12: BRIE
Uno de los vecinos llamó a la policía y a la ambulancia para que vinieran a recoger el cuerpo sin vida de Brie.
Varias personas se reunieron frente al roble, algunas murmurando, otras llorando, otras simplemente miraban sorprendidos la escena que se desarrollaba, cómo la policía descolgaba el cuerpo y lo colocaba sobre una camilla, para luego taparlo con una lona negra.
Entre todas estas personas, estamos Kai y Selene, Calix y yo.
Calix no ha permitido que me soltara de su agarre, y yo he trato de aferrarme al máximo a su cuerpo. Kai y él se han lanzado varias miradas significativas a las que ni siquiera he prestado atención. Tengo la mirada perdida, enfocada en un punto fijo de la oscuridad del campo, he dejado de llorar hace poco, pero aún sigo teniendo sollozos involuntarios. Ni siquiera sé cómo no he tenido un ataque de pánico, supongo que estar en los brazos de Calix ha ayudado bastante.
-Vuelvan todos a sus casas. Todo está controlado.
Cierro mis ojos con fuerza, aferrándome aún más a Calix, sabiendo que mamá estará trabajando toda la noche y tendré que quedarme sola en casa. No quiero quedarme sola, no después de lo que he visto, no por miedo, o por estar asustada, sino por... Por no sentirme sola en un momento como este.
-Vamos, Aria.
Calix me obliga a caminar, el camino de vuelta a casa transcurre en total silencio. Un silencio que aprovecho para pensar en Brie.
No éramos tan amigas, no éramos las más unidas, pero la conozco desde que Lexie me metió en su grupo y Brie, entre otras, siempre se han portado bien conmigo, me han tratado como una más, como si no fuese una desconocida al que acaban de aceptar como si no les quedara más remedio.
Brie siempre ha sido amable, bromista, divertida, siempre ha intentado no dejarme de lado, y de hecho, cuando sentía que molestaba o que simplemente no encajaba con ellas, solía hacer bromas respecto a eso, para hacerme sentir a gusto, una más.
Era una buena amiga.
-Ya hemos llegado, Aria -me informa Calix.
Subo la mirada del suelo para ver mi casa. Suspiro con cansancio, y antes de poder detenerme, una pregunta escapa de mis labios.
-¿Puedes quedarte conmigo? -Calix me mira sin poder creerlo- Solo hasta que consiga dormirme, por favor. No creo que pueda dormir ahora, pero... -dejo la frase a medias, para observar la mirada que se echan Calix y Kai.
-Está bien, vamos.
Me empuja con suavidad, colocando su mano en la zona baja de mi espalda. Abro la puerta sin mucho ánimo, y los dos caminamos en silencio hasta mi habitación, pero antes de tumbarme sobre la cama, me giro para mirarlo.
-¿Podemos tumbarnos en el tejado? -pregunto con una ceja enarcada. Calix sonríe divertido, sacando a luz su lado bromista.
-Entonces te ha gustado mi idea, creo que me merezco una recompensa por tener tan buen cerebro -me río, tomando la almohada de mi cama-. Coge una manta, hace frío y no quiero que te pongas enferma.
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CALIX #1
General FictionLa palabra discreción no significa nada cuando se trata de Huntsville, los rumores en un pueblo tan pequeño como este se extienden casi tan rápido como se disuelve una ola en la arena, tras romper sin delicadeza y brusquedad sobre la superficie para...