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El remordimiento estaba presente una vez más, ¿Qué culpa tenia aquella chica?. Tan solo había olvidado entregar la carta a tiempo, no tenia porque haber muerto ese día.

- Solo olvídalo, al final de cuentas, ¿No es que lo que siempre hacías?.

No es cierto, no lo hacia siempre, solo lo hacia cuando papá llegaba con otros más, solo acataba las ordenes. El siempre decía que eran personas malas, que hacían cosas malas y que por eso debían pagar su deuda.

Y no era la primera vez que en las noticas salía el caso del asesino serial de Roppongi, cualquier persona diría algo como "que horror, quien podría hacer algo así", pero fácil, yo tenia la culpa.

Era siempre lo mismo, nunca se encontraba huellas dactilares o algo que pudiera empezar una investigación, supongo que era la suerte de tener un padre experto en forense. 

Todo era tan irreal, que querías escapar y enfrentar el mundo normal. Todo parecía ir mejor, porque a pesar de haber escapado de casa, luego de llamar a la policía nadie sabia que la muerte de esas personas no era culpa de papá. 

Era a si como Niragi me había manipulado por completo, sabia mi punto débil.

- Deberías hacerme caso, si es que no quieres que todos se enteren de la verdad .

¿Tenias una relación con Niragi?, ¡claro que no!, el solo me utilizaba como juguete sexual, mientras yo lo ocupaba para desahogarme, una cosa por otra. Había veces que parecía que el realmente me amaba, otras parecía que solo era un juego para el.

Ahora mismo te encontrabas moviendo tus caderas sobre el, según el era la manera en la que olvidaría las cosas horribles que le hice a la chica. ¿Razón?, si la tenia, mi mente se encontraba absorbida por el placer que nos dábamos. Mi mente mando una señal, mi mente se nublo junto a mi vista, sentí como mi cuerpo tembló y dejo salir los fluidos de manera grotesca.

- ¿Estas mejor? - Su pecho subía y bajaba, solo asentí en modo de afirmación. - Tengo que hacer guardia.

- De acuerdo. 

Era siempre a si, luego de hacerlo siempre se iba, casi nunca se quedaba, a menos que tuviera mucho sueño. Era triste, porque yo si lo quería conmigo, abrazarlo y decirle cuanto lo amo. Luego recordaba sus palabras, 

- Eres solo una distracción, al igual que todas. 

Siempre que peleábamos, decía cosas hirientes, que me hacían sentir como una maldita mierda. Luego se disculpaba haciéndomelo de manera romántica, me hacia sentir como la mujer mas maravillosa del mundo.

Aun progresaba como es que me había unido a Chishiya, me sentía mal por haberlo traicionado, pero al mismo tiempo me sentía libre. Era libre.

- ¿Qué es lo que te causa gracia?.

- Es tan sumisa, como es que la convenciste de traicionar a su querido amor.

- No lo hice, solo le di esperanzas para se libre - observo a la joven, soltando un suspiro. - No pudo ser completamente libre con su padre, por lo menos se merece algo de libertad.

- ¿Cómo sabes eso? - Kuina aun se asombraba de lo que era capaz de hacer Chishiya. - Acaso la espiabas. 

- No, las casas del vecindario no eran de acero, eran como papel - Soltó una risa algo burlona. - Todos sabíamos lo que otros hacían. 

「𝖠𝗅𝗂𝖼𝖾 𝖨𝗇 𝖡𝗈𝗋𝖽𝖾𝗋𝗅𝖺𝗇𝖽 ᴼᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora