Doble la esquina, y cuando confirme que Fabián no me seguía, me introduje al callejón que llevaba la pequeña calle.
Como me dijo Daniel, espere un rato, hasta que lo vi salir entre las sombras.
- ¿Lo hiciste?.- Asentí con el corazón roto, sabía que si hablaba rompería a llorar. - Muy bien mi bebé.- Se acerco a mi y tomo mi rostro, mi instinto me decía que lo empujara y saliera corriendo, pero no podía. - Juro que ahora todos seremos felices.- Se acero a mi y me beso. Sentí un asco tremendo, pero le seguí el juego, cualquier paso en falso podía arruinar el sueño de Fabián. -Te amo Alaska, y se que tu todavía no me amas, pero haré todo lo posible para que tu vuelvas a amarme.- El sonrió, trate de sonreír, pero en vez de eso me salio una mueca.
Quería volver a besarme, pero yo me aleje: - Hey..., estoy muy cansada, y mañana tenemos examen, ¿podemos hacer esto otro día?, me refiero a lo de besarnos y ser la hermosa parejita.
- Pero..., podemos estudiar juntos.
- ¡NO!. - Daniel fruncio el ceño. - Antes tengo que ir a la casa de mis papás..., me voy a demorar mucho allá.
- Okey...- Beso mi mejilla.- Mañana será... Adiós.- Tomo mi mano y la besó, después de esto se fue.
Traté de caminar a mi departamento con la mente en blanco, pero no me fue posible. ¿Como las cosas pueden cambiar tanto de un día para otro?, ¿como todo se puede derrumbar por culpa de una sola persona?.
Sin darme cuenta ya había llegado al edificio. Camine las 20 cuadras mas rápido de lo que quería.
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*Mensajes*
Fabián mi amor: Alaska..., por favor, tenemos que hablar..., necesitamos hablar.
Quería salir corriendo hacía donde estaba Fabián, abrazarlo y decirle que todo esto era por él y nada más que por él, que esto se terminaría y que pronto estaríamos los dos juntos de nuevo, que todo volvería a ser normal. Pero no podía..., simplemente no podía...
Yo: ¿Hablas en serio?, ¿cuando ya terminamos se te ocurre la brillante idea de que tenemos que hablar?. Creo que esto lo tenías que haber hecho mucho antes.
Fabián mi amor: Nos sabes cuanto te amo..., lo dejaría todo por ti..., eres lo mejor que me pudo pasar en esta vida de mierda que me toco tener.
¿Vida de mierda?, ¿de que esta hablando?.
Tire el celular al piso. Este callo ruidosamente haciendo que la pantalla se quebrara por completo y que la batería volara por los aires.
No me importo. No iba a soportar tenerlo en mis manos y no poder llamar o escribirle a Fabián que lo amo y que ocupa gran parte de mi corazón.
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El pelirrojo y yo.
De TodoAlaska Black siempre estuvo enamorada del mismo hombre sin darse cuenta, aunque su mente no recuerda el nombre Fabián como algo importante, su corazón se acelera cuando lo escucha. ¿Y si un día todo cambia?. ¿Y si un día aquel nombre vuelve a tener...