Samuel acaba de marcharse nuevamente. Vive disfrutando del mismo juego, es un poco entretenido tengo que admitir, pero no encuentro en él el más mínimo sentido. Llega, toma el control, me lo cede y terminamos besándonos. Claro, no hay que olvidar que siempre que me besa termina marchándose, huyendo, dejándome tirada.
Así es como estoy, tirada en esta oscura pero cálida habitación y lo más gracioso del caso es que aunque puedo perfectamente pararme de este escritorio y salir por la puerta no puedo hacerlo. No puedo permitir ser descubierta, todavía no es el momento.
Dos suaves toques escucho en la puerta y de pronto la claridad de las luces del pasillo entra por la pequeña rendija que se abre paso. La figura de Lisa me toma por sorpresa pero me tranquilisa. Trae consigo mi silla de ruedas y una cara de sueño y cansancio.
- Vamos a la cama Enma - dice mientras bosteza. - Estoy muy cansada.
Lisa cierra la puerta del estudio al entrar y yo corro a sentarme. La seguridad vuelve a apoderarse de mi cuerpo. Dejo de ser la chica de antes, la chica con el poder del odio, y empiezo a ser la chica que necesita cariños y atenciones.
Creo que soy mucho más que dos simples chicas. Creo que soy mucho más que dos Enmas. Soy una chica herida, física y emocionalmente. Soy una chica con cicatrices. Soy también una asesina. ¿Cuántas Enmas pueden habitar dentro de mí? Puede que muchas más que hasta ahora no conozco y tengo miedo de ellas.
Lisa conduce mi silla a través del estudio hasta salir al pasillo. Aquí las luces encandilan los ojos y el cansancio también consume mi cuerpo al igual que ya ha hecho con el de Lisa.
- ¿Resolviste tus asuntos? - Pregunta Lisa al cerrar la puerta de nuestra habitación. El sueño la ha abandonado de repente mientras que a mí los nervios me controlan. - ¿Por qué callas Enma? ¿Es que no quieres contarme la verdad?
- He estado ocultándote muchas cosas.
- ¿Qué clase de cosas has hecho Enma? - Lisa es precisa y muy tajante. Su rostro ha sido consumido por una máscara de hielo y superioridad. Pero sabía que más tarde o más temprano tendría que expulsar mis pecados.
- Debo mostrarte algo antes. Mi cartera.. - Entro en pánico al recordar el último sitio donde cargaba con ella, el carro de Samuel. Creo que la he dejado en el asiento del coche y la he olvidado por completo. - Mi cartera. ¡Maldita sea!
- Spencer me la entregó. Volvió y me la trajo. Dijo que la habías olvidado en el auto - dice mientras señala mi cama donde está tirado el bolso. - ¡Eso no importa ahora! - Exclama Lisa a gritos. - Dime lo que tienes que decir Enma.
Corro hacia mi cama y abro mi bolso desesperada. El celular de Andrew está guardado ahí así como también la pulsera de zafiros. Antes la había guardado entre mis tetas pero mientras me cambiaba la ropa ensangrentada por la que mi hermano me compró en el super volví a meterla en el bolso. Danilo solo me quitó el arma pero todavía poseo la pulsera. No fui capaz de contarle la verdad, solo le mentí como suelo hacer desde hace poco pero a Lisa no le puedo hacer lo mismo.
El celular de Andrew sigue junto al mío. Lo importante ahora es borrar el video, más tarde puedo hablar con Lisa. Enciendo el smartphone pero me pide contraseña y decido apagarlo.
- ¿Qué haces? - Pregunta Lisa nuevamente. - Eso no es tuyo Enma. ¿De quién carajos es ese celular?
- Pertenece a Andrew, pertenecía.
- ¿Qué diablos significa?
- ¡Significa que está muerto! - Ahora soy yo la que ha terminado gritando. - Andrew está muerto y esta es la prueba de su tración - le entrego el celular a Lisa mientras la pantalla del mismo se agapa. - Necesito que esto sea destruido.
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Rodando en Mentiras.
ActionEnma es una chica que ha pasado por mucha mierda pero que la llamen loca sobrepasa todo. Su marido de mentira ha decidido que lo mejor sería un tratamiento en Francia y ella solo puede pensar en pulsar el gatillo. Quédense junto a mí para conocer e...