Una salida, un precio que pagar.

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POV Sakura:

—Fue Hinata.

Lo dijo de una manera tan inesperada, seca y sin emoción alguna. En un susurro que esto y segura de que solo yo escuché. 

—¿Dónde está ella ahora?— Pregunté mientras bajaba el arma.

—Te estoy diciendo esto porque al parecer Itachi y Shisui no pudieron atraparla. Me llegó un mensaje de Itachi en el que dice que dice que se internó en la montaña y le perdieron el rastro. 

Sentí mi sangre hervir cada vez más y más. Esa maldita hija de puta, sabia que tenerla mucho tiempo a mi lado nunca traería nada bueno para nosotros. A diferencia de Sasuke, con ella no me sentí traicionada, no sentí dolor... Porque la verdad era algo que ya veía venir. Pero aun así... Me voy a encargar de hacerla sufrir, ella no va a salir con vida de esa montaña. 

—Necesito que ustedes dos se vallan de aquí ahora, yo los alcanzaré luego.- Le pedí a Naruto y Sai mientras volteaba hacia ellos. —Por favor, lleven a Ino con ustedes. Sigan derecho hasta que lleguen a ya saben donde. 

—No voy a dejarte sola con él.— Dijo Naruto mientras se ponía de pie rápidamente y le daba una mirada cargada de enojo a Sasuke. 

—Descuida. Te he dicho mil veces que puedo cuidarme sola— Caminé hacia él —Voy a matar a la persona que mató a Ino. 

Naruto me miró sorprendido y corrió hacia mi para luego tomar mis hombros —¿Quien fue?— Preguntó. 

A mi se me hizo un nudo en la garganta... ¿Cómo le explico a Naruto que la chica de la cual él se enamoró perdidamente fue la responsable? 

La idea de ver la cara que pondrá me destruye el corazón, no quiero ser la responsable de de ese dolor. Bueno, creo que me volví la responsable desde el momento en que noté que Naruto empezó a sentir atracción por Hinata y no hice nada al respecto. Así que no puedo evadir la responsabilidad ahora. 

—Nadie importante.— Solté mientras dirigía ambas manos a sus mejillas.

—No te preocupes, tu hermana mayor se hará cargo de todo—. Dije mientras lo miraba directo a los ojos.

—Preocúpate por estar a salvo. 

Dicho esto, lo solté y me di la vuelta. Miré a Sasuke quién seguía de pie. Por mi cabeza pasaban muchas, muchas cosas pero ahora necesito despejar mi mente un poco y pensar una forma inteligente de buscar a Hinata sin que ella se de cuenta ni la policía tampoco. Solo necesito idear un plan para encontrar su ubicación e ir tras ella. 

Y creo que se me esta ocurriendo uno justo ahora. 

—¿Que vas a hacer ahora?— Me preguntó. Yo lo ignoré y le pasé al lado sin decirle nada.  

No seas estúpida, lo necesitas. Dile que te preste su teléfono. Necesitas uno si quieres poner en marcha el plan que tienes en mente. 

Habló de nuevo mi yo interna, y de nuevo tenia razón... Pero no quería pedirle favores a Sasuke ahora. Necesito su ayuda más tarde y no quiero su ayuda más de dos veces, pero en esta situación no puedo darme el lujo de pensar mucho las cosas. Tengo prioridades. 

La primera: Que toda mi familia salga con vida de aquí.

La segunda: Tener la cabeza de Hinata entre mis manos. 

Terminé tragando me mi orgullo y le pedí el celular a Sasuke. —Dame tu celular— Pedí de forma poco amble. Él levanto una ceja como si no pudiera creer lo que le estaba pidiendo. 

—¿Y el tuyo? 

—Se quedó en el auto, el que de casualidad explotó.— Dije con falsa tranquilidad mientras le daba una sonrisa cargada de sarcasmo. 

Él soltó un suspiro para luego poner sus manos al lado de sus caderas
—¿Para que lo quieres? 

—Pará pedir una pizza.

Él puso los ojos en blanco.

—Que te importa.— Solté.

NO seas así, trata de controlar un poco tu mal genio. Si yo fuera él y tú me hablas así... No te daría una mierda. 

Joder. 

—Lo necesito, te lo diré después pero en serio necesito hacer una llamada— Dije en un tono mas relajado y con cierta amabilidad. 

Él no dijo nada ni cambió mucho la expresión de su cara. Metió la mano en uno de sus bolsillos, sacó el celular y me lo lanzó. Lo atrapé y rápidamente empecé a marcar el numero de la persona con la que necesito hablar. Puse el celular sobre mi oreja y escuchaba el sonido que indica que esta sonando. Él casi nunca contesta números desconocidos así que hay una alta probabilidad de que no lo haga. 

Pero rezo por que si me conteste. 

¿Hola?— El alivio que sentí al escuchar la voz de Kakashi al otro lado del teléfono era indescriptible. Con su ayuda, iba poner en marcha el plan que tenia en mente. 

Narrador:  

Por otro lado del bosque se encontraban Konan, Yahiko y Nagato. El cielo estaba oscuro, como si fuese a llover y un viento frio comenzó a soplar. Los tres estaban armados pero los perros y los policías les venían pisando los talones. 

—Mierda.— Soltó un molesto y preocupado Yahiko. 

—Dispara!!— Ordenó Nagato a Konan, la peliazul se dio la vuelta y le apunto a uno de los perros pero falló el tiro por culpa del movimiento. 

—Maldición!!—Gritó mientras volvía a ver al frente. —No puedo apuntar bien si voy corriendo. 

—AL DIABLO!— gritó Yahiko para luego detenerse en seco y sacar una granada de su bolsillo. Le quitó el seguro con los dientes y la lanzó. Los policías se cubrieron con los escudos pero la granada no callo al frente. Yahiko se aseguró de lanzarla con tanta fuerza que la granada fue a caer unos cuantos metros a las espaldas de los policías, ellos no se l esperaban. Todos terminaron volando en pedazos. 

Konan, Nagato y Yahiko se agacharon para no recibir daños, solo tenián un poco aturdidos los oídos. 

—Eso nos quita un problema de encima.— Dijo Yahiko mientras se sentaba en el suelo cubierto de hojas secas para recuperar un poco el aliento, al igual que los demás. 

—Bien pensado— Lo alagó Konan y al mismo tiempo de dedicaba una sonrisa. Pero estaban celebrando antes de tiempo. Cuando creían que ya todo estaba bien, escucharon los ladridos de dos perros que se estaban recuperando de la explosión. 

Un escalofrío les recorrió el cuerpo y con la mirada temerosa voltearon a donde estaba el humo de la explosión y de el salieron dos de esos perros mas furiosos que nunca. Ellos habían soltado las armas, no pudieron reaccionar. 

De repente se escuchó un grito, un grito de dolor y desesperación de una persona, persona que estaba siendo devorada viva por uno de esos perros. Uno de ellos había sido atacado primero... 

La sangre fresca manchaba las hojas y se deslizaba por las fauces de aquel animal... 

|𝘔𝘦 𝘦𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳é 𝘥𝘦 𝘮𝘪 𝘦𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘢| [Finalizada] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora