「𝖠𝗅𝗂𝖼𝖾 𝖨𝗇 𝖡𝗈𝗋𝖽𝖾𝗋𝗅𝖺𝗇𝖽 ᴼᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢ

𝘽𝙚𝙩𝙧𝙖𝙮𝙖𝙡

El agua fría estaba llegando a tu abdomen, no sabias como porque Ann te obligaba a estas cosas.

- Ann, vamos responde tu - La mataría si fuese posible, pero no podía. - ¡Ann!.

- Es su prueba, tiene que mostrar que es capaz.

- En ese caso - Volteaste a ver Arisu. - ¡Apúrate, no quiero morir hoy!. 

Al final todo salió bien, Arisu pudo resolver el acertijo, todos salieron con vida, claro olvidabas a la idiota que toco una de las cosas que llevaban corriente eléctrica, pero fuera de eso, todos salieron con vida.

Estabas en tu habitación sentada en la orilla de la cama pensando en la nada, casi no estabas afuera con el montón de gente, no era de tu agrado.

- ¿Te vas a quedar ahí sin decir nada? - Levantaste la vista para observar Aguni. - ¿No vas a contestar?.

- ¿Qué quieres que diga?, tu deberías saber como controlarlos.

- Sabes que es imposible, aparte debemos de mantenerlo a salvo.

Reíste ante el comentario. - ¿Debemos?, sabes Aguni, no se a que te refieres con debemos, ¿Hablas por los dos? - Lo miraste por unos segundos mas, pero rápido desapartaste la vista de el. - No creo que podamos protegerlo, suena loco.

- Lo conocemos desde que trabajaba en ese lugar, es nuestro amigo, ¿Lo vas a dejar morir?.

No sabias que decir, tener el cuerpo del que fue tu amigo por muchos años era una ola de emociones y sensaciones.

- ¿Había que utilizar armas? - No sabias de quien era la voz, estabas tan metida en tus pensamiento que poco te importaba eso.

- Oh no, los militares debimos ir con el, se los dije - Mas falso no se podía escuchar Niragi. - Hay que elegir al sucesor.

- En ese caso es el número dos - Mala elección, esas palabras desatarían el caos.

Observaste de manera cuidadosa a cada uno de los presentes, era irónico que la persona que te dijo que cuidaría de su amigo lo matase.

- ¿Qué me dices tu, a favor o en contra? - Observaste los ojos gatunos de Niragi, volteaste a tu izquierda. tenias a Samura apuntando a tu cuello con su Katana.

- Sabes que opino, a menos que tu cerebro sea una bellota, en ese caso no tendrías porque saber.

- No te quieras pasar, obedece, Aguni será el próximo líder de este asqueroso lugar - Paso a joder a la persona que estaba de tu lado, esa era su especialidad. 

- Veo que ninguno pudo protegerlo, es una pena - Sentada en el sillón individual hiciste tu comentario.

- Si es una pena, no es a si Aguni - Estaban en la que era la habitación de su fallecido amigo, solo estaban Samura, Niragi, otros dos militares, Aguni y tu, era perfecto.

- ¿Qué se puede observar desde esa ventana? - El ahora líder te volteo a ver. - ¿Vez el infierno o el paraíso?.

- Ninguna, solo no veo nada - parece que se canso de estar parado y mejor se sentó. - Es mas este lugar es peor que el infierno.

Te levantaste de tu preciado lugar, apoyaste las palmas de tus manos sobre el escritorio, quedando frente a frente con tu "lider". - Tengo un regalo para el líder, se que te gustara.

- ¿Ahora con que vas a salir? - Su mirada era fría, sin sentimiento.

- Quiero que estés con quien juraste cuidar - Sin mas disparaste continuas veces contra el. - ¿Te gusto?, cierto no puedes responder, pero estoy segura de que si te gusto.

- ¡Estas loca!.

- Respétame idiota, ahora yo seré tu líder - Pero que podían esperar de alguien que cuya habilidad eran los corazones. - Saquen este horrible cuerpo de aquí, Niragi ocúpate de informar sobre la muerte y es mejor omitas la razón de su muerte.

Todos te hacían caso, ahora eras la líder de la utopía, pero querías mas que eso, querías ver caos en el lugar.

No esperabas que la diez de corazones estuviera dentro de La Playa.

- Hay que encontrar a la bruja, esta entre nosotros.

- Tal vez la misma persona que mato al Sombrerero mato a Momoka.

- No fue a si - Todo quedo en un silencio. - El Sombrerero fue asesinado por quien fue su mejor amigo; por Aguni, a si que dudo que el matara a Momoka.

- Entonces, ¿Quién mato a Aguni?.

- Yo misma, lo mande con su amigo para que pudiera protegerlo en el mas allá - Observaste a todo tu alrededor. - Tal vez fue ella misma, o quizás fue alguien mas - Solo asentiste hacia los militares. - Arisu, Usagi, síganme. 

Los nombrados te siguieron, aun no sabias como es que todo salió como esperaban, llevaban tiempo esperando el momento para poner en practica su plan.

Todo parecía tan hermoso, que no pudiste evitar sentir felicidad por un buen rato.

- No puede creer que funcionara - Arisu estaba feliz, desde que lo encontraste le contaste de tu maravilloso plan, querías que sus amigos se unieran pero el destino no quería ceder.

- Lo se, apurémonos y salgamos de aquí.

Tenían la carta de diez de corazones, faltaban las figuras pero eso ya lo estarían haciendo luego.

- ¿Tu ordenaste que quemaran el lugar? - Desde lejos observaban a la Utopía quemarse.

- No, de seguro los militares se volvieron locos - Sin mas se fueron, eran un maravilloso equipo.