Hirai nunca se vio en una relación con más de dos personas, incluso era demasiado para una niña de 17 años. ¿Qué es lo que hacia una niña en una relación con dos personas?.
Ambos chicos sentían esa atracción por la joven, ambos sabían los sentimientos que sentían; Es ahí donde ambos por primera vez decidieron compartir algo, hoy no seria la excepción. Su cumpleaños numero 18 era ese mismo día, el regalo que ambos le tenían era único, le darían la bienvenida a su adultez.
- Pequeña, feliz cumpleaños - La joven observaba el pastel que tenia enfrente, parecía ser hecho a mano por sus dos novios. - Esperamos te guste, antes pide un deseo.
La joven cerro sus ojos, pensando en aquel deseo. - Listo, pidan uno ustedes - Hirai era tan dulce que a veces ambos pensaban que ella era mucho para ellos. - Vamos, o la vela se acabara.
Luego de pedir deseos y soplarle a la vela, decidieron entregar sus regalos, cada uno había escogido uno, mientras que el otro era un regalo que le darían ambos chicos.
- Toma este es tu regalo.
- Es hermoso, gracias Niragi - El libro de Alicia en el país de la maravillas, uno de los favoritos de Hirai.
- Toma, Amore mio.
- Oh, Chishiya dándome un regalo, eso es una novedad - Porque aun que pareciera broma, de los dos el era el menos detallista, pero ahí estaba aquellos instrumentos de dibujo. -Gracias, son lo mejor - Abrazo a cada uno, sin saber que le faltaba un regalo.
- Pequeña, te hace falta un regalo - La joven se quedo en silencio, solo asintió. - Esperemos te guste.
- Amore mi, cierra tus ojos - Ante la petición de su novio, lo hizo. - Esperamos los disfrutes.
Niragi empezó dejando ligeros besos por el cuello de la joven, mientras Chishiya se encargaba de masajear sus pechos y otras partes del cuerpo, de momento empezaron con algo dulce y tranquilo, haciendo que se acostumbrara a los toques y roces de ambos.
- ¿Quieres seguir con esto pequeña? - El sonrojado rostro de Hirai asintió. - Tranquila, no te lastimaremos.
Llevaron a su princesa a la cama, ambos se quedaron de pie observándola y ante la vista de ella ambos se veían intimidantes.
- Amore mio, evita ser ruidosa - Ambos se voltearon a ver, sonrieron uno al otro, aquella era la señal.
Chishiya se puso de rodillas, abriendo ligeramente las piernas, mientras quitaba las bragas de la joven, todo era más fácil puesto ella llevaba su característica falda ; Empezó dejando pequeños besos en las piernas, subiendo cada vez más, hasta llegar a la zona intima de la menor.
- Shu-Shuntaro, ¿Qu... - No termino cuando sintió como la boca del ya mencionado en su zona intima, sentía como jalaba ligeramente sus labios, su lengua subir y bajar de manera lenta, involuntariamente arqueo su espalda.
- Parece que nuestra pequeña lo disfruta - Niragi para callar uno que otro gemido decido dar paso aun beso bastante salvaje, apenas la contraria podía seguirle el beso.
- ¡Es-espera! - Los fluidos salieron de golpe, haciendo temblar el cuerpo de Hirai. - Lo lamento.
Chishiya rio por lo tierna que se veía de esa manera. - Tranquila, eso es normal, ¿cambiamos de lugares?.
Niragi acerco más a su pequeña a la orilla de la cama, procediendo a quitar todas las prendas de vestir. - Espero poder contenerme.
- Lo haces o te golpeo, es su primera vez, recuérdalo.
Niragi saco su erección, jugando un poco con ella, solo frotaba su miembro con la mojada entrada de la contraria. - ¿Quieres algo?.
- Lo necesito - La suplicante voz y tierna voz encendió algo en aquellos chicos, verla tan sumisa los provocada más.
Sin mucho que esperar empezó a penetrarla de manera lenta, quedándose dentro de ella por unos segundos esperando que se acostumbrara a la sensación. Y no paso mucho para que empezaran con movimientos mucho más bruscos; Los gemidos de Hirai, los jadeos de Niragi y Chishiya (que ante la escena se masturbaba) inundaban la habitación.
Otro orgasmo a Hirai llego, Niragi salió de ella para dejar salir sus fluidos en la pelvis de Hirai.
Mientras el turno de Chishiya llego, que a diferencia de Niragi, este la hizo sentarse sobre el, sin embargo Hirai esta lo suficiente mente cansa para seguir, lo que nunca espero que Niragi la terminara ayudando; mientras dejaba besos en el cuello, este la sostenía y ayudaba a dar pequeños saltitos sobre el miembro de Chishiya.
Un ultimo orgasmo llego al cuerpo de los jovenes, dejándolos cansados.
Hirai se encontraba en medio de sus dos novios, los tres cubiertos con la cobija, mirando hacia el techo.
- Los amo mucho - Dejo un beso en las mejillas de cada uno, en modo de despedida. - Buenas noches.
- Dulces sueños pequeña - Niragi dejo un beso en su frente. - Buenas noches, Shuntaro.
- Descansa Amore mio - Este dejo un beso en los nudillos de su mano. - Ya duérmete Suguru.
Una pequeña risita salió de los labios de Hirai, ambos se odiaban, sin embargo con ella mantenían su margen de odio, la querían ver feliz y eso era lo único que compartían e importaba.
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Uf, no saben lo roja que estoy, mi señora madre estaba en la otra cama. Pero acabamos.
