#Verónica
yo puedo.
me baje del auto con mi mochila y entre a la casa, lo primero que vi fue a la tía Lorena mirando feo a mi papá y a el mirando su billetera con una foto.
la foto familiar, la que siempre los adultos tenían en su billetera, con su familia.
todas sus hijas y el, pero sin ninguna mamá.
me miró al instante que entre y rechino la puerta, dejé mi mochila apoyada en la escalera y me sente en la esquina del sillón.
vi al Ian de espaldas en la cocina ya que había una ventana que daba vista al comedor y este estaba conectado con el living.
─ hola. ─saludé rompiendo la tensión que se instaló, deje mis manos en mi regazo nerviosa mientras jugaba con el pliege de mi falda.
─ hola ─devolvió el saludo mirando la foto─ ¿como estas? ─preguntó mirándome, pude ver que sus ojos estaban rojos.
silencio, no fui capaz de responder.
─ ya... Yo les voy a dejar espacio. ─anuncio la mamá de los Godoy retirándose a su pieza.
seguí jugando con mi falda entretenida hasta que sentí una mano en mi hombro, era mi papá.
─ hija... ─solo alcanzó a decir eso antes de ponerse a llorar en mi hombro.
como pude lo abrace, seguía sin hablar y no era que no quisiera, era que no sabía que decir.
su llanto cesó y se separó de mi limpiandose las lagrimas, de su chaqueta sacó una servilleta y se limpió los mocos.
siempre veo que los papás o los viejitos traen una servilleta usada en la chaqueta. guacala.
─ nose que haces aca ─hable decidida─ osea me echaste de la casa, me retaste feo y me dolió.
me miró juntando el entrecejo.
─ ¿tus hermanas no te han dicho? ─negué ante sus palabras─ hace años yo tenía un amigo, Cayetano Mackenna, el me ayudo a conquistar a la María Inés, la mamá de Agustin Mackenna. En la primera cita me confesó que le habían pagado para salir conmigo y que en realidad no quería. Yo obviamente enojado al otro día fui a la casa del Cayetano y lo encontré con la Maria Inés. Alcanzo a decirme que lo hizo para que me diera cuenta que no me gustaba en realidad, pero antes de la confesión de ella me enamore más de esa mujer... Corté lazos con el y al tiempo me contaron que se casaron... Yo amaba a esa mujer aunque nunca le hable, pensaba que era perfecta hasta que me la cruce y fue peor que la mamá de la Mané, eran igual de malas las dos.
txa, la mea' novela.
─ ah, me la creí ─solté sin creerlo─ ¿no era cierto, cierto? ─en cuanto negó entendí─ chucha ─sentí un golpe en mi nuca y lo mire.
─ no te aprovechí con los garabatos ─me queje en voz baja.
a mi papá le cargaba que garabatearamos en frente suyo, le importaba que no lo hiciéramos en la casa o cuando el escuchara.
─ F... Igual el cuico ni un brillo ─susurre mintiendo.
el Agustín me dejó con ganas de mas esa noche, a pesar de que estaba cura'.
─ esa no te la creí ni tu ─susurro también.
sonreí entendiendo que dimos un paso.
─ Sinceramente Veronica, creo que tomar un poco de distancia nos haria bien. Todavia no puedo perdonar esto y mi unica regla era no tener nada que ver con esa familia. Prefiero que te quedes con la Lorena, ya lo conversamos y sera un tiempo solamente. ─hablo esta vez mas duro.
¿y esos cambios de humor papito?
─ bueno ─respondí pensando en las ventajas de estar acá.
más libertad y bonitas vistas de parte del Ian.
aunque el Agustín tiene lo suyo la verdad.
no queria pensar en que mi papa todavia estaba enojado, tampoco creí que me podia arrepentir tanto de haber ido a ese carrete.
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me tire al cuico
Teen FictionLa regla sagrada de las Ortega era nunca jamás en la vida meterse con un cuico, lo que la Coca no logró hacer por que... ¡se tiro al cuico de la esquina! (bajo edición en febrero)