La regla sagrada de las Ortega era nunca jamás en la vida meterse con un cuico, lo que la Coca no logró hacer por que...
¡se tiro al cuico de la esquina!
(bajo edición en febrero)
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#Verónica.
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desperté con un dolor de cabeza increible.
"costo pero a que despierta" fue lo primero que pense.
levante la tapa que me cubria la cabeza y quise gritar.
no era la pieza de los Godoy, tampoco mi pieza, nisiquiera una pieza que conociera.
estaba claro que no habia tomado tanto como para que se me olvidara que hice anoche.
observe la pieza donde estaba, no se me hacia conocida hasta que vi una foto.
la familia Mackenna.
no puede ser ¿de nuevo?
mire mi ropa, tenia un pantalon de pijama y un poleron gigante. Vi mi ropa doblada encima del escritorio.
eso era bueno.
busque mi celular hasta encontrarlo intentando no hacer ruido. Lo encontre en el piso, pero no prendio.
escuche unos golpes en la puerta antes de que se abriera.
por ella entro el Agustín con un vaso con agua y lo que parecia ser una tableta de pastillas.
─ Hola ─me saludo dejando las cosas en la mesita de noche, se sento en una esquina de la cama antes de hablar apresurado─ antes que nada no hicimos nada, no hubieron besos ni nada de coqueteo.
levante una ceja con la cara seria.
era una muy buena noticia, pero no queria que me viera feliz por eso.
ya no sabia si de verdad sentia algo por el Agustin, me hacia sentir cosas, pero el Ian tambien.
era demasiado complicado porque ambos me hacían sentir cosas diferentes.
mejor me quedo sola.
─ Esta bien, ninguno estaba en condiciones para eso. ─le respondí en un tono neutro, tenia la garganta sequisima─ ¿es para mi? ─le señale el vaso y me lo paso con el paquete asintiendo.
saque una aspirina y me la tome con agua, aproveche de tomarme el vaso al seco.
─ ¿quieres comer algo? ─me pregunto levantándose ─mi tia trajo una torta.
lo tome del brazo negando para que se sentara.
─ ¿estas consiente de que nuestros papas se odian? y como son inmaduros eso nos incluye a nosotros, sus hijos. No creo que tu familia se tome muy bien que una Ortega este en su casa.
era la verdad.
sus papas siempre me miraron mal y mi papa a la familia de ellos, eran demasiado infantiles, pero yo no iba a meterme en eso.
─ puedo traer algo a la pieza, nadie entra a mi pieza y no hay nadie en la cocina ahora.
la pensé, podíamos comer en su pieza.
─ Bueno ¿pero tienes cargador de iphone? se me descargo y quiero avisarle a mi tia donde estoy ─le pedí refiriendome a la mama de los Godoy.
─ tenemos el mismo celular creo ─saco un cable largo de un cajón.
empezo a cargar y le agradeci mientras se iba.
pense en vestirme, pero la cama estaba calentita a que si me acoste de nuevo esperando que mi celular se prenda.
empece a acordarme de lo que paso anoche y de que solo fuimos hablando cosas, me ofrecio quedarme en su casa que estaba mas cerca y acepte.
un rato después llego el Agustín con una bandeja, tenia cafe y dos pedazos de torta.
─ que rico ─dije probando la torta.
cuando se comio un trozo le quedo un poco de crema en la comisura de sus labios, aunque sabía que era muy cliche tome una servilleta y me acerque para limpiarle.
─ gracias ─le agradecí aprovechando que estábamos cerca─ por todo, de verdad gracias.
─ Mmm...quiero pedirte perdón, me di cuenta que invadi mucho tu espacio en el liceo, ya entendí que lo que paso fue solo de una noche y que te gusta el Ian...
lo interrumpí, pero unos toques en la puerta me interrumpieron a mi.
