TERCERA PARTE DEL REY DE LA MUERTE ...
He de amarte por completo incluso si tu recuerdo se clava en mi corazón como una estaca, te di los mejores años de mi vida y contigo aprendí a amar pero también a odiar
-¿Me sigues amando?
-Sabes la respuesta...
Namjoon cabalgaba por los páramos en camino a la frontera sur, habían pasado dos días desde su último encuentro con SeokJin y su mente no dejaba de pensar en él, porque las palabras de este martillaban su cabeza con fuerza, estaba perdiendo los estribos, viendo cosas donde no las había, creando conjeturas apresuradas sobre un niño cuya existencia aborrecía y una niña que no conocía. Eso se sumaba al hecho de que no podía dejar de pensar en SeokJin.
La imagen de sus ojos brillantes de deseo se transformaba al instante en una cargada de miedo y angustia. En lo único que podía pensar era en qué SeokJin ocultaba algo y sentía el deber de descubrirlo.
Recordar era volver a vivir y él lo estaba haciendo, su mente reproducía por las noches el último día que SeokJin estuvo en el castillo y su cuerpo se llenaba de dolor porque él era el único que le había hecho un daño irreparable.
Sus manos estaban llenas de sangre manchando su cuerpo y alma. Sin embargó, no llegaba al arrepentimiento total porque seguía seguro de que su esposo le había traicionado de la peor manera.
Pensó entonces en Jungkook y en Yoongi, esperaba que ellos lo estuvieran haciendo mejor, siendo felices a pesar de no contar con esposos o herederos.
Suspiró, mientras andaba en el caballo algo le abrumo por completo. Un mareo le atacó al instante, se sostuvo del caballo respirando con dificultad, sus extremidades se sentían entumecidas y temblorosas, deseo devolver el estómago mientras sudaba frío. Trato de tomar aire pero fue en vano sus ojos se estaban cerrando a la oscuridad, lo último que sintió fue su cuerpo caer al abismo.
—El momento que tanto esperabas a llegado—susurró para sí con una tenue sonrisa—. Muerto el perro se acaba la rabia, muerto el rey se acaba el abuso ¿Estás de acuerdo?
No recibió respuesta. Miraban con placer como las personas se movilizaban llamando a un doctor
—Ahora sólo falta el otro—añadió quien había permanecido en silencio.
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Fin del maratón.... Muchas gracias por leer n.n Aún nada es lo que parece 💜
