Shani, una joven que logró sobrevivir el inicio del apocalipsis zombie, tendrá que enfrentar la traición y la muerte por la persona en la que más amaba...
En el momento en que Shani, sintió que el final la consumia. Su corazón se llenó de pesar, al...
Shani se acerco al pequeño cuerpo y se arrodillo. Luego de mirarlo unos segundos. Se decidio. Con cuidado levantó el cuerpecito inerte. Y lo llevo al pasillo donde los cuerpos de los primeros zombies estaban juntos.
Aquella vista era muy trágica y triste, para las personas que aun conservaban algo de empatía hacia los demás.
Shani miro con tristeza la imagen de aquella familia. Absorta por su triste destino.
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Shani. Toma esto y no olvides. El mundo cambió. Las cosas ya no seran las mismas que antes solo las personas fuertes sobreviviran.
Dijo Sila, sacando a Shani de sus pensamientos melancólicos, mientras se arrodillaba y metia sus dedos en el craneo del bebe zombie que les habia atacado y urgaba buscando algo. Luego de unos segundos encontro lo que buscaba y con tranquilidad limpio el objeto en sus dedos, qué previamente estaba en el craneo del pequeño cadáver.
Shani miro con algo se curiosidad aquel pequello cristal que no era mas grande que la uña del dedo pulgar. Observando el color azul profundo en su interior, ya que aun no estaba completamente formado, porque si lo fuera. Su color abarcaria todo el cristal; asi que dijo con sorpresa.
Es un cristal de tipo agua.
Si. Lo es.
Dijo Sila mientras, peñiscaba la superficie del cristal. Luego miro a Shani por unos segundos y añadió.
Shani. Si alguna vez me muerde o rasguña un zombie. Ya sabes en un lugar, donde no se puede hacer nada. Matame sin remordimiento. Que no te tiemble la mano al hacerlo. Que yo estare feliz de morir como una persona. Y no estar entre los vivos y los muertos. Como ellos.
Prosiguió con sus palabras, señalando los cuerpos acomodados en el pasillo. Y una vez terminó camino hacia el interior del almacen, para ver que podian llevarse.
Shani. Vio la espalda de su amiga y fue como ver la espalda de su mejor amigo Eduardo; cuando esté la dejo en la seguridad de un refugio, para después correr sin mirar atrás. Dejándola...
Shani coloco su mano libre sobre su pecho como si con esto pudiera disminuir el dolor que aún siente al recordar la última vez que vio a sus amigos.
La joven pelirroja negó con un suspiro lleno de pena, y abrio el cuaderno que Sila. Le habia entregado. Alli vio una unica pagina escrita. Y leyo en voz baja.
Hola para quien encuentre esta nota. Soy Juan Ignacio y la mujer que esta junto a mi en esta habitación es mi esposa María Jesús. Nos casamos hace un año pero, fuimos novios desde la secundaria. Y estabamos muy felices por la llegada de nuestra pequeña hija por nacer en el proximo mes. Pero la felicidad se esfumo al empezar una batalla por sobrevivir.
