.

—Bien, entonces iré a un café, para poner manos a la obra con mi libro.

—Sé que llegaras lejos, primita.

Veo como Gema se sonroja yo no suelo alagar a las personas porque sí y sé que mi prima tiene talento y es que todos tenemos uno y no todos nacimos para lo mismo, pero estoy seguro de que su propósito es ese.

—Xander, ¿harás algo este fin de semana? —pregunta Andy. Su cabello rubio, caía por su rostro y tapaba sus ojos azul celeste.

Antes de que ella se quitara la melena de la cara, me adelanto y pongo el mechón que caía, detrás de su oreja. Cuando hago esto, ella se pone nerviosa, quito mi mano instantáneamente, no quiero que pueda malinterpretarlo.

—Sí, tengo planes.

—¿De verdad?

—Son planes familiares, Andrea. Perdón.

Desde cuando comprar ropa se ha vuelto un plan familiar.

Se volvió familiar en el momento en que Gema, me pidió que la acompañara. Además, no tengo ánimos de salir.

Andrea se aleja de donde me ubicó y no estoy seguro si se fue molesta o si todo está bien, somos amigos y no me gusta verla así. Quizás deba aclarar mis sentimientos con ella, no quiero darle alas.

Todo sería más fácil si nos atreviéramos a hablar para aclarar las cosas, cuando mi padre engaño a mi madre, la lastimo de una manera brutal, no solo emocional sino también físicamente. Aunque ella tratara de ser fuerte por nosotros, sé que por dentro se estaba rompiendo, quizás mi, hermano y yo fuimos la razón por la que ella siguió de pie y siempre le estaré agradecido por eso. Mi padre se perdió de una gran mujer, pero tampoco soy quien para juzgar a su actual esposa, a final de cuenta yo no sé cómo ocurrieron las cosas.

Me enojo conmigo mismo, porque puedo hacerle daño sin querer a una persona que desde siempre ha sido mi amiga. Además de que presiento que Albert tiene sentimientos por ella y es mi amigo y por supuesto; que los ayudaré a que puedan estar juntos, claro si es lo que ambos desean.

—Quiero algo serio con ella —Arthur, me mira directo a los ojos.

—Vaya hasta que por fin alguien logra enamorarte —menciono con tono de burla.

—La invité a salir —manifestó—. ¿Y tú para cuando nos das la noticia de que tienes novia?

—El amor y yo no somos compatibles.

—Pamplinas. Xander, no todas las chicas son como Amira. Siempre hay alguien allá fuera esperando por nosotros —menciona, haciendo énfasis en la última frase.

—Lo peor de cuando te enamoras, es que te pones cursi con todo mundo.

Intento cambiar de tema, lo cual funciona un poco bien, porque Arthur comenzó a decir que ella no tenía la culpa de que tratara de ser amable. También me informo que Andrea nos había invitado a su cumpleaños. Hace un año lo celebro a lo grande, pero al parecer está vez será una reunión pequeña y solo quiere a sus amigos más cercanos. De todas formas esperaré a que me lo diga ella, no puedo llegar así como así, capaz y no estoy invitado.

***************************************

IG alexaclemente26

La Herida Del Corazón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora