13- El traidor

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SAMUEL:

Las sábanas del hotel donde me encuentro tienen un aroma especial a rosas. Que infantil, lo odio.

- ¿Por qué esa cara?

Melissa siempre con sus preguntas. Me cansa. Necesito silencio en estos momentos y no creo que ella sea capaz de dármelo.

- ¿Por qué no podíamos hacerlo en tu apartamento? - Le respondo con otra pregunta.

- Quería hacerlo en un lugar diferente. Eso es todo - Melissa se levanta de la cama totalmente desnuda y se apresura a vestirse.

- ¿Quiéres irte tan rápido?

- Samuel no me busques por favor. Este no es mi mejor día.

- ¿Por qué no te abres conmigo?

- ¿Quiéres que me abra contigo? ¿Quiéres que te diga la verdad?

- Claro, por algo eres mi mujer.

- Sí, es verdad, soy tu mujer - Melissa se ríe a carcajadas y una lágrima sale de su ojo. - Si realmente yo fuera tu mujer no vendrías a mí para quitarte el calentón que te provocó la otra.

- El nombre de la otra es Enma y sabes perfectamente que todo esto no estaría sucediendo si tú no hubieras abortado.

He terminado gritándole las últimas cuatro palabras que he dicho. Me estoy comportando como un hijo de puta, me corrijo, soy un hijo de puta y Melissa no se merece eso cuando he sido yo el culpable de todo.

- No. No es mi culpa. Yo no soy la razón de nada de lo que te está pasando. Fuiste tú el que alteró el condón, bueno, los condones. No me dejaste otra opción.

- Yo solo quiero formar una familia contigo Melissa. Ya llevamos muchos años al lado del otro. Ya no quiero esperar más.

- Y yo te dejé bien claro que no voy a permitir que mis hijos sean mafiosos de mierda como tú, o peor, que corran peligro ¡y que puedan morir por tener un padre que es un asesino! - Melissa también ha gritado contra mí como cada vez que tenemos esta conversación.

- ¿Hay algo más que quieras expulsar de tus adentros?

- Nunca te daré hijos Samuel y eso está bastante aclarado entre ambos pero no vuelvas a hacer lo que hiciste hoy. Si Enma te calienta la polla te la follas y punto ¿de acuerdo? No vengas más a mi si es a ella a la que quieres.

- Nunca he deseado a Enma y lo sabes Melissa.

- Nunca habías deseado a Enma hasta que te diste cuenta que ella si puede cumplir con tus expectativas.

- No sabes de lo que estás hablando.

- ¿Crees que no sé lo que te gusta, lo que realmente te gusta? Samuel, acaba de admitir por una maldita vez en tu vida la verdad. Eres un puto masoquista, te gusta que te minimicen, te gusta ser humillado por las putas que te follas, te gusta ceder el control, y yo eso no he sido capaz de dártelo. Admítelo, por favor.

- No soy un masoquista como dices que soy. Solo que estoy descompuesto por dentro, tengo averías y fallas como cualquier persona. Me gusta probar cosas nuevas durante el sexo y nunca lo he hecho contigo por el amor y el respeto que te tengo.

Rodando en Mentiras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora