33

575 33 1
                                    

#Veronica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

#Veronica

Después de esa discusion no volvi a ver al Agustín en el liceo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de esa discusion no volvi a ver al Agustín en el liceo.

estuve todo el dia tensa, por cruzarmelo y porque el Ian se enterara por otra persona.

— ¿coca? —mire hacia mi costado y encontre al Mati en el puesto de la Paz.

se me hizo raro que no estuviera mi amiga, la busque por la sala y la encontre en los puestos del fondo conversando con un loco, diria yo, coqueteando con el

— ¿que pasho? —se me fue inevitable no agregar la "H", ya era costumbre decirle asi a todos, se me habia pegado de la Javi.

— la paz esta enojada conmigo...—me respondio mirando en su direccion.

antes de contestarle mi amiga ya estaba al lado de nosotros, miraba muy feo al Mati y solo lo miraba a el.

tome mi celular y me levante para darles espacio, la Paz se sentó en mi asiento y fui donde unos amigos.

— ¿que hacen? —les pregunté.

ambos me miraron y luego se miraron.

— nada —respondieron al unísono.

aunque fueron rápidos, igual vi como escondían el celular.

los mire feo y me senté en la mesa, me sacaron conversa' de un cahuin que andaba volando.

no entendí mucho, pero en parte era porque veía como mis amigos tenían una pelea en nuestros asientos.

la Paz se fue y aproveché para hablar con el Mati, que estaba con la cabeza agachada.

— suéltala —le dije.

me miró unos segundos, saco su celular y me mostró una foto, donde se estaba comiendo con una mina en la plaza.

— a.

enarcó sus cejas.

— ya la cagaste, ya —le dije, hizo una mueca, pero no dijo nada más— la Paz no perdona esas cosas, si no pregúntale al Bastian.

el Basti era el ex casi algo de la paz, en una disco se comió con una loca y la Paz lo bloqueó de todos lados dando por terminada lo que tenían.

— no somos nada —respondió levantando su labio inferior.

— ni lo serán...

antes de terminar me dio un codazo.

— gracias por la ayuda, te juro que nunca conocí una amiga tan comprensiva. —ironizó.

me reí por eso, en el fondo el sabía que tenía toda la razón.

al rato después tocó el timbre y tomamos nuestras cosas y las de la Paz, que todavía no había llegado.

en el paradero me despedí de ambos y me fui a mi casa, por suerte tenía la ventaja de que mi casa quedara a 15 minutos del liceo.

aunque igual llegaba tarde.

llegando al pasaje, me encontré con una escena que no quería ver.

el Agustin estaba en el cemento con el Ian encima de el pegándole. Lo vi pegarle dos combos antes de que reaccionara y le gritara.

en cuanto me vio si semblante se relajó, pero no se separó. Le dio otro golpe en la boca y se levantó, una patada en las costillas me aceleró el corazón.

tome su brazo alejándolo del Agustín, con la mirada penetrante del Ian, lo levante como pude, toque el timbre de su casa que estaba a cinco pasos.

su primo, el mismo que me vio en su casa esa mañana del carrete, salió y nos miró confundido hasta que vio la cara del Agustín.

no se veía ta mal, tenía un moretón en la mejilla y una pequeña marca en el labio, como cuando te lo muerdes y te rompes un poco.

— pregúntale a él —hable rápido cuando su primo iba a hacer preguntas.

lo tomó del torso para ayudarlo y cerré la reja cuando entraron quedando afuera.

mire al Ian, que estaba apoyado en la reja esperándome. Me acerqué mirando su labio, parecía que el Agustín también le alcanzó a pegar.

toque su labio para ver si todavía sangraba y se quejó.

— por andar haciendo weas —le advertí, tome su mochila y su mano.

fuimos a mi casa, por lo menos solo estaba la Andy, durmiendo en el sillón como siempre.

en mi pieza lo senté y le pasé una toallita desinfectante para heridas, que mágicamente tenía porque ni yo sabía porque tenía de esas.

me sento en sus piernas para poder estar más cómoda y con un cotonito le puse povidona suavemente.

cada vez que le dolió apretaba mi muslo, que estaba descubierto porque andaba con falda.

— ¿porque haces estas cosas? —le pregunté terminando, pero sin moverme— ¿alguna excusa buena?

tomó mi cintura para no caerme y me miró.

— la Paz y los cabros ya me dijeron lo qué pasó en el baño, tu sabí que no iba a dejar las weas así, ese perkin culiao' se lo buscó.

suspiré, muy en el fondo sabía que le iban a decir, pero no tan rápido.

— las cosas no se solucionan así, guagua —respondí.

en el momento que me di cuenta de lo que dije me sonrojé, en el cambio sonrió y me dio un beso.

— eso me gusta —susurró a centímetros de mi boca— si me lo dirás en situaciones así, entonces tendré que pelear con todos.

mi corazón se aceleró. Poco, pero a la vez romántico.

esta vez me acerque yo y lo besé.

me tire al cuicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora