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—¡No, por favor! —suplicaba mientras sus lágrimas se derramaban en un intento nulo por hacerlo recapacitar, por hacerle ver que le estaba haciendo daño.

Fue en vano, él con una sonrisa cínica levantó su mano y la dejó caer con fuerza sobre su mejilla. —¡Eres un inútil! —gruñó lleno de coraje—. No sabes nada, así que no hables ¿Entendiste? Tú eres mío grábate bien eso en tu hueca cabeza, no eres nadie sin mi ¡¿Creíste que no lo sabría?! ¡Me viste la cara!

Lloraba sosteniendo su mejilla adolorida. —Por favor, para de una vez—cerró los ojos cuando le vio acercarse, su cuerpo estaba entumesido, era incapaz de alejarse debido al miedo que le tenía.

¡Maldito infiel! —gritó antes de tirarlo al piso—. ¡Te di todo y mira como me pagaste!

—¡No fue mi culpa! —sollozo—. Tienes que escucharme, ¡Tienes que creer en mí!

¡Vaya que si la es, maldito fácil, estás sucio para mí! —se acercó sosteniendo en una de sus manos el cinturón de cuero negro—. Pero te voy a enseñar a no burlarte de mi ¡Nadie se burla de mí en mi cara!

¡No, por favor! ¡Sólo escucha!

Cumple tu deber cariñosonrió desquiciado, el alcohol estaba convirtiéndolo en un monstruo.

No, por favor... así no—susurró muerto de miedo, cuando las manos de ese hombre tomaron su ropa razgandola—. ¡Nooo! ¡Namjoon no lo hagas!









Se despertó con la cara mojada y el pulso acelerado. Tapó su rostro con las manos lamentando las terribles pesadillas que se repetían cada noche desde aquel día, los recuerdos que le atormentaban, al grado de congelarlo.

Miró a su lado y sonrió limpiando sus lágrimas, se recostó y acarició el largo cabello de la niña de sus ojos. Ella estaba a salvo y era todo lo que le importaba, se sentó en la cama, sin despertar al niño que se aferraba a su cintura.

Dejandolos en la cama, se levantó lentamente, parecía que su cuerpo estaba adolorido debido a la tensión, caminó ligeramente, yendo a la venta en donde miró a lo lejos el castillo enorme e impetuoso que se levantaba a unas millas, su antiguo hogar, aquel que dejó hace cinco años y que por nada del mundo regresaría.

Escuchó a sus damas entrar, se volvió hacia ellas haciendo una señal de silencio, no le gustaba que despertaran a sus pequeños. SeokJin rio ligeramente porque aquella sensación calmó su corazón herido, su pequeña tenía la fama de ser una renegada al despertar y su bebé un mimado que sólo quería estar en brazos.

—Buenos días su alteza—sonrió una pelirroja amablemente.

—Buenos días Wendy, por favor cuando Tzuyu se despierte dale un baño que anoche durmió sin poder tomar uno, YeonJun estuvo inquieto así que déjalo dormir un poco más antes de que tome el desayuno. 

—Está bien mi señor—dijo con una reverencia—. Señor, sé que bueno, usted ha sido muy claro con esto, pero, hay un mensajero real que quiere verlo en el gran salón—anunció preocupada.

—Bajaré después de arreglarme—dijo frío, porque cualquier cosa que tuviera que ver con el reino le repudiaba.

Tomó su tiemño arreglándose, porque por nada del mundo quería que alguien proveniente del castillo le mirara en malas condiciones, estaba tomando su tiempo, pero al final del día, no podía retrasar lo inevitable, así que bajó las escaleras vestido de forma elegante, pero cómoda y encaró al hombre quien al verlo le dió una reverencia llena de respeto.

—¿Qué quieres? —dijo molesto dejándo de lado sus modales.

—El rey ha mandado esto mi señor—le tendió una carta sellada con el emblema de ScarLanding—. Dijo que era importante que la leyera y que espera su respuesta.

—Regresala, no la recibiré y dile a tu rey que no quiero que me siga mandando estás cosas, que se ocupe de su zorra preñada y me deje en paz ¿Entendido?

El hombre asintió por lo aterrador que era su señor, con esa mirada fría y su postura tensa. —Sí, su alteza, lamento la molestia, yo le daré el recado a mi señor.

SeokJin no dijo nada, tan solo subió de nuevo sintiendo hervir su sangre, estaba cabreado, cada semana sucedía lo mismo, pero él no cedería. Al llegar a su habitación se encontró con su pequeña de cinco años mirándolo con un puchero y a su bebé de dos años abrazando su osito.

Cambiando su semblante, se acercó a ellos y les sonrió, utilizó sus manos y voz para preguntarle a Tzuyu

”¿Que pasa?"

La niña respondió moviendo sus manitas

Te fuiste...tengo hambre" miró a su hermano "YeonJun también"

Esta bien espera un poco"

La pequeña asintió. Para SeokJin que su hija sea sorda no significó nada, porque él la amaba con toda su alma. Miró entonces a YeonJun quien se acercó corriendo a él y lo abrazó, SeokJin besó su cabello oscuro y se levantó, tomó la mano de Tzuyu y los llevó a la sala continua donde solían tomar el desayuno.

Estando con ellos en su palacio todo estaba bien, la opresión en su pecho desaparecía, sin embargo, el presentimiento de algo que se avecinaba lo torturaba por dentro. Volvió a mirar por la ventana viendo el castillo. —¿Qué es lo que quieres Kim Namjoon?









 —¿Qué es lo que quieres Kim Namjoon?

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Cortito...
Bienvenidos a mi primera historia Namjin.....

Ustedes quieren drama, sufrimiento, dolor y un verdadero villano...yo no sé hacer villanos *hace puchero* pero lo intentaré solo porque en esta historia si se va a requerir.

Sí creían que el Yoonmin y el KookV estaban salvados déjenme decirles que nuevamente se han equivocado....muchas sorpresas se vienen 💜 Gracias por leer.

💚

El Rey Del Recuerdo *Namjin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora