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La habitación en la que se encontraba era pequeña, había una cama individual, un tocador y una pequeña mesa con dos sillas, sentada en el borde de la cama estaba ella, SeokJin había quedado curioso desde un principio por aquella chica, su cabello castaño caía hasta su cintura, su piel era clara, ojos expresivos y delicados rasgos, aunque sus mejillas estaban abultadas, con aquel vestido color marfil su vientre claramente hinchado se hacía notar, estaba pasando las últimas semanas de embarazo, por lo que sabía ella había quedado en espera antes de que él y Namjoon se hubieran reencontrado.

Sus ojos se abrieron en demasía, un gesto que la hacía lucir mucho más inocente, le observaba con miedo, como si hubiese visto a un fantasma, cuando dijo su nombre se paró e hizo una inclinación, sin levantar el rostro.

—Mi señor—dijo en voz ahogada.

No era la primera vez que la veía, pero sí la primera vez que la tenía así de cerca. —He venido en representación del rey, a quien has solicitado una audiencia—aquello era mentira, Namjoon ni siquiera sabía que él estaba ahí, se había enterado que Ailee había solicitado ver al rey en repetidas ocasiones, pero este se negaba—. Cualquier recado que tengas para él, yo se lo haré llegar.

Tal vez eran los celos o la curiosidad lo que le había llevado hasta ese lugar, no lo tenía claro, se acercó a ella y esta elevó su rostro. —Claro mi señor.

Esperaba que esa visita le dijera por qué ella, una chica común, había ganado el interés de Namjoon, necesitaba saber si ella era mejor que él, porque era egoísta y necesitaba sentirse superior para ganar seguridad, esos eran los miedos que no dejaba que nadie viera.

—¿Podemos sentarnos?

—Sí—asintió—. Por favor—dijo señalando la mesa—. Quisiera ofrecerle algo, pero no tengo nada, la hora del almuerzo ha pasado.

—Está bien—dijo sentándose, ella espero a que él sentara para hacer lo mismo momentos después, era sumamente educada—. Me dijeron que has estado solicitando una audiencia privada con mi esposo.

Ailee asintió con una ligera mueca. —Quería pedir la posibilidad de ver a mi hermana.

—Lamentablemente sabes que eso es imposible, a menos que quieras que la acusen de ser tu cómplice.

—No—dijo alarmada—. Sólo quiero saber si está bien, ella siempre ha sido débil de salud y que este aquí puede llegar a empeorar su estado.

SeokJin miró en sus ojos la desesperación. —¿Sólo por eso quieres ver a Namjoon? ¿No rogarás piedad?

—¿Eso serviría de algo, mi señor? —preguntó con tristeza en la voz.

—No—dijo con seriedad—. Las leyes de Scarlanding no son indulgentes, mucho menos con los traidores, pero eso ya lo sabías ¿No es así?

—Estaba enterada—asintió bajando la mirada a sus manos—. Pero, uno nunca piensa que estará en esa posición.

—Al fallar al rey, al atentar contra su vida ¿No pensaste que tu castigo estaba cerca? No me engañas con esa sonrisa inocente, lo que hiciste no tiene justificación alguna.

—Lo sé, no intento justificar mis actos, mi señor.

—¿Por qué? —preguntó con frialdad—. Y mírame cuando contestas.

Ella elevó la vista y lo miró fijamente, el miedo estaba en sus ojos, al igual que el dolor. —Quería ser libre.

—¿Tú libertad a cambio de la vida de alguien?

—Me enamoré de él—dijo con total tranquilidad—. Lo amo, y lo amaré hasta que caminé a esa horca y sea asesinada en frente de todos, lo amaré incluso en ese momento, pero amarlo, no significa que soy ciega y no sé de lo que él es capaz, usted debe entenderme en ese sentido.

El Rey Del Recuerdo *Namjin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora