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La puerta del cuarto se abrió y Liam entró.
-Sé que no es de mi incumbencia, pero llevas tres días sin comer.- dijo dejándole una bandela con sandwiches y un vaso con agua.
-Gracias.- murmuró ella sin moverse.
-Si necesitas algo, mi puerta es la del final del pasillo.- dijo él y amagó con acariciarle el pelo.
-Está bien. Gracias....
-Liam.- dijo él.
Ella lo miró a los ojos y él le sonrió antes de irse.
Cuando Liam volvió, ella estaba dormida y la bandeja estaba vacía. No era tan dura como aparentaba.
La chica bajó las escaleras a la hora de la cena. Los chicos la miraron sorprendidos y le sirvieron de comer.  Nadie decía nada pero a ella no parecía importarle ni incomodarle como a los demás.
-¿Te gusta?- preguntó Liam.
Ella asintió suavemente sin levantar la vista. Nunca habían guardado tanto silencio y sabía que era porque ella estaba ahí. Le gustaba alterar el orden a veces y más si eso implicaba fastidiar a Zayn.
Cuando terminaron de cenar ella se encaminó a la escalera, pero Zayn la detuvo.
-Lavá los platos.- le dijo frío y se tiró en el sillón con el control en la mano.
-Por favor.- dijo ella recargándose en una de sus piernas.- Pedilo por favor.
-¿Por qué iba a hacerlo?- dijo él y encendió el televisor.
-Porque mamá nos enseñó a decir por favor y gracias.- dijo ella seca, punzante.
Él la miró con odio.
-Usas a mamá para no lavar los platos.- rió amargamente él.- No me sorprende.
Ella se acercó para golpearlo pero unos brazos la rodearon al instante.
-Es gracioso acordarse de cuando íbamos juntos a todos lados.- dijo él y le apartó un mechón de cabello del rostro.- ¿Te acordas? Eras una nena tan buena, ahora sos tan violenta.
-Por algo será.- dijo ella. - Si no te hubieras olvidado de mí esto no habría pasado. No hubiera tenido que aprender boxeo, ni me habrían dejado sola, ni se hubiese vuelto todo una mierda.
Harry abrió los ojos como platos y los miró alternativamente.
-¿Cuándo hiciste boxeo?- preguntó Zayn sorprendido.
-Después de que te fuiste. Lo recomendo mi psicóloga. Pero eso no lo sabes. No estabas.-masculló.
-¿Ibas al psicólogo?- preguntó el moreno todavía mas sorprendido.
-¿Pensas que de un día para otro se supera que tu hermano te abandone?¿Que se olvide de vos?¿Que el hecho de que papá y mamá no paraban de pelear no iba a afectarme?- dijo ella furiosa.- Sufrí un ataque en mi fiesta de 15 años. Te esperé hasta el último segundo. Que imbécil. Te esperé.-río sin gracias.-Me quedé esperando en la puerta toda la noche como si a vos te importara. Nunca apareciste. ¿Cómo crees que se supera eso?
-Yo no sabía...- empezó él pero ella le cortó.
-No, no sabías.
La chica se soltó del agarre de Liam y fue a lavar los platos.
-Diana...- dijo el chico entrando en la cocina luego de unos minutos.
-No.- dijo ella cerrando el agua.- No digas nada.
Le pasó por al lado y subió las escaleras rápidamente. Se metió en la habitación, cerró con seguri y se quedó dormida.
A la mañana siguiente bajó con unos pantalones negros, una musculosa y una campera de cuero.
-¿A dónde vas?- preguntó Zayn.
-Es el cumpleaños de Peter y Carol.- dijo ella.
-No sé quiénes son.- dijo él.
-Mis mejores amigos.- dijo ella molesta.- Otra cosa que no sabes. ¿Verdad?
Él la miró enojado y se acercó a cerrar la puerta con llave.
-¿Qué haces, imbécil?- gritó ella.
-Andate a tu habitación,- gritó él.- ahora.
-Yo me voy a la casa de ellos.- gritó la chica.
Zayn le dio un cachetazo y ella sólo lo miró.
-Hacelo de nuevo.- dijo.- Hacelo. Al final siempre tuve razón, te importo una mierda.
La chica subió las escaleras corriendo. Cerró la puerta de un portazo y caminó de un lado al otro molesta.  Estaba furiosa, él no podía encerrarla. Dirigió su vista a la ventana y, sin pensarlo dos veces, salió y midió la distancia hasta el piso. Había altura, ella estaba en el segundo piso. Miró la hora. 11:30. Ya estaba llegando tarde.  Cerró los ojos y saltó aterrizando exitosamente. Corrió hasta alejarse considerablemente de la casa y luego rió.
-Buen salto.

...

-Ya te dije que no está.- repitió Harry por quinta vez, pasando junto a Zayn.
-¿Ven lo que les digo? Le prohibí salir. ¿Por dónde se fue? Cerré todas las puertas.
Zayn se revolvió el pelo furioso y empezó a desarmerle la cama como si ella se escondiese ahí. Miró todo una y otra vez, hasta que vio El cargador conectado sin el celular.
-El teléfono,- dijo entonces.- tengo que rastrear su teléfono.
-No creo que...- empezó Harry pero Zayn salió de la habitación sin siquiera detenerse a escucharlo.

