MÚROM #1 [Completa ✅]

Capítulo 27

Maratón Parte I

(Penúltimo capítulo)

Me relajé mientras el sol me calentaba el rostro y los hombros, escuchando las hojas moverse y crujir a causa del viento. Habíamos tenido suerte en la tarde, cuando las nubes negras dejaron paso a la agradable calidez del sol. Estaba con las gemelas aún, sentadas sobre las piedras lisas junto al río mientras observábamos el agua brillante correr sin piedad entre las rocas. Había mucha menos cantidad de agua que hace un par de meses, a causa del congelamiento que había comenzado hace poco cerca de las montañas, aun así, el caudal era bastante fuerte y no se quedarían sin agua en todo el invierno. Lo cual era una buena noticia para muchos.

Miré a Kira a mi lado, sentada detrás de su hermana mientras le trenzaba el cabello con una paciencia infinita. Me encantaba verlas juntas y me hacía desear haber tenido una hermana también, aunque luego desistía cuando me acordaba la clase de padre que tenía.

Habíamos desayunado con las nuevas visitas, la líder del clan de los pumas era muy apreciada por todos y sus hijas habían resultado ser muy agradables, aunque solo pude intercambiar unas pocas palabras con cada una porque todos demandaban su atención como si fuesen unas celebridades. Ahora entendía por qué me habían recibido de tan buena gana, parecía que no solían tener muchas visitas.

Marina me había buscado poco tiempo después y volvimos a repasar el plan con Vasily y con Shura, dejando claras las indicaciones que debía darle al rebelde que se encargaría de dejar la carta a la vista de mi padre. Habían envuelto el sobre en una pequeña bolsa de plástico para protegerlo de la humedad de la nieve, porque si resultaba ser ilegible tendríamos que esperar casi dos meses para el próximo contacto. Y no podríamos arriesgarnos tanto, porque para ese entonces el Consejo lo más probable es que me hubiese dado por muerta.

Las pumas se habían marchado inmediatamente después, a pesar de las quejas de muchos, pero tenían un gran viaje por delante y me sorprendí cuando me dijeron que correrían en su forma animal hasta los túneles subterráneos y de esa forma el viaje que me había tomado casi tres días en hacer con Leonid ellas lo harían en apenas doce horas. Lo cual era bueno porque llegarían a tiempo para la reunión con los Sediciosos y malo a la vez, porque eso significaba que esa misma noche mi padre estaría leyendo lo que le había escrito. Y no podía dejar de retorcer los dedos ante eso.

¿Qué pasaría después? ¿Aceptarían o solo nos ignorarían? ¿Cómo reaccionaría Rodien? Conociéndolo montaría en cólera contra todo el mundo y probablemente terminaría rompiendo unas cuantas cosas de nuestra mansión en Moscú. Luego se sentaría, tomaría algo de Vodka y llamaría al Consejo para despotricar y quejarse de todo y solo tal vez después de eso pensaría con la cabeza fría y llegaría a tomar una decisión. ¿Cuáles serían las consecuencias de esa decisión?

Katia se levantó de repente y me dio una pequeña sonrisita antes de darse la vuelta y caminar silenciosamente de regreso al pueblo.

-¿Ya tenemos que volver? -le pregunté a Kira. Ella tenía el ceño fruncido y rodó los ojos antes de levantarse de golpe.

-No, tú quédate aquí -gruñó-. No estarás sola mucho tiempo.

Abrí la boca para protestar, porque no me entusiasmaba la idea de quedarme sola en el río luego del ataque del cara podrida, pero me sorprendí cuando Kira se dio la vuelta y pateó una pequeña piedra con una fuerza brutal, mientras murmuraba entre dientes.

Miré sobre mi hombro como se alejaba detrás de su hermana y suspiré mientras estiraba mis piernas y me esforzaba en ponerme de pie. No sabía qué cosa les pasaba y me habría gustado disfrutar del sol un poco más, pero ni loca me quedaría sola en el río.