El pelirrojo y yo.

Capitulo 33.

Y en ese momento, en el momento justo donde recuerdas los últimos meses, te das cuenta de que haz cometido errores fatales, haz tomado decisiones estúpidas y haz perdido a más gente de la que querías perder.

Yo, Alaska Black, dos semanas después de lo sucedido, me doy cuenta de que realmente la he cagado, que fui una tonta por no haber hecho las cosas en el momento, y que ni yo se lo que realmente quiero.

- Niña..., ¿no me escucho?. El niño Ignacio ya no vive aquí, el se fue de aquí hace unos días. - No respondí, aún así seguía caminando hacía el ascensor.

Él no estaba. No seguía ahí. Se había ido. Pero sentía que una parte de él estaba rondando por su departamento. Y yo, quería sentir lo último que quedaba de él.

El ascensor llego al piso y salí disparada de él.

Pase los dedos por la puerta y comencé a llorar. Llorar. Y llorar. Pero no por él, si no por nuestros recuerdos y..., que mierda, si lloraba por él.

Toqué la puerta, esperando a que Ignacio me abriera, que apareciera tras la puerta y me rodeara con sus cálidos brazos y me dedicara una de esas perfectas sonrisas.

Y por millonésima vez desde ese día en el concierto pienso que lo que empezó con la mentalidad de ser una noche perfecta, término siendo la peor decisión de mi vida.

Seguí tocando la puerta, seguí esperando ver sus ojos, pero en vez de eso, solo divise a una chica alta rubia, con las mechas teñidas de rosa y los ojos más verdes del mundo, aún más verdes que los de Ignacio.

- ¿Necesitas algo?.- Dijo un poco amablemente. Tenía una voz suave, (nada comparada con la mía).

Me seque las lágrimas y recupere un poco la compostura. - Perdón, no sabía que alguien más ya vivía aquí...- Vi muchas cajas envueltas y unos discos en el suelo.

- Oh, no, yo no vivo aquí, solo estoy envolviendo algunas cosas que mi hermano olvido.

¿¡Hermano?!. ¿Escuche bien?.

- Tu...- Carraspeé. - , ¿eres la hermana de Ignacio?.

- ¿Tu conoces a Ignacio?. - Abrió mucho los ojos. Me dio un poco de risa. - ¿De casualidad tu eres Alaska Black?.

- Uhm... Si. - ¿Esto será bueno o malo?.

- Mi hermano siempre me hablaba de ti...

- Perdón, - Me apoye en la puerta. - aún no respondes mi pregunta...

- Perdón. - Suspiro y sonrió un poco. - Sí. Soy la hermana de Ignacio. La melliza. No nos vemos mucho, pero siempre hablamos, y cada vez que lo hacíamos, él no paraba de hablar de ti. - Sonreí un poco y una lágrima rodó sobre mi mejilla. - Lo ayudaste mucho.

La miré confundida. - ¿En qué sentido?.

- Bueno..., antes de ti..., era una persona muy callada, no salía nunca y solo escuchaba el rock más triste que encontrara... Antes de ti realmente no recordaba la última vez que una sonrisa se asomo por su cara. Estaba muy mal desde que su ex-novia había terminado con él, el la amaba mucho, y que ella se fuera con su "mejor amigo" le dio justo en el corazón. - Sonrió a medias. - Tal vez el nunca te lo haya dicho, pero yo lo diré por él: gracias.