La palabra discreción no significa nada cuando se trata de Huntsville, los rumores en un pueblo tan pequeño como este se extienden casi tan rápido como se disuelve una ola en la arena, tras romper sin delicadeza y brusquedad sobre la superficie para...
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CALIX
Mi pie derecho golpea el suelo en un ritmo rápido e inquieto. No soy capaz de controlar el movimiento que hago, un gesto nervioso e insistente con el que pienso que así podré calmar mi ataque de nervios, porque ni siquiera destrozar mi habitación ha conseguido calmarme y hacer expulsar mi ira.
Unos golpes en la puerta me hacen levantar mi cabeza de inmediato. Mi pecho se hincha con la esperanza de pensar que Aria ha vuelto, que va a perdonarme por ser el mayor idiota que ha existido en este planeta, pero, la desilusión es aún mayor cuando en lugar de verla a ella, a quien veo es a Tayson. Vuelvo a agachar la cabeza.
—Quiero estar solo, Tayson.
—Creo que ahora mismo es lo último que necesitas, amigo —se sienta a mi lado en la cama—. ¿Qué ha pasado? Normalmente no sueles explotar de esa forma, debes estar muy muy enfadado para haber dicho esas cosas tan horribles —suspiro.
—Kai ha escapado. Apolo y su ejército de idiotas me ha amenazado con que... Si no lo encuentro, las consecuencias serían aún más graves que tener a mi hermano suelto. De alguna forma, saben que Aria es mi punto débil, la han mencionado y eso me ha enfurecido. No solo es el hecho de que Kai haya logrado escapar, sino que también va a tratar de hacerme daño, y la única forma de hacerlo es yendo a por Aria. Siempre es ella —murmuro, pasando las manos por mi rostro—, siempre es ella la que tiene que sufrir con las consecuencias. Ya no sólo tengo que preocuparme por mi hermano, ahora también por Apolo, Zeus y sus amenazas, y también se suma el hecho de que mi padre también intenta perseguir y matar a Aria —paso mis manos por mi pelo, revolviéndolo.
—Y te has agobiado —finaliza.
—Me enfada que... Sea ella la que tenga que comerse todas mis mierdas —bufo—. Temo que algún día se canse y... Y no quiera seguir conmigo. Siempre la meto en problemas, y luego es ella la que se lleva la peor parte. No quiero que por mi culpa sufra más de lo que ya ha sufrido, ha perdido a su familia, a su amiga... — Me interrumpe.
—Calix... —Noto el deje de preocupación en su voz— Dime que no le has dicho todas esas cosas... Solo para alejarla de ti —aprieto mis labios con fuerza, negándome a contestar.
—Si no está conmigo, no hay forma de que le hagan daño.
—Pero sí hay otras formas para decir las cosas. ¿Realmente era necesario culparla de todo lo que ha pasado? ¿Decirle que nunca deberíais haber empezado a salir?
—Nunca deberíamos haber empezado una relación, Tayson, por culpa de eso ha pasado todo lo que... Ha desencadenado esto.
—¿De verdad piensas eso? ¿Te arrepientes de haber estado con ella?
—Tal vez no habría sufrido tanto si... —Me interrumpe abruptamente.
—El tal vez ya no existe. Lo hecho, hecho está, no pienses en otras posibilidades porque no sabes qué habría pasado. ¿Te arrepientes de haber estado con ella? ¿De haber pasado tiempo con ella? ¿Te arrepientes de cada risa que te ha sacado? ¿De cada abrazo? ¿Cada mirada?
