El pelirrojo y yo.

Capitulo 31.

*Mensajes 4 de Diciembre*.

Yo: Ignacio.

Yo: ¡¡IGNACIO!!.

Yo: ¿Por qué ya no me hablas?):

Yo: Okey, si quieres la ley del hielo, eso obtendrás.

Yo: Hablame):. ¿Que hice?.

*Mensajes 5 de Diciembre *.

Yo: ¡Hey!, hoy terminaron las clases y con Paty vamos a tomar algo, ¿quieres ir?. Se que no me responderás, así que te voy a dar el nombre del bar: "Tomwisk", te espero(:.

*Mensajes 6 de Diciembre*.

Yo: ¿Por qué no fuiste?, esta vez nadie me cargó porque no podía subir la escalera):.

Suspire. Tome mi celular y llame por décima vez en el día a Ignacio.

Tut, tut, tut. Deje su mensaje en el buzón de voz.

- Emm... Hola, sí, soy yo, de nuevo. - Reí tontamente como lo hago siempre que estoy nerviosa. - Solo quería decirte que faltan 8 días para el mejor día de nuestras vidas. - Hice énfasis en la palabra nuestras. - Nuestras Ignacio. No mía y de alguien más, tuya y mía. - Cerré los ojos. - Te extraño. Mucho. Llámame. Te quiero.

Y colgué.

¿Que iba a hacer?. Ignacio no me hablaba. Paty estaba de vacaciones con Sebas, (que a todo esto no lo había visto desde ese día en la universidad). Las ingratas de Natalia y Denise estaban completamente desaparecidas del espacio. Y... Ya no hay nadie más.

Puse la canción Heroes de David Bowie y me quede completamente dormida en el sofá.

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Desperté con la canción Asleep de Thr Smiths y con el escandaloso ruido del timbre que no paraba de sonar una y otra vez a cada segundo.  Definitivamente la persona al otro lado de la puerta estaba desesperada.

Abrí todavía adormilada, y sin siquiera poder decir hola antes, el pelirrojo habló:

- ¿Como puedes hacer para no pensar en mi a cada segundo?. - Me quede sin palabras. Muda. Al ver que no le iba a responder, habló de nuevo. - Porque yo, sinceramente, desde que te vi ese día en la universidad, no dejo de pensar en ti.