La Herida Del Corazón ©

CAPITULO 25

XANDER

—Orlando, nos tenías muy abandonadas —comenta Gema, mientras abraza a Orlando, que acaba de llegar a casa, para pasar navidad.

—Pero mírate Gema, has crecido mucho, ya no eres la niña que corría desnuda por la casa —Gema se sonroja, tanto que parece un tomate.

—Tenía 3 años, no creí que te acordaras.

—Yo tengo una memoria estupenda —señala Orlando su cabeza, con el dedo anular.

Entorno los ojos, yo realmente no lo recordaba y eso que siempre suelo recordar muy bien mi infancia. Orlando se gira a donde estoy y lo abrazo. Hacía meses que no lo veía y lo había echado de menos.

Creo que nunca es fácil separarte de un hermano al que quieres demasiado y con quien viviste tanto, aunque también es parte de la vida, cada quien seguirá un rumbo distinto y espero que los tres —porque considero a Gema, una hermana— sigamos siendo igual de unidos, como hasta ahora.

—¿Mamá aún no llega? —busca curioso con su mirada algún rastro de mamá.

—No, estará con Carlo, ya sabes arreglando los detalles de la boda —comenta Gema.

Esa boda. Estoy de acuerdo con que mamá rehaga su vida y que para el amor no hay edad, pero hay algo en Carlo que no me termina de convencer.

A veces he considerado que los hombres también tenemos un sexto sentido como las mujeres, aunque no todos lo llegan a desarrollar, muchos son idiotas, como el maldito de Carlo.

Orlando se quedará conmigo, ya que su habitación está siendo ocupada por Gema, él no tiene problema con eso, pero yo sí, extrañare mi soledad nocturna, ya que mi hermano mayor suele roncar en exceso, tanto que cuando dormíamos en la misma habitación a veces no me dejaba dormir, por lo mucho que roncaba.

Reviso mi celular, tengo varias notificaciones de Instagram y también tengo varios mensajes, la mayoría son del grupo que tengo con mis amigos. Están organizando una salida al cine múltiple, la mayoría va a llevar a sus parejas.

August: Xander, cabrón contesta. 18:30 p.m.

¿Qué ocurre chicos? 18:30 p.m.

Albert: Planeamos ir al cine ¿vas? 18:31 p.m.

¿Quién y quién va a ir? 18:31 p.m.

Albert: Nosotros, Andrea, la novia de Arthur
una amiga de Andrea. 18:32 p.m.

August: Si decides venir, tiene que venir
tu novia también, la función
es a las 8. 18:32 p.m.

Bien nos vemos allá. 18:32 p.m.

Genial yo haciendo planes, cuando no estoy seguro de que le den permiso a Itzel de venir conmigo, a lo cual espero que sí, hoy llegaba su familia de Massachusetts, así que quizás decidan cenar solos.

¿Habrá más poder de convencimiento si voy hasta su casa por ella?

Estoy a unas calles de su casa, todo está relativamente tranquilo, ¿su tío estará en casa? No quiero admitir que me da miedo, se ve tan serio, reservado y es un poco más alto que yo, así que sí, me intimida.

A veces me pregunto si Itzel se parece a su padre. No suele hablar de él, pero se que sus ojos brillan y al mismo tiempo se apagan cuando habla de él. Bien dicen que un padre es el primer amor de su hija, supongo que es verdad, por ella puedo notarlo. Para ella no es fácil hablar de él y lo entiendo, es su debilidad, pero nuestras debilidades terminan siendo nuestras mayores fortalezas, solo es cuestión de tiempo para aceptarlas.

Supongo que a veces también tendré que escuchar mis propios consejos.

●♡♡●

Llamo a la puerta, se escuchan demasiadas voces dentro, hay mucho ruido y música, espero que hayan escuchado el timbre, reviso la hora, son las 19:15 p.m. estoy seguro de que llegaremos a tiempo, si es que le dan permiso.

Una chica rubia abre la puerta, viene vestida de rosa, por completo, he de admitir que el maquillaje se le ve lindo.

—Hola —digo un poco incomodo. Aunque calmado porque no fue su tío quien abrió la puerta.

Tenía la esperanza de que ella lo hiciera.

—¿Qué tal?

—¿Se encuentra Itzel? —el rostro de la chica cambia por completo, la sonrisa que tenía en el rostro decae por completo y de golpe.

—¿Para que la quieres? —pregunta con brusquedad.

—Quiero invitarla al cine.

La chica me mira en silencio, espero que no se haya quedado muda, porque sería una lástima, tenía una de las voces más chillonas que he escuchado.

—No, no se encuentra, salió con su novio.

Su novio...

Auch eso dolió, me sentía confundido, enojado, triste, no sabía que tenía a alguien más y la chica se veía tan segura, no sonreía, ni tampoco había algún indicio que me dijera que era alguna broma.

Me sentía en verdad avergonzado.

—Xander, ¿qué haces aquí? —Abril se asoma por la puerta—, ¿quieres que le diga a Stell que baje?

—¿Qué no salió con su novio?

—¿De qué hablas? Mi prima no tiene novio.

Observa a la chica de cabello rubio que está a su lado y está sé gira para entrar a la casa, Abril suspira y me invita a pasar. Entramos en la sala y esta toda la familia de Itzel, que me miran, Abril me presenta como el novio de Itzel, después me deja porque subió a avisarle a su prima que estoy aquí.

—¿Desde cuándo son novios? —pregunta una señora, de unos cuarenta años.

—Eh... desde hace poco.

—Pues que buen gusto tiene mi sobrina —menciona una señora que es la gemela de la otra, porque el parecido es demasiado.

—Señor —me dirijo al tío de Itzel, cuando su mirada cruza con la mía—, podría darle a Itzel para ir conmigo al cine, hoy.

Uf, Xander, ya puedes respirar. No es necesario que sigas conteniendo el aliento.

Las señoras le empezaron a decir que le diera permiso y que no se comportara como un padre celoso, a lo cual termino asintiendo, le daba permiso siempre y cuando no llegáramos tan tarde, con la condición de que alguna de sus primas la acompañara.

A falta de primos hombres, tendría que llevar a una de sus primas, de inmediato la chica rubia que me abrió la puerta se ofreció. Pero la hermana de Itzel, le dijo que sería ella, quien iba a decidir quien la acompañaría. Por lo visto no se lleva tan bien con su prima, ya que, la mirada que le lanzo decía mucho.

Decidí esperar a Itzel en el pasillo principal, aquel que daba de frente a las escaleras, prefería esperarla allí, era menos incomodo, además estaban hablando de temas familiares, en los que yo prefiero no meterme. Estaba mirando la puerta y el suelo, el contraste que estos tenían, además de las plantas de sombra que estaban en el pasillo.

Escucho pasos a mis espaldas así que me giro, Itzel venía bajando las escaleras, se veía tan linda, hermosa, siempre era hermosa, pero el día de hoy se veía aún más linda de lo normal.

Detrás de ella venía una chica idéntica a Sofía —la chica rubia que me abrió la puerta, escuche su nombre cuando Celeste la reprocho—, solo que ella tenía el cabello negro, me pregunto quien se habrá teñido el cabello.

—Hola —saluda Itzel, cuando esta frente a mí, su belleza es mucho más notoria cuando la tengo a escasos centímetros de mí.

—Hola, preciosa —se sonroja de inmediato, se veía aún más linda.

Acuno sus mejillas en mis manos y le doy un corto beso en los labios. Quería besarla desenfrenadamente, pero una voz me interrumpió.

—Ajam, recuerden que yo voy con ustedes —dice la chica pelinegra.

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