...

A las seis de la tarde la chica abandonó la fiesta. Carol se había vuelto loca cuando vio las entradas y Peter con los autos de colección que le dio para sumar a su enorme colección.
Caminó por las calles hasta el gimnasio. Saludó al entrar, recibió saludos y comentarios de que llevaba mucho sin aparecer por ahí. Sí. Dos largas semanas sin pisar ese lugar. Las paredes ya necesitaban una mano de pintura y el olor a transpiración era más potente que el ventilador. Respiró profundo. Había extrañado ese lugar.
-Lukas.- saludó ella a su entrenador, un hombre de unos cuarenta años que siempre iba a vestir como adolescente desaliñado.
-Diana.- dijo él abrazándola.- Que bueno volver a verte.
-¿Hay espacio en el ring?- preguntó ella.
-Claro. Cambiate y en cinco minutos subís.
Ella asintió y fue al vestuario. Cuando salió llevaba un short, un top de gimnasia y las manos preparadas para ponerse los guantes.
-¿Lista?- preguntó Lukas. Ella asintió.- Bien. Ella es la nueva.- le dijo a la otra peleadora. Ajustó los guantes y le guiñó un ojo.
Diana rió y él le dio dos palmadas en el hombro.
-No lo hagas fácil. - dijo Diana.
-April, bajá de ahí.- dijo un chico aproximándose en dirección a la rubia.- Ella es mía.
Era Ross. Sin camiseta, ligeramente sudado y con los tatuajes a la vista, subió al ring. La chica se quedó muda.
-¿Me extrañaste, bebé?- dijo dedicándole una de las sonrisas que lo caracterizaban.
Ella se puso el bucal y tomó la posición de pelea. El chico rió y se aproximó.
-No me toques.- dijo ella cuando él le apartó el pelo de la cara.
Él no retrocedió y ella lo golpeó en la cara.
-¿Qué haces acá, Ross?- gritó Lukas al verlo.
Le hizo señas a otros dos para que se aproximaran. En ese mismo momento entró Zayn al lugar.
-Practicaste, amor.
-Digamos que tener un novio que me golpeaba me enseñó a saber que tenía que defenderme.- dijo ella entre dientes.
-Ross, bajá ahora mismo de ahí.-masculló Lukas.
-Podemos volver cuando quieras.- dijo él y ella le dio una piña en el estómago a lo que el reaccionó dándole un duro golpe en el rostro.
La chica se tambaleó y él la derribó comenzando a golpearla.
-Saquenlo.-le indicó a los otros dos.
-Soltala, imbécil.- gritó Zayn.
Ross volteó y Diana aprovechó la distracción para dar vuelta la situación. Pero él volvió a pegarle dándola vuelta.
Zayn subió al ring y sacó al chico de encima de su hermana con ayuda de los otros dos. Lo sostuvieron.
-¿Diana? Diana, por favor abrí los ojos.- dijo Zayn junto a ella con las manos temblorosas.- Por favor, chiquita.
-Sabes las reglas. Esto es serio.-dijo Lukas al chico a su espalda.
-Permiso,- dijo el médico.- necesito verla.
Zayn volteó furioso y caminó hacia el tal Ross. Le dio una fuerte piña en el rostro antes de que lo apartaran.
-Desgraciado.- gritó desaforado.- Pegame a mi si sos tan malo. ¿Qué mierda te pasa? Es una nena. ¿Cómo podes pegarle así? Enfermo.
Lukas lo miró sorprendido y descolocado por un instante. Era increíble el parecido del chico con Diana. Tanto en lo físico como en la actitud. Era ella en versión hombre.
-Estoy bien.- escuchó a su espalda.
El moreno giró rápidamente sobre sus talones y se arrodilló junto a su hermana. La chica estaba apoyada sobre sus codos mientras el médico le limpiaba la sangre de la nariz y el labio. El pecho subía y bajaba al compás de su respiración. Seguía algo alterada.
-¿Estás bien?- preguntó Zayn con tal preocupacion que ella no le reconoció la voz.
-Sí, sí.- dijo ella en un susurro mirándolo casi de reojo.
Él le tomó la mano y ella, sorpresivamente, no la rechazó.
Cuando el médico la dejó irse, Lukas le alcanzó su ropa. Zayn la tomó.
-No va a volver.- dijo. - Ross no va a volver a este lugar. No sabía que él estaba.
-Está bien,- dijo ella.- no es tu culpa.
-Gracias.- dijo el moreno dejando otra vez sorprendida a Diana que tenía la vista clavada en el piso aún.-Voy a llevarla a casa.
Ayudó a su hermana a pararse y tuvo que sostenerla para que no volviera a caer.
-Vamos a casa.- dijo él con su brazo alrededor de la cintura de ella.

La hermana de Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora