Capitulo 11.

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Salir o no salir, esa era la cuestión.

Si no salía, iba a faltar otra vez a la universidad, y eso sería abuso.

Si salía, tenía asegurada una conversación con Daniel.

«Solo sale maldita, si no aprendo algo nuevo, moriré

Empuje la puerta del vestíbulo y vi como Daniel me miraba detrás de sus lentes oscuros.

- Hola Als.- Se acerco a mi para saludarme, pero yo me aleje un poco (MUCHO) de él. Se rasco la nuca y se alejo unos centímetros. - Yo..., solo...

- Si vas a hablar habla bien, si vas a seguir hablando así, es mejor que entres a tu auto y te vallas.- Dije mucho más cortante de lo que quería sonar.

- Yo solo venía a preguntarte si querías que te llevara. -Sonrió, pero al ver que yo no le devolvía el gesto, la sonrisa desapareció.

- No. No quiero que me lleves, puedo irme sola, gracias. -Camine unos metros, pero el me comenzó a seguir. - Daniel, por favor, dejame tranquila, no quiero saber nada de ti, ni quiero estar cerca de ti..., -Quería gritarle unas buenas palabrotas, pero me aguante. - Agh. Quiero pensar que ni existes.

- ¿Leíste la carta?.- Ahora esta serio. Reí a carcajadad. -¿Por que ríes?, no entiendo.

- El motivo de tu carta tenía dos opciones: 1-. Podía decir cuanto lo sentias, que lo hiciste sin pensar, que sentías celos y que por eso lo hiciste. 2-. Tal vez expresaba todo el amor que sentías por mi, todo lo que sentías desde hace tanto tiempo, pero no me lo dijiste hasta que yo estuve con otra persona y era feliz.

Dos posibles temas de tu carta. Dos temas que no me interesan en lo absoluto. Dos temas que tal vez los escribiste en una carta porque no tenías el valor de decírmelo en persona.

- Yo nunca dije lo que sentía por ti por miedo a que tu no sintieras lo mismo..., por miedo a ser rechazado.- Bajo la mirada.

- Si hubieses sido un poco menos cobarde, y me lo hubieses dicho antes de que Fabián volviera a aparecer en mi vida, habrías descubierto que yo sentía lo mismo por ti.- Me miro con sorpresa.- ¿Por que crees que rechazaba a todos menos a ti?, ¿por que crees que siempre me sonrojaba cuando me decías algo lindo?, ¿alguna vez viste mi expresión cuando me abrazabas o me invitabas a salir?, es obvio que no, y eso me hace pensar que tu no sentías nada por mi hasta que encontré a otra persona que apenas se dio cuenta de que me amaba me lo dijo en cuanto pudo...- Caminé hasta la esquina donde el semáforo aún estaba en rojo.

- ¡Alaska!. - Gire mi cabeza.- ¿Que sientes por mi ahora?.

- Nada.- Respondí fría.- El espacio que ocupabas en mi corazón lo rellenaron mis amigas y mi novio.

- ¿No...- Se acercó a mi y tomo mi rostro.- ¿Novio?.- Término la palabra como si un cuchillo le hubiese atravesado el corazón. Supongo que yo soy el cuchillo.

Quite sus manos de mi rostro.- Si. Fabián. Él es mucho mejor que tu.

Y ahora sí crucé la calle y me diriji apresurada hacía el lugar donde tomaba el taxi.

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- ¿Así que alguien por fin se decidió a venir a explotar su cerebro?.- Escuche a Paty decir aquellas palabras detrás mío. La abracé y ella rió.- Amiga, te vi hace un día más o menos.

El pelirrojo y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora