DIOSA PELIRROJA
CALIX
Meses atrás.
Estaba claro que mudarme a un pueblo alejado de la mano de Hades iba a ser una gran ventaja. Nadie sospechará de lo que tramo, y luego, podré desaparecer como si no hubiese sucedido absolutamente nada. Seré como una pequeña llama que aparece para hacerse notar y luego, sin más, desaparece sin dejar rastro, solo el humo que queda como prueba de que alguna vez estuvo allí, el humo, aquello que no le importa a nadie, que es irrelevante para este mundo cargado de ignorantes.
Mi visita a Huntsville será tan breve y escasa que ni siquiera me haré notar. La muerte de sus habitantes será un descuido e inesperado suceso que no tendrá nada que ver con el chico nuevo. El intento de ir desapercibido es algo que por mucho que me esfuerce, no creo que lo consiga, sin embargo, siempre puedo hacer creer a los demás que no soy yo el culpable de todas las muertes que dentro de poco comenzarán a suceder.
—Supongo que asesinar a algunas personas de ese pueblucho conseguirá que nuestro plan al fin finalice.
—¿Tú crees? —Pregunta Hades, con un deje divertido en su voz.
—No creo necesitar a más de diez. Como mucho a tres o cuatro personas, aunque nunca viene mal tener de más.
—Haz lo que creas conveniente, hijo —camina en dirección contraria a mí, para marcharse de la estancia—. No puedo esperar a ver a todo el Olimpo caer a mis pies.
—Estoy seguro de que no nos llevará mucho tiempo. Tu momento se aproxima, padre.
Veo el atisbo de una sonrisa en su rostro que desaparece cuando se marcha tras la puerta. Mi fiel perro aparece por donde Hades salió segundos antes y se transforma en su apariencia humana cuando llega a mi altura.
—¿Consigues detectarlo?
—¿Detectar qué?
—El poder que hay en ese pueblo. Hay una chica cuyo poder es inmenso.
Compruebo sus palabras y confirmo que, tal y como él dice, hay una chica cuya alma tiene un poder ilimitado y extremadamente poderoso.
—¿Cómo no he podido darme cuenta antes, Tayson?
—¿Qué harás con esa chica? —Miro a la pelirroja con una sonrisa ladina.
—Conseguiré su alma cueste lo que cueste. Con su poder no necesitaré a nadie más para poder terminar mi plan.
—¿No te resulta extraño que su alma tenga tanto poder? Nunca antes he visto nada parecido.
—Sí. Pero supongo que cada uno tiene su propia alma, con un poder asignado —comento con aire distraído—. Pero sí es extraño esa clase de poder. ¿No te resulta familiar su apariencia?
—Quizás se me parezca a alguien, pero eso sería una locura —Tayson se ríe y niega con la cabeza—. Esa chica tiene algo especial.
—La vigilaré de cerca —murmuro, cruzándome de brazos—. Voy a descubrir qué es lo que tiene que la hace tan poderosa, y después la mataré.
—Como si fuera tan fácil.
—Lo es, Tayson —frunzo el ceño, mirando a la chica a través de la pantalla del proyector—. Creo que la conozco.
—Quizás es la niña pelirroja que te encontraste cuando fuiste a Huntsville por primera vez.
—Debe ser ella —asiento, mirando a Tayson.
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CALIX #1
General FictionLa palabra discreción no significa nada cuando se trata de Huntsville, los rumores en un pueblo tan pequeño como este se extienden casi tan rápido como se disuelve una ola en la arena, tras romper sin delicadeza y brusquedad sobre la superficie para...