¡QUE GANE EL MEJOR!

Mañana agradable

Al día siguiente Jungkook había despertado lo más temprano posible para arreglarse e ir a recoger al pequeño chico.

Luego de unos 25 minutos salió con una toalla envuelta en su cadera, para luego mirarse al espejo con detalle notando como pequeñas ojeras adornaban su rostro.

Un resoplido salió  de sus labios ante eso, el día anterior se había desvelado estudiando para lograr rendir bien para su examen, se sentía cansado, estudiar administración era agotador.

Luego de unos segundos sacudió levemente su cabeza para empezar alistarse, saliendo de su habitación se dio cuenta que no había nadie, aunque aquello no era sorpresa, después de todo su hermano casi nunca paraba en el departamento.

Una sonrisa pequeña se instaló en sus labios al notar el peluche que el día de ayer había comprado para su pequeño Gigi.

Un suspiro involuntario se escapó de sus labios al pensar en Yoongi, cada noche pasaba viendo en aquel celular antiguo, las fotos que tenían juntos, o los vídeos donde jugueteaban como pequeños niños.

Aquellos recuerdos hacían que su pecho se sintiera extremadamente cálido.

Tomó desayuno rápido para tomar todo lo necesario y salir de su apartamento en rumbo a la casa del más pequeño.

     [...]

Beom entro sigilosamente al cuarto de su hermano  viendo como este yacía dormido plácidamente mientras parecía un pequeño ovillo debido a las frazadas que envolvían su pequeño cuerpo.

Vio con lentitud la olla y el cucharón que llevaba consigo preguntándose si era buena idea despertar de esa forma a su hyung.

Cuando ya estaba listo para hacerlo porque su hermano debía estar presentable para ver a Jungkook quien pasaría a recogerlo, su madre interrumpió su acto de despertador.

– ¡Beom! ¡Prepare panqueques!

Ante la mención de sus tan queridos panqueques dio marcha atrás, debía bajar lo más rápido y acabar con todo, aprovecharía que su hyung yacia dormido.

Pero entonces vio el despertador de Yoongi, pronto sonaría, entre cerro los ojos antes eso... el no permitiría que aquella alarma sonaría.

Con pasos sigilosos entro a la habitación viendo como su hyung se removia para empezar hablar entre murmullos.

Estiro su mano tomando la alarma que iba a sonar en 10 minutos, vio como su hermano parecía calmado, entonces quiso volver a colocar la alarma en su sitio pero justo en ese momento Yoongi había abierto los ojos.

Rápidamente escondió la alarma detrás de el.

– Beom, ¿qué haces en mi cuarto? - preguntó medio adormilado para sentarse en la cama.

– Y-yo tan solo pasaba a ver si no habías morido - el pequeño chico rodo los ojos ante la última palabra dicha por su hermano y cuando quiso ver que hora era frunció el ceño.

¿Dónde diablos estaba su alarma?

Vio como Beom retrocedía lentamente así que lo miro con confusión hasta que noto que este tenía algo detrás de su espalda. 

– Beom, ¿qué tienes detrás tuyo? - preguntó con curiosidad viendo como el rostro de su menor se ponía pálido.

– N-nada.