𝕔𝕠𝕟 𝕦𝕟𝕒 𝕤𝕠𝕟𝕣𝕚𝕤𝕒 [𝐍𝐚𝐡𝐨𝐲𝐚 𝐊𝐚𝐰𝐚𝐭𝐚 𝐱 𝐎𝐜]

Capítulo 9

| Protector |

Iba de camino a casa de Nahoya junto con él y Souta a mi lado, íbamos a un paso bastante tranquilo ya casi llegando.

-¿Smiley esos golpes no se van a infectar? -le susurró Souta a Nahoya disimuladamente, pero pude oírlos ya que estaba literalmente al lado.

-no, por suerte no fue algo grave, pero... -su mandíbula se tenso- aún así no me gusta verla herida de esa forma.

Souta y yo nos quedamos en silencio y seguimos avanzando, ahora podía ver claramente como estos gemelos eran todo lo contrario a lo que demostraban, pero eso no me desagradaba.

Al llegar a su casa, una vez estuvimos adentro dejamos las mochilas en el sillón, en la casa no había nadie ya que como Nahoya había dicho sus padres trabajaban, aunque no pareciera que llegarán tan tarde.

-ven, sígueme. -me dijo Nahoya yendo hacía el pasillo, yo lo seguí tal y como dijo.

Abrió la puerta del baño y sacó una especie de botiquín, luego reviso un par de cosas y terminó sacando una especie de crema y vendas, yo miraba con curiosidad.

-¿por qué las vendas? -pregunté mientras él guardaba el resto del botiquín.

-para tu brazo.

-pero no es nada grave. -miré mi brazo.

-si te aplico la crema y luego ponemos las vendas será mejor.

-si que sabes de estas cosas. -reí.

-¿tú por qué crees? -imitó mi gesto mientras salíamos del baño hacia la sala.

Ambos nos sentamos en el comedor, colocando las sillas a un lado de la mesa pero cada una en frente de la otra para que pudiera curarme mejor, Souta estaba en la cocina haciendo almuerzo.

-¿por qué haces almuerzo? Ya comimos en la escuela. -hablé mientras volteaba a verlo.

-no es almuerzo, solo es maruchan. -contestó mientras seguía en lo suyo, yo solo hice una "o" con mi boca.

-tu brazo. -me dijo Nahoya haciendo que lo volteara a ver rápidamente mientras estiraba mi brazo y él comenzaba a echar la crema.

Lo miré con atención hasta que terminó y luego con cuidado puso un vendaje encima algo delgado. Sacó un poco más de crema y se acercó a mi rostro para aplicarla en el pequeño corte de mi mejilla, me quedé quieta aunque me puse algo nerviosa.

-listo. -sonrió con satisfacción mientras iba a guardar las cosas que había sacado.

-¡muchas gracias! -me agradecí desde la mesa cuando se estaba alejando.

Me quedé en la mesa observando como el maruchan de Souta estaba listo y se lo servía en una pequeña taza para poder comerlo. Justo entonces volvió Nahoya.

-¿a que hora vuelven nuestros papás? -le preguntó Souta.

-como en una media hora creo, hoy es viernes así que salen más temprano del trabajo. -contestó mirando el reloj.

-¿en serio? -hablé sorprendida- mi mamá siempre vuelve cuando oscurece.

-es dependiendo del trabajo. -me miró Nahoya para luego levantarse- bien, vamos pequeña nar-

-¡no lo digas! ¡olvídalo! -le grité sonrojada, él rió y Souta casi escupe los fideos que estaba comiendo mientras reía, era obvio que sabía sobre el asunto.

-entonces vamos Minn, iré a dejarte en la motocicleta.

-siempre tengo que ir con falda. -miré apenada.