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20: CUALIDADES EXTRAORDINARIAS

Apenas he pegado ojo esta noche

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Apenas he pegado ojo esta noche. Mi mente ha estado ocupada pensado en Calix, reproduciendo una y otra vez la conversación tan irreal, estúpida y surrealista que tuvo lugar ayer por la tarde. Cada vez que la pienso, más absurdo me parece todo.

Calix... ¿Un Dios Griego?

No me parecería tan increíble si me hubiese dicho que es un vampiro, o un hombre lobo, o un jodido zombie, lo que sea, ¿pero el sucesor del Dios del Inframundo? Es... Fascinante y aterrador a partes iguales.

Escucho un par de golpes en la puerta de mi habitación, que interrumpen mis caóticos pensamientos. Me levanto para abrir, esperando encontrar a mamá esperando en el pasillo, pero me sorprendo al ver a Calix esperando en el pasillo, vestido con su usual ropa negra, tiene los brazos inertes a ambos lados de su cuerpo y parece... Triste.

—¿Por qué no has entrado por la ventana? —Pregunto ante su silencio.

—Me parecía inapropiado en esta situación.

Y de nuevo, se queda callado.

—¿Por qué no has ido al instituto? —Rompe nuevamente el silencio, mirando mi pijama.

—No he podido dormir.

—¿Has pensado qué vas a hacer? —respiro hondo, negando con la cabeza— Soy malo, Aria.

—No digas eso.

—Lo soy, que contigo actúe de forma diferente inconscientemente no significa que haya dejado de serlo.

—No puedo decidir si eres bueno o malo si no sé el motivo por el que estás aquí. Hasta ahora, con lo que me has contado, no pareces ser tan... Malo.

—¿Qué opinas de que haya matado a gente?

—Iban a morir igual, ¿no? —algo en mi interior se remueve. No puedo creer que haya dicho eso, que le quite carga de culpa a actos tan lamentables como asesinar a alguien.

Lexie, Brie, Sharon... Si lo que Calix me ha dicho es verdad, y tenían su destino preestablecido, no puedo culparlo de sus muertes porque tarde o temprano iban a morir, ¿no? Aunque si yo fuera él, habría buscado otra forma para que no sufrieran, al menos, es lo mínimo que podría hacer.

A pesar de todo lo que ha pasado en las últimas veinticuatro horas, sigo sin querer alejarme de Calix, puede que sea malo, que... Haya tenido algo que ver con las muertes, pero hay algo que me impide alejarme, una fuerza superior a mi voluntad. Me siento atraída hacia él y simplemente es... Imposible ignorarlo, supongo que esto es algo que me lleva sucediendo desde que lo conocí, por mucho que insista en alejarme, nunca voy a ser capaz de hacerlo realmente.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Te debo respuestas, supongo.

Lo invito a pasar. Cierra la puerta cuando entra en la habitación y sin decir nada, se sienta en la silla del escritorio, de nuevo, dejando una distancia prudente de mí. Me siento sobre la cama, cruzando mis piernas bajo mi cuerpo y tomo aire para formular aquello que ronda mi mente.

CALIX #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora