El recibidor de la mansión, porque eso es lo que es, una pequeña mansión con un costo sobre el cual no he querido saber, es enorme. Me he quedado perdida entre el contraste verde pastel de las paredes, el blanco leche del techo y sobre todo la innecesaria lámpara que cuelga de él. La sala en mi opinión está sobreiluminada. Da la sensación de haber llegado al cielo o algún tipo de paraíso del que no quieres salir.
Siento los labios suaves de Samuel en mi mejilla y escucho su voz, casi como un secreto en mi oído.- Tengo que irme. Que pases una linda noche en tu nueva casa -. No respondo nada, sé a dónde va. Es tan bello estar enamorado y es aun más hermoso ver a chicos como él tan comprometidos en sus relaciones que odio que también esté tan comprometido con su trabajo. Nuestro matrimonio era un acuerdo de trabajo casi que obligatorio. De no habernos casado esto habría sido la guerra y la Organización estaría dividida. De por si ya somos débiles y no quiero saber lo que habría pasado de no habernos casado. Solo espero encontrar también a alguien que me quiera, aunque tan solo sea un cuarto de lo que él ama a Melissa y que me permita vivirlo.
Lisa me presenta al personal. Con ella esta noche se encuentran solo siete trabajadores pues el resto no eran necesarios. Esos, los ausentes, se encargan de la planta superior y solo trabajan dos veces a la semana durante las tardes. Por esa razón solo me presentaron a los chóferes Pablo, Eduardo y Spencer. Los dos primeros son mexicanos y llevan trabajando para la familia de Samuel desde algún tiempo por lo que me comentan. El tercero es más joven, un texano de casi treinta que se encargará de todo lo que yo necesite a la hora que sea necesaria como acabo de escuchar de sus propios labios. Su cara no muestra ningún tipo de expresión. Entiendo que Samuel necesite a dos hombres de confianza que lo protejan y que yo me quede con el malhumorado para las cosas de chicas. A continuación me presentan a las encargadas de la casa. Miriam es la cocinera. Una mujer mayor que podría ser mi abuela pero que transmite confianza y cariño. Las otras tres mujeres se encargan de la limpieza de la primera planta, ellas son Anne, Taylor y Charlotte.
Lisa me conduce a través del recibidor lleno de sofás grandes y cómodos de color marrón y me parece la combinación perfecta. Todo es sencillo aunque esplendoroso y brillante. El lugar no está recargado y, a pesar de la luz que se vuelve un poco insoportable, da la sensación de hogar y paz que todos esperan al entrar en una casa. Me pregunto quién lo habrá decorado y todavía me queda el resto de la casa por mirar.
Atravesando unas puertas correderas decoradas con pinturas que parecen haber viajado desde Japón hasta acá, me encuentro un pasillo amplio decorado con pinturas abstractas. Este, como me informa Lisa, da a las demás habitaciones de la casa, el comedor, la cocina, un baño, un estudio donde Samuel suele trabajar y lo que antes era un cuarto desocupado que solo se utilizaba para guardar equipos y muebles que ahora será mi cuarto. Al pensarlo me decepciona un poco pero al entrar en la habitación no parece nada como me la estaba imaginando.
- La casa fue remodelada y este cuarto fue ampliado un poco más tomando unas habitaciones que se encontraban del otro lado. Tuviste suerte al unirte a los Smith, ellos han arreglado todo para que esté a tu gusto -. Me comenta muy alegre. Sé que Lisa está feliz, hasta ella ha ganado con este matrimonio, antes tenía que hacer largos viajes desde su casa para poder atenderme. Mi familia no podía permitirse darle un cuarto o pagarle un lugar cerca de casa y ella aún así me cuidaba. Ahora la habitación es tan grande que puede permitirse quedarse conmigo las veinticuatro horas.
El cuarto tiene un baño sencillo pero cómodo para mí por mi condición. No es estrecho y puedo avanzar de un lugar a otro sin chocar con nada ni quedarme atascada. La habitación tiene dos enormes camas una para mí y la otra para Lisa. También una cómoda espaciosa con un enorme espejo donde se refleja todo el lugar. Tengo perfumes, cremas, maquillaje, todo de marca y por si fuera poco un vestidor lleno de vestidos y zapatos. Me entristece todo esto. Tengo todo lo que una chica podría soñar pero me siento presa en una trampa para ratones. Siento que me pellizcan sin cesar y no paran. Mi familia y toda la jodida Organizacion piensan que pueden contenerme y hacerme feliz con vestidos y zapatos, con una casa grande y cómoda, con una silla nueva y un esposo de envidia. Nada de eso es mío. No lo considero mío.
- Necesito dormir, estoy muy cansada -. Lisa me entiende, sabe leerme los ojos como nadie y me deja mi espacio.
En mi cama se encuentra mi maletín, seguro lo mandaron desde casa esta misma mañana. Con toda la fuerza que me queda me levanto de la silla y dejo que mi cuerpo caiga en la cama. Después de algunos años en rehabilitación conseguí poder levantarme e inclusive dar pequeños pasos pero hoy ha sido un día muy largo y mi cuerpo no está en condiciones para estar esforzándose más de lo necesario.
Ahora caigo en lo más horrible del caso. El glamoroso vestido blanco que llevo puesto no va a ser fácil de quitar. - Lisa -. Grito su nombre porque ya no puedo más y me derrumbo en lágrimas. Esto no se lo desearía ni a mi peor enemigo.
Hoy he sido el mejor títere de la función. He fingido ser feliz delante de todos ellos, he sido la muñeca manejable que dice exactamente lo que ellos quieren pero ahora en la soledad de mi nuevo y pulido cuarto solo puedo ver en el espejo lo desdichada que soy y la mierda de papel que he estado interpretando.
Lisa entra en el cuarto, cierra la puerta y se sienta a mi lado. Sus dedos me secan las lágrimas y su calor me abriga. Mi madre debe de estar durmiendo a esta hora o soltando todo el licor que ha tomado esta noche pero Lisa está aquí cuidándome solo a mí. - Con el tiempo todo mejorará. Tenemos todo el dinero que siempre nos ha hecho falta y nos tenemos la una a la otra.
- No quiero esta vida. No quiero nada de lo que hay en esta casa. No quiero nada que venga de ellos -. Le digo entre llantos y sollozos.
- No hay nada más lindo que un día después de otro, mi niña. Tienes que descansar y refrescar esa mente perturbada. Mañana el sol saldrá y todo será un poco mejor. Ya lo hecho está hecho. Eres una Smith y debes comportarte como una. ¿De acuerdo? - Subo y bajo la cabeza aceptando su replica -. Ahora nos desharemos de ese horroroso vestido y dormirás como un bebecito -. Me hace reír su comentario infantil y me doy cuenta de que era eso lo que buscaba, mi sonrisa.
No replico más y me tranquilizo. Al final de cuentas ya soy una mujer y soy parte de este mundo retorcido, machista y tradicionalista que no ha muerto aquí en Chicago y que no morirá nunca. Solo tengo que dormir, mañana será otro día y con el tiempo podré o por lo menos trataré de reparar las heridas. Encontraré una forma de seguir con mi vida para no verla pasar por delante de mis ojos, encontraré el amor y la confianza que perdí en mí misma y en los que me rodean aunque en lo profundo de mí ser dudo poder perdonarlos por todo lo que me han hecho.
Con su ayuda logro salir del dichoso vestido y siento que por primera vez puedo respirar en lo que ha sido el tercer peor día de mi vida y solo espero no llegar al cuarto porque me terminaría deshaciendo por completo.
Lisa se cerca despacio a la cama y me brinda su mano para apoyarme en ella, quiere llevarme al baño para que me duche pero ya no tengo las fuerzas ni para estar limpia. - Voy a dormir así mismo -. Su cara se contrae pero no llega a cuestionarme y por eso la adoro. No solo me levanta el ánimo y es mi impulso en días como estos sino que también es capaz de aceptar mis decisiones y respetarlas por muy locas que sean.
Hoy no he sudado nada, el vestido solo me provocó cierta picazón pero no era caluroso. Dormiré en ropa interior con el maquillaje como nuevo y la tripa vacía pues los nervios no me dejaron llenarla.
- Esta será tu casa Enma -. Me comenta Lisa desde el baño. Cuando sale ya está lista para dormir, se acuesta en su cama que está frente a la mía y quedamos cara a cara -. Es una casa preciosa y verás que dentro de muy poco cuando la conozcas bien y te lleves bien con todos los del servicio vas a empezarla a mirar con otros ojos. Siempre has sido una chica positiva a pesar de las adversidades y créeme que esto no es nada que no puedas superar.
- Realmente no sé en qué mundo vives si crees eso -. Le digo en tono de burla.
Mi respuesta no le sorprende pero no se da por vencida. - En esta casa formarás un hermoso hogar. Como en las pelis esas que veías de chiquita "hogar dulce hogar"con el the end para cerrar por todo lo alto.
Ojalá su comentario pudiera hacerme reír pero no lo hace. Le doy las buenas noches y ella apaga las luces. Sé que esta casa nunca se convertirá en mi dulce hogar. Mi hogar es Lisa y el cariño que me brinda todos los días, nadie más.
Poco a poco siento el cansancio apoderarse de mis ojos y caigo en la oscuridad de la inconciencia. Mi mente proyecta imágenes borrosas de una niña apasionada y fuerte. Ella no tuvo miedo, ella sintió el amor. Lástima que hoy, poco más de dos años transcurridos desde esa noche, esa niña solo desee olvidar.
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Rodando en Mentiras.
AksiEnma es una chica que ha pasado por mucha mierda pero que la llamen loca sobrepasa todo. Su marido de mentira ha decidido que lo mejor sería un tratamiento en Francia y ella solo puede pensar en pulsar el gatillo. Quédense junto a mí para conocer e...