#Omnisciente
6 meses después
Después de salir de cuarto medio, la Coca se encontraba ante un nuevo capítulo en su vida. La ciudad que había sido su hogar durante tantos años pronto se vería distante en su espejo retrovisor. Había planeado partir a otra ciudad para estudiar medicina veterinaria, pero una parte de ella se sentía reacia a dejar atrás al Ian.
Aunque ellos habían decidido intentar una relación a distancia, ella sabía que sería un desafío.
Después de todas las conversaciones y lágrimas compartidas, finalmente había llegado a un momento de resignación, donde aceptaba la realidad de que la distancia estaría entre ellos. Pero incluso en medio de todo, un pensamiento comenzó a crecer en su mente.
Una tarde soleada en la casa de los Godoy, donde habían pasado tantos momentos juntos, la Coca reunió el coraje necesario para expresar su pensamiento.
Miró al Ian a los ojos, su corazón latiendo rápidamente por lo que estaba a punto de decir.
— Guagua, he estado pensando mucho sobre esto de la distancia. Sé que estamos tratando de hacer que funcione, pero la verdad es que no puedo evitar sentir que algo falta. —murmuró lo ultimo bajando la cabeza.
el Ian la miró con atención, notando la seriedad en sus palabras.
– ¿A qué te refieres, Coca? —preguntó.
ella tomó una profunda inspiración y continuó.
— llegue a la conclusión de que si vamos a hacer esto, si realmente queremos estar juntos a pesar de la distancia, entonces deberíamos eliminarla —planteó, el de rulos la miro confundido— Quiero que vengas conmigo Ian.
Los ojos del Ian se abrieron en sorpresa, como si no hubiera esperado que ella sugiriera algo así.
— ¿Estaí hablando en serio, Coca? Irme contigo significa cambiar y dejar muchas cosas.—la pelinegra asintió con firmeza, con unos ojos llenos de determinación.
— si se, Ian. Pero si ambos estamos dispuestos a hacerlo funcionar, entonces deberíamos estar dispuestos a luchar por nosotros. No quiero una relación a distancia que nos desgaste. Quiero que estemos juntos, enfrentando todo lo que venga.
Este sonrió lentamente, como si la idea estuviera tomando forma en su mente.
— Es una decisión importante, mi vida. Pero si tú estáí dispuesta a todo por nosotros, entonces también lo estoy. —respondió sonriendo.
tomo su cara entre sus manos como solía hacer y deposito un beso en su frente.
Después de largas conversaciones y reflexiones, el Ian finalmente decidió transferirse de universidad e irse con ella.
cuando llego el momento de irse, fue triste, pero no se iban tan lejos, la mama del Ian le hizo jurar que la llamaría siempre y que la visitaría cada vez que pudiera.
Al llegar allá, encontró un nuevo hogar en un departamento compartido con el Lalo y la Paz, dos amigos que pronto se convirtieron en parte de su círculo cercano.
Los días pasaron, y a medida que los retos y las alegrías de la vida en Santiago se presentaban, la coca y los demás aprendieron a apoyarse mutuamente.
Las noches de risas en el departamento se convirtieron en una rutina, y cada uno de ellos encontró un lugar especial en la vida del otro.
El año que tuvo ese cuarteto desde cuarto medio hasta la vida universitaria fue de sus mejores años, a pesar de los altibajos, ninguno se arrepentía de donde estaban.
Las decisiones audaces que tomaron la Coca y el Ian demostraron que cuando dos personas están dispuestas a luchar juntas, incluso la distancia puede ser superada. Y mientras caminaban juntos por las calles de la ciudad, construían un futuro en el que la determinación y el amor eran la base de todo.
Ambos se encontraban regaloneando en el sillón del living, en un cómodo silencio hasta que la Coca lo rompió.
— te amo —susurro mirándolo.
el Ian se sorprendió por lo que dijo, todo el tiempo que llevaban juntos ella nunca le dijo eso, estaba acostumbrado a sus "te quiero".
antes de que la Coca siguiera hablando, el la beso. Un beso lento, intentando demostrar mucho mas que mil palabras.
beso su frente y le correspondió.
— Te amo, dama mía.
Y así terminó la historia de esta pareja, todo empezó porque la pecosa quebranto la única regla que su familia imponía metiéndose con el Agustín.
La Coca nunca pensó que terminaría en una relación con el Ian, nunca creyó tener sentimientos correspondidos, y nunca sabra que el Ian la amo desde un principio y mucho mas de lo que puede llegar a imaginarse.
Ella estara infinitamente agradecida de que su hermana allá gritado que...
¡Se tiro al cuico de la esquina!
ESTÁS LEYENDO
me tire al cuico
Teen FictionLa regla sagrada de las Ortega era nunca jamás en la vida meterse con un cuico, lo que la Coca no logró hacer por que... ¡se tiro al cuico de la esquina! (bajo edición en febrero)