Dos semanas después.
"Las salidas secretas" me habían estado subiendo el ánimo.
Estaba recuperando mi felicidad, mi humor de siempre y parecía que todo iba mejor.
Ya no me sentía tan sola.
Paty y Sebas ya no estaban juntos todo el día.
El papá de Daniel lo obligaba a ir con él a trabajar después de la universidad.
Y lo más importante, tenía a Fabián devuelta.
Todos los días a las 12:00 en punto estaba el esperándome junto a los discos de Los Kiss.
No hablábamos mucho, sólo eran miradas y más miradas. De vez en cuando un hola o un beso en el rincón de la tienda.
- Hey Alaska, ¿adonde vas?, se supone que no íbamos a ver una película. - Paty estaba parada en el marco de la puerta de mi cuarto.
- Voy a comprar sushi.- Dije arreglandome el gorro para que no se me viera ni un mechón de cabello. Luego me puse mis lentes oscuros.
- ¿Por qué te pones lentes?.- Ugh. Paty. Cállate. Algún día entenderas.
- No son míos. Tengo que devolverlos. - Tome mis botas y me las puse. Vi el reloj que estaba en la mesita de noche. 11:40. Dios.
- Humm... Okey.
Detrás de Paty apareció Sebas, que al instante dijo: - ¿A donde vas?.
- A comprar sushi.- Sonreí. Sebas y yo hablábamos en código cuando estaba Paty.
A comprar sushi: Voy a ver a Fabián.
Me vale: Viene Daniel.
Quiero comer miel: Viene Paty. (Ese lo había inventado Sebas. Claro).
Mi amigo me devolvió la sonrisa. - Suerte.- Dijo para luego retirarse de mi habitación. Paty lo siguió.
••••----
Mire la hora desesperada.
12:40.
Fabián..., dónde carajo estabas.
- Disculpe señorita, ¿la puedo ayudar en algo?, ha estado mucho tiempo aquí.- El chico que estaba atendiendo la caja me habló por primera vez desde que había hecho frecuente mi visita a la tienda.
¿Que digo ahora?. - Sí..., estoy buscando algo de Panda. - Lo primero que se me vino a la cabeza fue eso.
- Oh..., perdón, pero esos se agotaron hace una semana. Creo que llegan más el Jueves. - Sonrió triste.
No podía irme todavía. Tenía que esperar a Fabián. Estaba segura de que iba a llegar. No me iba a decepcionar. - ¿Y algo de Los Kiss?.
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El pelirrojo y yo.
CasualeAlaska Black siempre estuvo enamorada del mismo hombre sin darse cuenta, aunque su mente no recuerda el nombre Fabián como algo importante, su corazón se acelera cuando lo escucha. ¿Y si un día todo cambia?. ¿Y si un día aquel nombre vuelve a tener...