La regla sagrada de las Ortega era nunca jamás en la vida meterse con un cuico, lo que la Coca no logró hacer por que...
¡se tiro al cuico de la esquina!
(bajo edición en febrero)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
#Verónica
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
desperté de golpe después del grito.
— ¿Verónica quien es ese niño? —me pregunto mi papá bastante enojado, por mis pocos ánimos solo dije lo necesario.
— nos vino a dejar y se le hizo tarde a que si se quedo acá, no es nada del otro mundo.
Los hermanos Godoy me miraron indignados y me molestó un poco su reacción.
— Como que nada, es un desconocido y esta durmiendo en tu pieza, Coca. ¡Como se te ocurre!
mis amigos se despertaron y empezaron a levantarse sin percatarse del escándalo.
— No me grites así, Matias. Es mi amigo y me apoyo mas que todos ustedes, hizo mas en una día que ustedes en cinco años, no voy a dejar que excedan el limite, eres mi amigo solamente, no te pases.
los tres estábamos vestidos ya que no nos cambiamos anoche, mi amiga salió con el Lalo de la pieza y se pusieron a discutir con los Godoy.
mi papá se había ido hace cualquier rato de la pelea, al igual que yo no tenia ganas de pelear tan temprano.
cuando la pelea finaliza, saco a todos de mi casa, los hermanos se van enojados en su auto y yo espero que pase el indriver que pidieron mis amigos.
me despido de ellos y observo como se va el auto.
de la nada sentí unos toques en mi hombro y me di vuelta de golpe, era el Agustín con una sonrisa.
¿Como sonríe tanto?
— Hola, ¿como estai? —me da un beso en la mejilla sonriente.
— ¿bien y tu?
no podia engañarlo al parecer, porque su ceño se frunció inmediatamente.
— ¿segura? —asentí haciendome la loca— y porque tienes los ojos hinchados, el pelo desordenado, el maquillaje corrido, cara de pena, ojos de tristeza...
numero cada cosa que se le ocurrio hasta que no supo que mas decirme.
— estoy bien, tranqui. Solo tuve un mal día.
me justifique dandole un pequeño golpe a su hombro en broma.
— ¿te puedo decir algo? —volví a asentir— nose que te habra pasado, espero que nada malo, pero eres fuerte, Cocaina. Tu puedes superar y sobrellevar todos los obstáculos que tengas, nunca te rindas y nunca te guardes ninguna cosa que te lastime, porque a la larga te va dañar mas y mas hasta que sea tarde, nunca olvides la mujer fuerte que eres y como le daí cara a la vida todos los días.
después de darme ese consejo filosófico que me dejo pal pico, se fue a su casa.
entre a mi casa con sus palabras pegadas en mi cabeza, no sabia que tenia esa faceta tan interesante y exótica.
me llegó un mensaje de el cuando revisaba mi celular.
