Decidido

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¿Cómo  debería  sentirse? No comprendía como su pequeño amigo había ganado tanta confianza con aquel chico, con aquel desconocido. 

No debía de tomarle importancia pero cuando vio los ojos brillosos  de aquel desconocido no pudo evitar ponerse alerta.

Su mandíbula se tenso ante aquello, el no permitiría que le quitaran a Yoongi, el lucharía hasta el final para ganarse el amor de su pequeño hyung.

En medio de su camino sintió como su cuerpo se paralizó al verla al ver aquella chica en quien confío ciegamente, a quien le dio un poco de su amor, la chica quien lo humillo haciéndolo  sentir tan patético. 

– Te daré  un consejo, nunca le digas a Yoongi lo que sientes porque créeme que el solo sentira pena por ti, eres un maldito bicho extraño y los bichos extraños no son ni serán nada.

Aquellas palabras estaban tan plasmadas en su mente, el miedo y la inseguridad lo llevó a querer totalmente olvidarse de Yoongi y aunque lo intento no pudo hacer nada, sus sentimientos eran mucho más fuertes.

Vio como aquella chica yacía mirando con asco al chico frente a ella, su mirada en ningún  momento se apartó  de aquellos dos.

Luego de unos segundos pareció darse cuenta que el chico frente a ella estaba declarandose al parecer aquello no agrado para nada a Irene quien yacía con la mandíbula tensa mientras miraba con desprecio al chico.

Taehyung miro serio la escena viendo como la gente al rededor solo se dedicaba a ver o ser un simple espectador, importandole poco se acerco a Irene y aquel desconocido.

Cuando Irene estuvo apunto de tirar una cachetada al rubio había sido detenida por un peli negro quien lo miraba de manera seria, el agarre en su muñeca se hizo mucho más  fuerte.

La chica miró con sorpresa a Taehyung, dedicándose analizar cada parte del rostro de este, su rostro que antes había sido aniñado ahora era reemplazado por un rostro mucho más maduro y atractivo.

– Al parecer hasta ahora no aprendes a como ser empatica – una sonrisa falsa adorno los labios del más alto, la chica tan solo se quedó callada viendo a otro lado.

Tae la solto para luego voltear a ver al rubio quien mantenía la mirada en el suelo.

– Escucha, esta chica a la que te acabas de declarar créeme que no vale la pena, mereces algo muchísimo mejor y menos... – observo a Irene por unos segundo para luego volver su mirada al chico – menos falsa.

El rubio tan solo asintió para luego retroceder e irse corriendo, el peli negro tan solo miro con desinterés a la chica.

– Tu comportamiento da lástima, más bien dicho tú me das lástima  – dicho ello se marcho sin siquiera esperar una respuesta.

Ver a aquella chica claramente le había dolido, pero no iba a permitir que ella humillara aquel chico.

De camino a casa se sentía sumamente perdido, los recuerdos lo chocaban de manera que hacía que se siéntese aturdido y aquel nudo en la garganta cada vez se hacía más presente.

Una vez que llegó a casa se dio cuenta que no había nadie, un suspiro se escapó de sus labios para luego ir a su habitación.

Apenas ingreso se recostó en su cama viendo tan solo el techo.

- Todo fue tu culpa.

El peli negro miro de manera incrédulo a la chica - ¿Mi culpa? ¡¿ES MI CULPA QUE ME HAYAS ENGAÑADO?! - por más que trataba de mantener la calma simplemente no podía, su molestia era mucho mayor.

¡QUE GANE EL MEJOR!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora