Un mes después.
Había psado un mes.
Un mes en el que me había sentido completamente sola.
Paty y Sebas salían desde que salíamos de la universidad hasta las 8:00 de la tarde.
A las 9:00 Sebas se iba a la universidad, (estudiaba de noche).
Daniel pasaba la mayor parte del día conmigo. Algo que no soportaba, pero no tenía opción. Me hablaba y hablaba. No paraba. Parecía un loro. Yo solamente le respondía asintiendo; mi cabeza estaba en otro lado, estaba con él. Mi cabeza sólo pensaba en Fabián.
Fabián... No lo había visto desde aquel día en el café.
Necesitaba verlo. Necesitaba ver su sonrisa, sus ojos..., su cabello.
La chica que me trajo a mi departamento el día del "me vale", (había decidido llamar así a ese día para que cuando sintiera pena o algo que no fuera odio por Daniel, recordara ese día y volviera mi rencor); se hizo mi amiga. Nos mensajeabamos de vez en cuando.
- ... y entonces empieza a llover goma de mascar, y el hombre queda impresionado porque pasó justo lo que sus sobrinos dijeron.- Daniel me estaba contando una película que habíamos visto unas 10 veces en su casa. Él rió. Yo asentí.
Sentí que se levantaba del sillón y comenzaba a gritarme.
No tengo idea de que estaba hablando, bueno, gritando.
Siempre lo hacía, siempre me gritaba cuando estábamos solos, desde el día del "me vale".
- Dani..., sabes que no me gusta que me grites.- Dije calmada y con un tono de voz muy suave.
- Me va— Enfurecí. No iba a permitir que me tratara así, ni que volviera a decir me vale en frente mío.
- ¿Te vale?, ¿eso quieres decir?.- Comencé a gritar. - Se supone que te tiene que valer mi opinión, soy tu "novia".- Dije haciendo gestos con las manos.- Creo que me amas, y si es así te tiene que importar mi opinión, mi estado y todo lo que a un buen novio le debe importar.
- ¡¡CÁLLATE!!
- ¡¡NO ME VOY A CALLAR!!, ¡¡Y NO VOY A DEJAR QUE ME SIGAS TRATANDO DE ESE MODO!!.- Tome mi bolso y me fui.
••••----
- ¿Ya te vas?.- Le pregunté a Sebas sin despegar mis ojos del televisor. - Son recién las 7:00
- Si, tengo que terminar un trabajo con unos amigos. - Me quedó mirando un rato. - ¿Te pasa algo?.
Me pasa que cuando más necesito a alguien, me dejan sola todo el día. - Nada.- Me límite a decir.
- Tu no eres así. Eres alegre, feliz, te encanta hacer bromas. Pero este último mes..., estas triste, decaída. No me puedes decir que no te pasa nada.
Suspire con el fin de controlar las lágrimas.
- ¿Eres feliz con tu novio?.
Lloré.
••••----
Me sentía más liviana, incluso un poco más feliz.
Después de mucha insistencia de parte de Sebas, le conté todo. TODO. Sí, eso incluye lo del trato con Daniel.
Le hice jurar y re-jurar que no se lo iba a decir a nadie. Menos a Paty. Me dolía no poder contárselo, pero ella podía ser la mayor amenaza. A veces se le salían las cosas. Era por impotencia o rabia, decía ella.
- Señorita Alaska, antes de irse ¿podría ir a dejar estos papeles a mi oficina?, por favor.- Suspire.
- Claro.- Recibí los papeles y me dispuse a ir lo más rápido posible para no toparme con Daniel.
Mientras caminaba mi celular vibro avisandome que me había llegado un mensaje.
Bárbara: Holaaaa.
Iba a responder cuando choque con alguien.
- Perdón, estaba—
- Alaska...- Era una voz iluminada con un toque de felicidad.
- Fabián...- Levanté la mirada y vi como esos ojitos tan bonitos brillaban al ver mi rostro. - ¿Que haces aquí?.- Abrazalo, abrazalo, abrazalo... Me crucé de brazos para aguantar las ganas de tirarme hacía él y fundir mis labios en los suyos.
- Yo..., vine a..., ya sabes, la matrícula de..., agh.- Suspiro.- Vine a verte porque te extraño maldita sea. Te extraño Alaska.
Baje la mirada para que no notara que unas pocas lágrimas salían de mis ojos. - Rindete Fabián..., ya rindete.
- No.- Tomó mi menton y me obligó a mirame.- No lo haré. ¿No entiendes que yo solo me rendiré el día en que te vea en el altar con otro que no sea yo?.
Lo abracé. No podía controlar mis impulsos.
Sentí como unas gotitas de agua caían sobre mi cuello. Sus lágrimas.
Yo también comencé a llorar. - Tu no te has rendido, pero yo si.- Le susurré al oído. - Podemos ser amigos Fabián. - Una punzada en el corazón. - Podemos vernos cuando quieras..., podemos salir a comer..., podemos hacer todo normal, como antes.
- Solo que sin la mejor parte. - Nos separamos y me seco las lágrimas que mojaban mis mejillas.- Los besos.
- Fabián...
- Perdón.- Saco un mechón de pelo que estaba frente mis ojos. - No puedo aguantarme.
Comencé a revolver mi bolso hasta que encontré lo que buscaba.
La foto donde estábamos Fabián y yo.
La foto de la dedicatoria.
- Esto es tuyo.- Le sonreí y se la entregué.- No me pertenece.
- Antes era mía, ahora—
- No. Siempre a sido tuya.- Volví a sonreirle y el recibió la foto. Mire los papeles.- Tengo que ir s entregar esto - Levanté los papeles.- Adiós.- Le di un beso en la mejilla, y sin esperar una respuesta, me fui.
Camine 10 pasos y me encontre con Daniel. No dijo nada, solo tomo mi mano.
Seguí caminando sabiendo que Fabián me observaba con el corazón roto.
Pude ver los ojos y el cabello de Fabián, menos su hermosa sonrisa.
••••----••••----••••----••••----
¡Hola!.
1000 vistos. ¡¡1000 vistos!!. Estoy muy feliz y muy agradecida por todo.
Por sus comentarios, por sus votos, por todo.
¡¡Muchas gracias!!.
Los quiero a todo@s.
Atte: Issa♣
ESTÁS LEYENDO
El pelirrojo y yo.
AléatoireAlaska Black siempre estuvo enamorada del mismo hombre sin darse cuenta, aunque su mente no recuerda el nombre Fabián como algo importante, su corazón se acelera cuando lo escucha. ¿Y si un día todo cambia?. ¿Y si un día aquel nombre vuelve a tener...