Hace siete años. Scarlanding.
Anualmente el reino celebraba un baile conmemorativo al día de la coronación de rey, Kim Namjoon quien había accedido hace tres años al poder era quien dirigía la organización teniendo al lado al dosel más perfeccionista del reino.
Kim SeokJin se había hecho cargo de toda la organización a pesar de que los malestares iniciales del embarazo se hacían presentes, aún no había hecho formal la noticia, quería decírselo esa noche a Namjoon para acrecentar su felicidad.
Hace algunos años atrás, la reina había muerto, ella fue su pilar dentro del castillo, le enseñó todo lo que sabía, estaba consciente de que su papel en el reino era tan importante como el de Namjoon, porque él había sido elegido específicamente para servir a Scarlanding. Nunca se había detenido a pensar por qué la reina estaba tan interesada en él, siempre que sacaba el tema a colación está le decía que era por su belleza y tenacidad, definitivamente Namjoon necesitaba a alguien que le mostrará en camino correcto, porque llevando la corona era fácil caer ante el poder.
Mark llegó a sus aposentos con una máscara confeccionada sólo para él, se la mostró dejándolo sin palabras, era de un ciervo dorado, las finas líneas que eran frías al tacto dejaba entre visto el arduo trabajo de los artesanos reales, los cuernos estaban hechos de un materias corrugado que era satisfactorio al tacto, era simplemente perfecta, sonrió ladino apreciando lo brillante que se veía.
—No creo poder aguantarla, es pesada.
—Lo harás bien—sonrió con amabilidad.
—¿Por qué no estás vestido para la fiesta? ¿Te irás? —preguntó con una ceja alzada.
—Sí, mi hijo me necesita, ha estado enfermo y Jackson quiere que no me separé de él. Diviértete por mí.
SeokJin asintió con afecto, ver a su amigo recobrar su vida para él era un momento inigualable. Había sido testigo de lo desecho que estaba hace algunos años, pero ahora el brillo había llegado a sus ojos.
—Él es un buen padre, lo ama a pesar de las circunstancias—suspiró llevando sus manos a las ajenas—. Vete pues, le diré a una de las damas que termine de arreglarme, no hagas esperar al pequeño.
—Pero...—interrumpió dubitativo, sin estar seguro de marcharse.
—Vamos Mark, nos veremos mañana y te contaré lo que sucedió en la fiesta—prometió con una sonrisa.
El castaño asintió bajando la mirada, él estaba muy comprometido con su trabajo, sin embargo, su hijo le necesitaba, el pequeño era enfermizo desde su nacimiento por lo que sólo él sabía cómo cuidarlo. No confiaba en nadie más para la tarea.
Cuando se quedó solo suspiró mirándose al espejo, era momento de salir, se puso la máscara amarrandola a su nuca con un satinado listón dorado, era el momento de presentarse y esa parte siempre fue para él un verdadero martirio, los ojos de las personas a su alrededor estaban sobre él y aunque amara la atención no dejaba de repetirse que en su repertorio no debían tener paso las equivocaciones.
En la cima de la escalera le esperaba su esposo, elegante con un traje tradicional negro al igual que el suyo y con una máscara de león dorado, era incluso más grande y pesada pero al rey no pareció importarle. Lo tomó de la mano con devoción al llegar a su lado
—Te ves espectacular—susurró en su oído.
Agradecía llevar esa máscara de otro modo él sería capaz de ver el ligero sonrojo en sus mejillas. —Me halaga cuándo es usted quién lleva el verdadero peso de la elegancia mi rey.
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El Rey Del Recuerdo *Namjin*
Fiksi PenggemarTERCERA PARTE DEL REY DE LA MUERTE ... He de amarte por completo incluso si tu recuerdo se clava en mi corazón como una estaca, te di los mejores años de mi vida y contigo aprendí a amar pero también a odiar -¿Me sigues amando? -Sabes la respuesta...