Simple child's plɑγ

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La pequeña Yabami odiaba tener que vivir pegada aquella pantalla, le aburría observar a todo la gente desde aquellas cámaras de seguridad. Ni siquiera sabia cual era el verdadero propósito de aquella actividad, tan solo sabia que era muy extraño espiar gente sin su consentimiento. 

- Oh, vamos - metió una fritura a su boca.- es la quinta vez que tienen relaciones, son un asco.

- ¿Ahora hablas sola?.

- Cállate Aguni, ¿Qué haces aquí? - La joven siquiera volteo a ver al hombre que tenia a sus espaldas, le parecía poco prudente que alguien como el estuviera hablando con ella. - Habla ya.

- Solo venia a ver como estas.

- Mientes - Giro su silla bruscamente, ganándose un brinco por parte del contrario. - Tranquilo, no hago nada.

- Tenemos que ir a jugar, a eso venia.

- Por eso se empieza, ¡Vamos!.

Yabami era una de las pocas personas que gustaba de jugar, disfrutaba de los juegos como si de una niña pequeña se tratase. Muchas veces la gente que estaba con ella se ponía nerviosa por la personalidad tan infantil que tomaba en cuanto se ponía a jugar.

- ¡Arisu! cariño hace mucho que no te veía - Mentira, sabia exactamente que es lo que hacia. - ¿Dónde te metes?.

- No hay muchos lugares a donde ir.

- Claro, ¿En que equipo te toco?...

- En el nuestro lamentablemente - Niragi no parecía contento de tener que compartir carro con el equipo, sobre todo por cierta persona a la cual odiaba con toda su alma.- Suban, ya nos vamos.

Chishiya, Niragi, Arisu, Yabami y un chico desconocido; ese era el equipo que se había formado, ninguno se hablaba como tal, solo tenían pequeñas conversaciones sobre su vida en borderland, pero no era suficiente. 

El camino fue silencioso, salvo por las constates veces en las que Yabami hacia preguntas tontas para alivianar el ambiente.

- Al fin llegamos, dios Yabami eres insoportable - Salió tomando su arma y azotando la puerta. - Vamos quiero ya acabar con esto.

- Eres envidioso, eso es lo que sucede - de una manera infantil le saco la lengua. - En-vi-di-oso -Niragi tan solo rodo sus ojos, estaba acostumbrado a la joven por lo que ya no le tomaba importancia. 

De apoco las personas llegaban, pronto el juego se cerro con 100 jugadores.

Lanzamiento de bala.

Se formaran equipos con cinco cada uno, tendrán que mantenerse con el mayor numero de integrantes posible; La bala es de acero solido, intentara tener la mayor distancia posible haciendo un choque con sus cuerpos. El peso de la bala es de 7,260 kg siendo el ultimo de 4 kg.

El tiempo es de 00:01:00.

- Un simple juego atlético, vamos recuerdo haberlo jugado en la escuela - Una risa nerviosa salió de los labios de Yabami. - ¿Ustedes no?.

- No necesariamente.

- Ya veo Chishiya, perdón por ir en escuela publica.

El tiempo empezó a correr, mientras desde la oscuridad salían volando varias balas, impactando con los jugadores haciendo que dichas extremidades fueran arrancadas de sus cuerpos; Cabezas, piernas y brazos.

Los gritos desgarradores sonaban por todo el lugar, mientras todos esquivaban las bolas de acero.

Yabami inconsciente mente se escondió justo detrás de un jugador, sin saber que una de las balas venia hacia el, haciendo que quedara bañada en sangre mientras sus manos sostenían la cabeza del jugador. Chishiya era ligeramente salpicado por la sangre de quienes morían.

Niragi había entendido que su arma en estos momentos era inservible, o al menos esa era la idea que tenia. Un Arisu bastante temeroso corría por todas partes, intentando mantener a salvo al chico desconocido que formaba parte su equipo.

Aun con la disminución de peso en las balas, estas llegaban con tal fuerza que seguían teniendo el mismo efecto que tenían antes.

- ¿Qué pasara si les devolvemos las balas? - Todos por fracción de segundo voltearon a ver al chico desconocido. 

- Inténtalo tu, eres el de la idea hazlo tu - Sin pensar dos veces las palabras de Arisu, el chico agarro aquella bala, tomando vuelo la lanzo hacia la obscuridad. Esperaron algún efecto pero no paso nada.

- ¡Rápido todos agarren una, hay que lanzarlas! - Niragi sonrió, no iba hacer caso al pequeño Arisu, solo tomo su arma y empezó una serie de disparos hacia la nada.

Las balas empezaron a disminuir, haciendo saber que lo que fuera que esta detras de esto estaba muriendo.

Pocos equipos habían quedado completos, algunos les faltaba uno o dos. 

- ¡Fue divertido! - Todos observaron como la chica estaba feliz, era rara pero agradable. - Hay que repetirlo. 

- ¡No! - Al mismo tiempo todos gritaron, haciendo que Yabami se sobresaltara. 

- Era un chiste.

Todos tomaron camino de regreso, todos admitían en sus adentros que era divertido, pero era mejor no seguir dándole cuerda a la pequeña Yabami. 


「𝖠𝗅𝗂𝖼𝖾 𝖨𝗇 𝖡𝗈𝗋𝖽𝖾𝗋𝗅𝖺𝗇𝖽 ᴼᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora