La regla sagrada de las Ortega era nunca jamás en la vida meterse con un cuico, lo que la Coca no logró hacer por que...
¡se tiro al cuico de la esquina!
(bajo edición en febrero)
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#Veronica
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vi como se reia a la vez que se sacaba el algodon de la nariz, la mire confundida.
─ el Lalo me paso a pegar con un vaso cuando se cayó ─me explicó a la vez que se miraba con la camara de su celular.
que linda presentación.
─ ¿y porque te ries? ─pregunte extrañada por su actitud, conociendo a mi amiga estaria llorando por su nariz.
vi como agarraba algo envuelto en una servilleta.
─ esto querida Coca, es el pase a la felicidad maxima ─abrio lo que tenia envuelto dejandome ver lo que parecía un brownie.
quizas un brownie mágico.
─ ¿es mágico?
asintió a la vez que se lo metia todo a la boca.
rodeé los ojos quitandole la servilleta y parandome.
─ nos vamos ─le dije tomando sus cosas y parandola del sillon como podia.
se quejo, pero después saco una loca idea de que si nos ibamos nos podiamos cruzar al amor de su vida porque a esa hora salia de trabajar.
o algo asi dijo.
le puse su chaqueta y le amarre el bolso a su cintura para que no se le perdiera en el camino.
en la salida me percate de algo, ¿en que nos ibamos?
probablemente el Ian todavia estaba en el segundo piso, nisiquiera sabia donde estaba el Mati y lo mas probable era que esperara a su hermano, mis hermanas se tienen que haber ido o estaban peleando todavia, a que si no tenia opciones.
pense en el Agustin y en que el nos podria haber llevado, pero no tenia idea de donde estaba y si estaba en condiciones de manejar.
no tuve mas remedio que llamar al Ian, pero me cortó.
tome a la Paz de la mano y salimos de la casa, nos sentamos en la berma esperando que algún angelito apareciera y nos llevara.
no estaba dispuesta a irnos caminando a esta hora, menos en el estado que se encontraba mi amiga. Era demasiado peligroso.
