Sabor a mi ||KTH||+18|| ✔

21.

Mis manos atadas a la baranda de la cama mientras mis ojos no dejaban de ver aquel chico y mi boca no paraba de gritar por el placer que me estaba dando.

Mi espalda alqueda con mis piernas encima de sus hombros y su miembros entrando y saliendo de mi vagina de una manera violenta.

Bajó mis piernas disminuyendo las penetraciones. Haciéndolo de forma lentas y profundas.

-Joder chico poker ahora no - él sonrió mientras se recostaba encima de mí y seguía con el mismo ritmo. Me estaba torturando de la peor manera, en cada estocada llegaba a mi punto g.

-¿Quieres más Kely?- murmuró cerca de mis labios y jaló de él haciéndome colocar mi ojos en blanco hasta cerrarlos por sus toques en mi piel.

-Si- mi voz salió en un hilo.

-¿Tan desesperada estas?- rió contra la piel entre mis senos para luego pasar su lengua hasta deterse en el izquierdo.

Dios mio esto es demasiado, mis piernas abrasaron su cintura mientras el aún me penetraba de esa manera tortuosa.

-¡Joder!- grité al sentir como mordió mi pezón y como mis jugos cubrían su miembro haciéndome llegar al máximo placer, pero el no se detuvo-¡Ah!- mi espalda se volvió a alquear luego de un segundos osgasmos a solo segundos del primero, esta vez si se corrió junto a mi.

-¿Tanto placer produzco en ti?- su voz ronca volvió a chocar contra mis labios.

-Mucho- lo miré a los ojos y él me regaló una sonrisa ladina para luego besarme, sentí mis manos libres y las llevé a su cuello mientras estas subían a sus cabellos y jalaba de ellos.

Su lengua y la mía bailaban en un ritmo erótico para ver cual de los dos ganábamos en quien toma el control.

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Recosté mi cabeza en su hombro al tener mi tercer orgasmo. Sentí como dejó una mordida en mi hombro para luego besar el mismo lugar.

Estábamos sentados en el borde de la cama, las manos del chico abrasaban mi cintura mientras aún estaba enterrado en mí.

Nuestras respiraciones son un asco y nuestros cuerpo estaban completamente sudados.

Me levanté de su regazo sin voltearme y caminé hacia una puerta sin saber lo que había del otro lado, sonreí al ver que era el baño.

Cerré la puerta con seguro, no quiero tener sexo en el baño, no después de aquellos tres osgasmos, aún no me recupero de todos ellos.

Recogí mejor mi cabello mientras me miraba en el gran espejo que había en la pared del baño.

Abrí mis ojos de más al ver mi cuello y mis senos con marcas.

-Lo mato- susurré mientras me voltaeba y veía en mi espalda la marca de sus manos, aunque sea de piel oscura se notan bastante, igual que las de mi trasero.

Cerré los ojos y suspire, tampoco puedo reclamerle, de mi padre debe de tener también varias marcas.

Hice sonar mis dientes y fui hacia la ducha para tomar un baño. Cerré mis ojos dejando que el agua caliente me refrescara empezando a pasar la esponja con mi cuerpo con aquel jabón de esencia florales.

Después de quitar toda aquella espuma de mi cuerpo. Tomé una de las grandes toalla rojas que había encima de un estante y la envolví alrededor de mi cuerpo después de secarme.