La regla sagrada de las Ortega era nunca jamás en la vida meterse con un cuico, lo que la Coca no logró hacer por que...
¡se tiro al cuico de la esquina!
(bajo edición en febrero)
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#Verónica
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─ ¡VERÓNICA ORTEGA COMO QUE HICISTE COITO CON EL CUICO DE LA ESQUINA.
corre perra, corre.
─ ¡MARIA ELENA NO GRITES! ─devolvió el grito la Javi.
─ ¡NO ESTOY GRITANDO, TU ESTAS GRITANDO! ─volvió a gritar la mané.
─ cállense que quiero dormir ─ahora se metio la Andy.
─ no te metas ─respondieron las dos al unisono, wea rara.
intente escabullirme a mi pieza, pero como siempre me pillaron. La Mané me tomo del brazo y me llevo abajo con el papá.
─ ¡tu hija se metio con un cuico! ─le chillo, cuando queria era muy chillona y pesa'─ ¿acaso no le vaí a decir nada?
─ creo que todos en esta casa tenemos una vida sexual activa, hija. ─respondió el papá─ simplemente no le veo lo malo ─se encogió de hombros.
─ se metio con los Mackenna.
estoy frita.
mi papá giro la cabeza como la exorcista cuando escucho la cagá que me mandé, aunque no es tan malo, creo.
─ ¿supongo que me están webeando? ─pregunto viendo bajar a mis otras hermanas, esto de tener tantas hermanas se me enreda─ ¿Verónica?
lo mire con arrepentimiento, me solté de mi hermana e intente acercarme al papá.
─ yapo papá, estaba curá, no sabia. ─me excuse intentando que entendiera.
─ no son excusas para... ─callé a la Mané antes de que pasara algo peor.
─ cállate ─hable mirándola feo.
mire a mi papi quien estaba medio shockeado, sigo sin verle lo malo a haberme metido con el Agustín, ósea de que es medio insoportable lo es, pero no es TAN terrible.
me miro desaprobatoriamente, nego con la cabeza y se encerró en su pieza.
─ la cagaste ─me dijo la Javi antes de subir tambien moviendo la cabeza, la Mané se fue con ella y la Andrea se acosto en el sillón intentando conciliar el sueño que los gritos le quitaron.
─ pucha Coca, te apoyo aunque ese loquito me funo un carrete ─me apoyo la Andy antes de cerrar los ojos y abrigarse con su mantita.
fui a mi pieza que estaba lejos de la de mis hermanas para mi salvación, tome mi computador de la cama y le escribí al Mati esperando que responda. Recibí una videollamada de su parte que acepte al tiro.
lo visualice con los ojos medios cerrados, parece que estaba durmiendo porque sus rulos estaban medios aplastados.
─ tení un nido de pajaros ahí arriba o que wea ─pregunte intentando ver bien, se rio ronco y a mi parecer movio el celular porque apunto a su puerta.
por la misma entro el Ian sin darse cuenta que el celular lo apuntaba, me quede perpleja al ver que andaba con solo una toalla cubriendole su amigo
─ oe no se si cachaste, pero me estaí mostrando al Ian desnudo ─hable cuando vi que el Mati no movia el celular, lo corrio al mismo tiempo que escuchaba al Ian soltar mil chuchas en contra de su hermano.
─ ay, agradece que era la Coca y no una acosadora, burro ─le respondió, vi como le tiraba un cojin de mickey mouse y como se quejaba.
─ ¿tas bien? ─me pregunto en cuanto su hermano se fue.
─ sinceramente no ─hice un puchero─ ¿te acordaí del Agustín? ─asintió─ en el carrete de anoche...Tiramos y hoy día la Mané se entero y le dijo a mi papá, tu sabís como son de cuaticos con las reglas.
─ umh, igual es un poco exagerado. Todos en tu casa pueden haber roto alguna y lo dejaron piola ─respondió haciendome pensar, asentí pensando en lo que se venia─ si querí te podí quedar en mi casa hasta que tu papi recapacite.
volví a asentir.
─ Coca mirame ─lo mire─ tení que estar tranquila ¿ya? lo vamos a solucionar si pa' algo soy tu mejor amigo ─sonreí, queria abrazarlo.
─ sigo sin entender ─me sobresalto la voz del Ian─ ¿peleaste con el suegro? ─asentí con la ceja levantada─ ¿y el buen samaritano de mi hermano te ofrecio alojo por una pelea? ─pregunto directamente, negue mordiendome el labio inferior al ver que no sabia nada.
─ la unica regla en mi casa es no tener nada con los Mackenna, la unica regla de mis hermanas es no tener nada que ver con un cuico y bueno, me cague esas dos reglas ─respondí encojiendome de hombros.
─ y si alguien de su casa rompe alguna, te dejan patitas en la calle ─respondio el Mati.
─ ¿todo por ese zorrón? ─pregunto de nuevo─ son brijidos en tu casa, dama mia ─volvió a hablar.
puticoca
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