Embarazado de mi amigo ||TAEGI||

38

—Mamá...¿Porqué lloras? —preguntó un pequeño y muy confundido Taehyung. Hace apenas un par de segundos, estaba jugando a las escondidas con su madre, ellos se estaban divirtiendo mucho, entonces, ¿porqué su mamá se había detenido de repente?, ¿porqué estaba temblando de esa manera?

—Amor, ve a tu habitación.

—Pero yo quería seguir jugando contigo —dijo Taehyung haciendo un puchero—es raro cuando juegas conmigo.

—Tae, por favor...

—Omega.

Taehyung notó como su madre se tenso al momento de escuchar la voz de su padre, pero él no entendía por que, después de todo, el siempre hablaba en el mismo tono de voz, y sin embargo su madre siempre reaccionaba de esa manera, como si sufriera.

—Soo Hyun, no, por favor, ahora no, estoy jugando con nuestro hijo.

Taehyung observó la mirada de su padre sobre el, antes de volver la mirada hacia su madre.

—¿Entonces quieres que te coja delante de él?, ¿es lo que quieres?

—Te odio —dijo la mujer, soltando un par de lágrimas.

Taehyung sintió las manos de su padre sobre sus orejas, sin embargo, eso no fue suficiente, pues aún, después de tantos años, aquellas palabras de su padre que no sólo si logró escucharlas, se habían quedado muy presentes en su memoria.

—No creas que yo te amo o algo similar, si estoy contigo es por que mi estúpido lobo por alguna razón, se niega a abandonar a su Omega destinada, así que no te hagas una idea equivocada, no eres especial.

Taehyung noto como su madre comenzó a llorar, a la vez, que su respiración se volvia cada vez más irregular.

—¿Mamá?

—Ves, tu propio lobo no se puede negar a mi—dijo el padre de Taehyung, acercándose cada vez más a la madre de Taehyung, e inhalando su aroma—Omega.

—Yo no quiero—dijo la mujer entre lagrimas—alejate...

Taehyung al sentirse bastante incómodo, había decidido irse a su habitación, donde pasó la tarde viendo caricaturas en su televisor.

Cuando su pancita comenzo a doler de hambre, se decidió a bajar a la cocina, quizá podría prepararse un Sandwich de mermelada o crema de maní.

Sin embargo, lo que vio al bajar, lo dejó completamente perplejo, aquella imagen quedando grabada en su mente para siempre. Su madre en el piso, llorando y diciendo una y otra vez que todo era culpa de la marca, que si no fuera por ella, no tendría por qué estar atada a una bestia como lo era su padre, un Alfa.

Entonces Taehyung a su corta edad comprendió una cosa, la marca era mala, hacíendo a las personas actuar por instinto, y no por decisión propia. La marca era como una cadena invisible, que te ataba a una persona, sin importar tus sentimientos, tus verdaderos sentimientos.

Con el tiempo, Taehyung comprendió algo más, el entendió que era lo que sus padres hacían cuando éstos se encerraban en aquella habitación, y su mente relacionó todo, como el hecho de que su madre en esos momentos tenía las mejillas totalmente sonrojadas y se encontraba sudando. Si, ella definitivamente se encontraba en celo   en ese momento, cuando padre casi la desnudaba ahí mismo, importandole poco que su hijo estuviera ahí  presente, presenciando absolutamente todo. Y de nuevo, con ello, llegó otra lección empírica, los instintos de un Alfa era algo realmente aterrador.

Y eso solo lo confirmó el día que se presentó, llamando a su Omega internamente para que le ayudara a calmar su dolor.

Omega que se presentó ante el al día siguiente.

Taehyung lo supo desde ese momento, sabía que YoonGi era aquel Omega que el destino y la madre luna le había mandado, era imposible no saberlo. Sin embargo, el como su lobo había reaccionado al momento de verlo, no sólo lo había asustado, si no que se había dado cuenta de que no era tan diferente a su padre, aquel hombre que se había jurado que jamás sería como el.

Entonces Taehyung lo decidió, que ignoraria su destino con tal de proteger a YoonGi, y a sí mismo.

Era bueno que YoonGi no lo hubiera notado, que lo siguiera tratando como lo que era, su mejor amigo, y Taehyung estaba bastante feliz con esto, o algo así, pues, aunque el no quería enlazarse a YoonGi, el no había  podido evitar desarrollar sentimientos por su amigo, o al menos eso llegó a creer, cuando deseo poder sentir los labios de YoonGi sobre los suyos.

—Oye YoonGi...

—¿Mmh?, ¿qué pasa?

—¿Creés que es raro que aún no haya dado mi primer beso?

—No creo, bueno, no lo se, yo tampoco lo he dado, así que no sabría decirte si lo es o no—dijo YoonGi encogiendose de hombros—¿Porqué lo dices?

Taehyung lo dudo por unos momentos, pero finalmente dijo aquello que había querido preguntar desde hace tiempo.

—¿Y qué te parece si nos damos nuestro primer beso entre nosotros?, antes de que digas algo, piénsalo, somos amigos, ¿cierto?, podemos practicar entre nosotros.

—Estás loco—dijo YoonGi entre risas.

—Tienes razón —dijo Taehyung, sintiéndose bastante avergonzado —lo siento, no debí decir eso, solo olvidalo.

YoonGi soltó una risita antes de ponerse frente a Taehyung, colocando sus manos sobre sus hombros.

—Hazlo rápido.

Taehyung miro los pequeños labios de YoonGi y luego suspiró

"Solo una vez" , pensó en aquel entonces y luego lo beso, dejando ir cualquier sentimiento en su interior mediante ese beso.

Aunque tal vez, Taehyung se hubiera permitido seguir sintiendo, si no fuera por lo que su madre comenzó a hacer, pocos días después de eso.

Taehyung soltó el aire retenido en sus pulmones y luego se estiró sobre aquel duro sofá, miró la hora en el reloj de su muñeca, percatandose de que faltaba poco para que vinieran las madres de YoonGi, por lo que, decidío que ya era hora de despertarlo.

Se levantó y se dirigió a la habitación, notando que esta se encontraba abierta.

—¿Estás despierto?—fue lo primero que preguntó Taehyung al entrar a la habitación.

YoonGi suspiro, removiendose un poco entre las sábanas, la verdad era, que no había dormido nada en lo absoluto, pensando una y otra vez sobre lo que había pasado la noche anterior, eso, y tratando de tranquilizar a su lobo, quien se había quedado bastante inquieto desde entonces.

—YoonGi.

YoonGi no respondió, quedándose quieto en su lugar.

—Se que estas despierto, ya levántate, tus madres están por llegar.

—Avisame cuando lleguen, quiero dormir un poco más.

Taehyung asintió, cerrando la puerta tras de él, e ignorando los reclamos por parte de su lobo, quien le suplicaba por ir a consolar a su Omega.