El Rey Del Recuerdo *Namjin*

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—Esto es una falta de respeto al reino y a nosotros JiYong—gruñó Donghae—. Y me vas a decir ahora que el rey tuvo mejores cosas que hacer ¿De verdad?

—Yo sólo les estoy dando la información requerida—respondió con una sonrisa en el rostro—. Su majestad ha dicho que la razón por la cual decidió ocultar el embarazo de su alteza fue por seguridad, él no va a regresar al consejo hasta que el bebé nazca.

La sala quedó en silencio, los miembros del consejo estaban pasmados de enterarse de la buena nueva tan de repente. No ayudaba que el rey no resolviera sus dudas, pero al escuchar el decreto real pudieron aclarar su mente, comprendieron entonces el papel del rey en esa situación, cuando el gran historial de incidentes estaba ordenado sobre la mesa, lo habían hecho por protección. En un año la calma del reino se había envuelto en un aura oscura, primero con el altercado hacia el rey Namjoon, la traición del harem y el ejército rebelde.

—Bien, esperemos que esta vez se trate de un varón—rio Vernon—. Comienzo a creer que las parejas del rey sólo pueden tener mujeres.

JiYong cansado de tener que lidiar con los comentarios salidos del tema y maliciosos le miró con molestia

—Lo que dices puede ser tomado como una ofensa al rey y a sus descendientes, ten cuidado Vernon porque aunque sean mujeres ellas están más cerca del trono que tú.

El castaño le miró con desagrado y desvió la mirada a su hermano quién le pedía calma. Las cosas siempre habían sido de esa manera, al ser de la familia real se creían con el derecho de influir en el reino, cosa que era imposible, porque Namjoon sabía bien lo que ellos tramaban, aunque era impulsivo era muy sabio en su forma de reinar, muy diferente a Kim SeoJoon quien se dejaba llevar por sus impulsos demostrando su poder ante los otros reinos.

—La sesión se levanta—anunció JiYong harto de la situación.

Cómo hermano de la antigua reina y tío de Namjoon se había ganado un buen lugar en la corte a pesar de no poseer con una edad para llegar a la sabiduría. Estaba feliz de ser de los pocos que sabían sobre el estado de su alteza real Kim SeokJin, al principio estuvo sorprendido y preocupado por su salud, pero con el tiempo y el intercambio de reuniones su corazón se tranquilizó al saber que todo estaba en orden. Ahora que él estaba en el castillo esperaba que las cosas siguieran con la misma calma con la que el reino se había caracterizado anteriormente, estaba cansado del drama.

—JiYong—llamaron a sus espaldas.

Se dio la vuelta para mirar a Hoseok quien le regaló un asentimiento de respeto, este llegó a su lado con una sonrisa burlona.

—Estuvo mejor de lo pensado ¿No lo crees?

JiYong bufó. —Namjoon me debe una buena, siempre me manda a mostrar la casa por él.

—Sí, me sorprende que se haya negado a venir y ver a los consejales, la última vez que lo ví estaba muy entretenido jugando con la princesa Tzuyu.

—¿No te sorprende? Es como si nada hubiera sucedido entre ellos, ha regresado ese brillo en sus ojos y parecen una verdadera familia.

—Son una familia—afirmó—. Cuando sus vidas fueron enlazadas eran apenas unos niños, no sabían nada de la vida ni lo difícil que sería reinar, cometieron errores, pero creo que tienen lo suficiente como para atravesar esos problemas y perdonar.

—Pero hay algo que me preocupa ¿Y si ellos están destinados al dolor? Mi hermana siempre dijo que había elegido a SeokJin para Namjoon por una buena razón, él es un hombre formidable, pero me preguntó ¿Qué es lo que ella miró en él que nadie más tiene?