「𝖠𝗅𝗂𝖼𝖾 𝖨𝗇 𝖡𝗈𝗋𝖽𝖾𝗋𝗅𝖺𝗇𝖽 ᴼᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢ

Foɾeveɾ

La risa de ambas niñas se escucharon por toda la sala, sus padres observaban con gran felicidad a las pequeñas. Ambas se conocían desde que tenían unos 5 años.

Yuzuha Usagi y Tanaka Azami se habían conocido en aquel jardín de niños donde Azami no tenia la confianza para socializar, Usagi era de esas personas que no le gustaba ver a nadie fuera del circulo social. Aquella vez quiso integrar a la pequeña a su circulo de amigos. 

- Yuzuha Usagi - Hizo una reverencia con una sonrisa. - ¿Quieres ser mi amiga?.

La contraria quedo en blanco, pronto con timidez acepto. - Ta-Tanaka Azami - La reverencia de esta muy de unos 90 grados, haciendo reír a su nueva amiga.

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Siempre se apoyaron mutuamente, esa vez que Azami perdió a su madre y hermano en el accidente automovilístico, Usagi estaba con ella; donde por las noches su amiga despertaba llorando y gritando, las veces que quiso acabar con su vida, donde le daba fuerzas, motivación para seguir adelante.

Usagi había perdido a la única persona que tenia con ella, su padre; Azami la animaba, le sacaba sonrisas, comían guantas, a si como ella le había ayudado, estaba dispuesta hacer lo mismo.

- Gracias...

- ¿Hm? - Azami no sabia a que se debían aquellas cortas palabras. - ¿Qué dices?.

- Me alegra tenerte como amiga, gracias.

- También me alegro tenerte como amiga, espero podamos estar a si siempre.

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Las ondas de calor eran inaguantables, eran muchos ejercicios, caían uno por uno...

- ¡Vamos Azami, tu puedes! - El ardor que sentía en las piernas la estaban lastimando, pues su condición física ayudaba pero no del todo.

- ¡Ya no puedo más! - Lagrimas salían del rostro de esta, llevaban dos horas haciendo ejercicio, el calor que generaba la habitación era igualada a la de un horno en función. -¡Ya no puedo!.

El juego consistía en aguantar las cuatros horas haciendo ejercicio sin parar, mientras la habitación generaba el suficiente calor para generar sofocación.

Ya quedaban pocos jugadores, a los tres que quedaran ganarían el juego, o los que sobraran tenían que aguantar las cuatro horas.

De apoco morían, ya solo quedaban cuatro jugadores; uno moría o todos llegaban al tiempo. 

- ¡Yuzuha Usagi, gracias por ser mi mejor amiga! - Mientras saltaban la cuerda, la observo con lagrimas en sus ojos. - ¡Te quiero mucho, regresa a salvo y dile a mi padre que lo quiero!. 

- ¡Alto, no lo hagas! - Sus ojos empezaban a humedecer, los recuerdos de su niñez la golpearon.

- ¡A si como yo te salvo a ti, su salva la vida de alguien más!.

- ¡Basta!.

Azami termino de rodillas, giro su cabeza observando a Usagi, le dedico una bella sonrisa, su ultima sonrisa. 

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¿Por qué Usagi había ayudado a Arisu a sobrevivir?, la respuesta es que esa era su naturaleza, sin embargó las palabras de su amiga fueron la que la motivaron hacer esa buena acción, esta vez no dejaría que muriera, porque cuando lo observo a el, ella se parecía en muchas cosas a el.