La hermana de Zayn Malik

#24

Diana despertó junto a Louis. Él la miraba con una sonrisa mientras la rodeaba con su brazo y le acariciaba el pelo. Ella lo besó suavemente para luego levantarse cubierta con una de las sábanas. Él rió levemente y se acercó para volver a besarla.
-Te amo.- susurró en su oído.
-Yo te amo todavía más.- dijo ella rodeándola con sus brazos y dejando que ambos pechos sostivieran las sábanas.
Diana entró a ducharse y, al salir, dejó que su novio hiciera lo mismo. Cuando él salió, la encontró luchando con su cabello y sonrió.
-¿Te ayudo?- preguntó. Ella lo miró y sonrió asintiendo.- Extrañaba esto. Te extrañaba, sé que soy un estúpido pero espero poder merecerte....
-Ay, callate,- rió ella.- mejor callate y abrazame fuerte. No sos un estúpido.
Louis sonrió y la abrazó con fuerza besándole la mejilla. Ambos se dejaron caer en la cama riendo a carcajadas. Él la besó, ella lo besó, ambos se besaron, todo estaba bien, ahora lo estaba.
Salieron de la habitación luego de un rato y bajaron a almorzar. Todos dormían.
-Buenos días.- dijo una voz femenina a sus espaldas.
Ambos voltearon con el ceño fruncido encontrándose a una hermosa rubia en ropa interior. Ella tenía sus ojos cerrados y se tomaba la cabeza a causa del dolor. Diana tomó la mano de Louis y volteó, volviendo a sentrarse en el almuerzo. El chico la rodeó con sus brazos por la espalda mientras le susurraba canciones al oído.
-¿A vos también te trajeron acá anoche?- preguntó la chica.- Estos cinco chicos... Tenemos mucha suerte.
-¿Disculpa?- preguntó Diana incrédula.
-Ah, veo que estuviste con él, tendríamos que vernos algún día.- dijo mirando a Louis provocativamente.
-Mirá,- dijo Louis.- no sé quién te trajo a esta casa, seguramente fue Harry, pero me gustaría que no nos molestaras ni a mi novia ni a mi. Y por favor, esta no es tu casa, nadie necesita verte tan ligera de ropa.
La chica se quedó boquiabierta, igual que Diana, que no se lo esperaba.
-Mejor vamos a comer arriba, amor.- dijo Diana depositándole un beso en los labios.
Él tomó los sandwiches y ella los vasos con jugo y subieron. Vieron a Harry salir en boxers de la habitación medio dormido.
-¿La traes a la casa y ni siquiera le prestas una camisa?- dijo Louis.
-Amor, no lo molestes.- pidió la chica mirándolo suplicante.- Vamos que ya me dio hambre.
-Por ahí la embarasaste otra vez.- rió Harry sarcasticamente.
-Si así fuera,- le cortó Louis mirándola a ella.- le daría las gracias a Dios.
Ella sonrió inconscientemente y ambos entraron a la habitación, dejando a Harry en el pasillo conteniendo toda su rabia. Louis iba a pagarle todas y cada una de las que le había hecho.