CAP 14. PLAN

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Oh no, iba a empezar con su drama, joder.

Me cruce de brazos observándole desde mi asiento como este me rodeaba, ¿Cuántas vueltas había dado ya? Seguramente las suficientes como para marear sus propios pensamientos e impacientarme.

Esto no me está gustando nada —murmuro dando su décima vuelta.

—¿Alguna vez te ha gustado algo? —pregunte con burla cruzándome de brazos. La impaciencia de la situación comenzaba a llegarme —. Gustabo... —intente razonar con él.

—En los años que nos conocemos, jamás has estado ausente una semana, jamás has hecho cosas tan extrañas.

—Estoy infiltrado Gustabo —le recordé exasperado —, el comisario lleva sospechando de mi desde que entre, ¡Seguro sospecha aún mas por tu puta culpa! 

Gustabo detuvo sus vueltas posándome frente mi —. Pues matale —dijo sencillo, me quede completamente estático.

¿Matarle?

—¿Qué? —pregunté confundido, sin salir del shock de sus palabras tan repentinas.

—En un fatídico atraco, disparan al comisario, ¡Oh no, comisario! —fingió una voz aguda y angustiosa en lo ultimo —. ¡No nos dejes! ¿Intente salvare! ¡Volk...!

Mi cuerpo sin tan siquiera darme cuenta estaba tenso.

—¡Lo he pillado cállate! —le grite —, Esta claro de quien sospecharan, me niego —le recordé molesto levantándome.

Gustabo negó con la cabeza pegándome un empujón volviéndome a sentar —. Si lo hacemos bien no —dijo de manera tranquila —. Casualmente una mafia medianamente conocida estaba realizando un atraco. Le disparan y muere. Evidentemente tu no debes de estar con él en el momento del atraco.

Le observe unos segundos.

¿Matarlo?

Es decir ¿Matarlo ahora? ¿No íbamos a matarle cuando ya hubiéramos la suficiente información y confianza? Esto no me gustaba, nos estábamos adelantando al plan.

—No me gusta tu idea, no me gusta nada —las palabras se deslizaron de mi sin poder detenerlas.

—¿No?

—No.

—Sorpréndeme, ¿Por qué no? —pregunto con su humor en decadencia, parecía que no le había gustado nada de nada que me negara o no compartiera el mismo gusto por aquel plan descabellado.

—Nos adelantamos al plan, debemos ser pacientes y hacerlo como acordamos. Si gano la confianza del comisario todo irá perfecto, solo tenemos que esperar un par de meses y...

—¿Qué mierda dices? —preguntó exaltado —. Será peor si te descubre antes, ¿No crees? Tal vez incluso ya lo ha hecho y planea una forma de matarte o decirle al intendente. Nos joderás al completo Horacio. Tenemos que quitarlo del medio ya.

Una parte de mi, una pequeña se arrepentía de haberle contado a Gustabo lo del comisario Volkov.

Y otra aún más pequeña deseaba seguir el plan de Gustabo y sacarlo del medio.

—Vale, nos lo quitamos del medio —me rendí ante su insistencia sin estar convencido del todo.

—¡Perfecto! —exclamo dando una palmada.

—¿Cuándo será? —le pregunté.

—Sorpresa. 

¿Sorpresa? No me gustaban las sorpresas, y mucho menos me gustaban las sorpresas de Gustabo García.

Pecado delicioso. Volkacio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora