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Aquellos ojos asustados se encontraron con un par llenos de furia y confusión, la tensión se acrecentó a medida que el tiempo pasaba, Hoseok se puso de pie al ver a Namjoon acercarse a paso lento, pero con una postura agresiva. SeokJin negó al instante en el que se dio cuenta de lo que estaba pasando.

—No Namjoon, no es como piensas—dijo Jin poniéndose de pie con los ojos muy abiertos debido a la impresión de tenerlo ahí.

—¿No? Acabo de escuchar cómo es que le dices que el niño tiene su sangre ¿Quieres verme la cara de estúpido?

Dio un paso al frente, pero Hoseok se interpuso en su camino. —No te atrevas, que te juro que te rompo la cara.

—Puedo matarte Hoseok, puedo hacer que mis hombres vengan y te torturen hasta la muerte.

—Namjoon—dijo SeokJin acercándose.

—No SeokJin—dijo Hoseok sin despegar la vista de los ojos de Namjoon, intentando de evaluar sus acciones.

SeokJin no hizo caso, pasó al lado de Hoseok, aprovechando que Namjoon no lo miraba, estaba consciente de que era muy sencillo para él perder los estribos, pero no podía permitir que las cosas escalaran a un punto de no retorno, con las manos temblorosas tomó su brazo, haciendo que este desviara la mirada de forma inmediata a su rostro.

—No es como piensas y si nos dejas explicarte lo vas a entender, por favor—dijo con suplica.

—Siéntate Namjoon—ordenó Hoseok.

El semblante de Namjoon se aligero, dejó que SeokJin lo llevara al sillón donde ambos tomaron asiento, las manos de este quemaban sobre su brazo, estaba molesto, sin embargo, una parte de él, la más sensata en esos momentos, se negaba a creer que las dos personas en las que más confiaba pudieran hacer algo en su contra. Hoseok le tendió una copa de vino, la cual tomó sin dejar de mirarlo con severidad, se sentó frente a ellos y suspiro.

—YeonJun tiene mi sangre, esa es la verdad, pero no es mi hijo—confesó con pesar en la voz.

—¿Entonces? —miró de reojo a Jin quien mordía su labio inferior—. No alargues mi suplició, sólo dime.

—Yo no lo parí—dijo Jin relamiendo sus labios—. No es mi hijo de sangre.

—¿Recuerdas a RyuJin? —peguntó con dolor en la voz.

—Tú hermana menor—asintió—. Quien falleció debido a una enfermedad ¿Verdad?

—No Namjoon, ella no murió de una enfermedad, ella murió en el parto, ella es la madre biológica de YeonJun, el niño es mi sobrino.

—¿Cómo? —tragó en seco—. ¿Cómo es que llegó a ser hijo de SeokJin? Yo lo vi en sus brazos al nacer.

—Fue una simulación—explicó SeokJin bajando la mirada—. Sólo he tenido un parto en mí vida y ha sido el de Tzuyu.

Hoseok suspiró mirando por unos momentos las llamas de la chimenea, como si en cada una de estas estuviese dibujados los vestigios de sus recuerdos. —Mi madre murió cuando éramos unos niños, mi padre, bueno, él lo hizo en batalla cuando era mayor, estábamos solos, pensé que cuidaría de ella siendo fuerte, trayendo dinero para sus comodidades, manteniendo la casa en donde crecimos, con las damas y los sirvientes suficientes, le enseñé todo lo que sabía sobre defensa, sobre comportamiento. Ella era inteligente, sin embargo, un día recibí una carta de ella diciendo que quería presentarme a alguien, que se había enamorado, me preocupó, pero estaba seguro de que no sería algo serio, tarde dos semanas y cuando llegue a casa me lleve una sorpresa.

—¿Qué sucedió? —preguntó cuándo este guardó silencio.

—Alguien la atacó, cuando llegue estaba malherida, nadie supo decirme exactamente qué había pasado, y cuando hablé con ella, lo único que me dijo es que estaba embarazada y que tenía que llevarla a un lugar donde nadie pudiese encontrarla.

El Rey Del Recuerdo *Namjin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora