16. La fiesta de las máscaras

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Una fría gota de sudor resbaló por mi rostro mientras dudaba sobre cuál opción seleccionar en el examen de matemáticas. Maldije para mis adentros, reprochándome a mí misma por no haber estudiado más. Recordé que Brenda se encontraba sentada a pocas mesas de la mía y me volteé esperando que me ayudase.

La rubia no apartaba los ojos de su examen. Intenté llamarla en voz baja, pero no me escuchó. Terminé dándome por vencida. Si el Sr Jenkins me escuchaba podía perder la beca, así que seleccioné la opción "b" de manera aleatoria y me recosté en la silla, esperando que el tiempo para responder transcurriese.

—El examen acabó—nos informó el Sr Jenkins observando su reloj—de manera ordenada coloquen sus exámenes encima de mi escritorio.

Me levanté de la mesa para luego tomar mi examen y mientras avanzaba junto a los demás para entregarlo, Brenda corrió hasta alcanzarme con una sonrisa en su rostro. Ambas dejamos los exámenes encima de los demás y abandonamos el salón.

—¿Preparada para la acción de esta noche?—cuestionó la rubia entrelazando su brazo con el mío. Al notar la confusión en mi rostro se detuvo—¿Es en serio, Adriana? ¿¡Olvidaste la fiesta!?

—No comprendo ¿Cuál fiesta?

—La fiesta a la que te invité—respondió Thiago a nuestras espaldas, por lo que volteamos en su dirección. Yo apenada y Brenda sonriente—. Tranquila, todos hemos tenido días ajetreados con los exámenes ¿Eso significa que no vendrás?

Brenda me guiñó el ojo de manera discreta mientras Thiago esperaba mi respuesta. Jamás había salido de fiesta, ni siquiera porque Brenda me rogara durante días, pero en este caso la situación era diferente. Lo ocurrido días antes cambió mis planes de manera drástica. Si Mark decidía no cumplir su promesa yo no tendría otra opción más que continuar en la universidad y buscar lo que tanto deseaba por mí misma. Pero si Mark lo hacía, aquellos serían mis últimos días en Fox University, y no planeaba desperdiciar una fiesta con las chicas.

—Por supuesto que lo haré—respondí con una sonrisa, provocando que Brenda dejase escapar el aire que retenía.

—¡Genial!—exclamó Thiago con emoción—. Debo irme para ayudar a organizarlo todo, nos vemos allá—nos despedimos de él y cuando se encontraba a varios metros nos recordó sin voltearse—¡No olviden las máscaras!

—¿Máscaras?—le pregunté a Brenda.

—Sí, máscaras ¿aún no conté que debemos ir a la fiesta con una?—negué, al mismo tiempo que Brenda retomaba su andar llevándome con ella—. Debes estar preguntándote dónde las conseguiremos...

—¡No!—le aclaré deduciendo lo que vendría después—¡No lo haré!

—Sí lo harás—rebatió para después abrazarme mientras chillaba—¡Nos vamos de compras!

******

Con suavidad tomé el delicado vestido blanco que se encontraba a mi lado. Brenda lo había colocado allí, pero ni siquiera tuvo tiempo para probárselo ya que distinguió otro vestido que le permitía mostrar más y corrió en su búsqueda.

Me levanté del sofá en el que me encontraba y avancé hasta situarme frente a un enorme espejo. Coloqué el vestido delante de mí, lo cual me permitió imaginarme utilizándolo. Poseía una tela magnífica y el largo de este era perfecto. No mostraba mucho, pero a la vez otorgaba una pizca de sensualidad.

Solo una noche©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora